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23 años después, el AMPA del CEIP Pérez Galdos se cansa de los desperfectos

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Tras las protestas de los padres del CEIP Víctor Pradera, llegan ahora las quejas de los padres del CEIP Benito Pérez Galdós. Situado en la Avenida de Europa, el centro soporta el desgaste del paso de casi 25 años y de diferentes generaciones de estudiantes. Sin embargo, los padres de los alumnos que en la actualidad estudian en el centro están preocupados por el desgastado estado de este centro.

LEGANEWS ha tenido acceso en exclusiva al informe que ha sido remitido por el AMPA del colegio a la Dirección de Área Territorial estos días de marzo. El informe está firmado por un arquitecto técnico y por el presidente del AMPA. En el primero de sus 11 folios indica que “el motivo del mismo es informarle del lamentable estado del patio de primaria y de infantil, la puerta de acceso de carruajes y de la valla”.

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Deterioro del patio de los más pequeños

En lo que respeta al patio de primaria, se señala en la zona deportiva una entrada irregular con un escalón que provoca tropezones. Denuncian que dicho espacio “presenta un estado bastante deteriorado por el uso y porque en más de 25 años, pese a las numerosas peticiones solicitando su arreglo, no se ha hecho mantenimiento alguno del mismo”. Avisan también de las zonas hundidas que provocan “grandes charcos que hacen que los alumnos suban con los pies empapados a clase”.

El mal estado de otros lugares, donde “las placas de la solera están levantadas y crean desniveles de más de 7 centímetros”, ha provocado según el informe “caídas casi a diario y algunas lesiones (varios esguinces y algún brazo roto), de pequeños y mayores, cuando juegan en el recreo”. A lo que se suma que “los cantos y gravas del hormigón de la solera están al descubierto lo cual causa que cuando los niños se caen se hieran con mayor facilidad en las rodillas o las manos al rozarse con ellos”.

Obras mal acometidas

En lo referente al patio de infantil se destaca que fue arreglado hace unos años. Sin embargo se indica que “es una zona de pavimento continuo con pendientes hacia un único desagüe, pero las obras mal acometidas en algunas zonas, y pese a los avisos que se dieron en su momento, provocan que en cuanto llueve se acumule el agua en grandes charcos”.

Esto provoca, según los redactores del informe que “los alumnos de infantil tienen que acceder a su recinto atravesando una balsa de agua que se forma en la entrada del mismo (a poco que llueva) y que va corriendo hasta debajo del porche donde ellos guardan fila. De manera que los niños se calan los pies antes de acceder a sus aulas”.

El peligro de la puerta

En lo que hace mención a la puerta de acceso de carruajes se señalada que “la chapa de hierro en la parte inferior de la puerta está oxidada y corroída, descomponiéndose en una de sus esquinas”. A ello se añade, según este análisis, que “en esta puerta hay instalado un portero automático que se controla desde la oficina del AMPA, pues este acceso, junto con la entrada por la calle peatonal, también se emplea para la entrada de actividades extraescolares. Por lo que es un acceso bastante transitado”.

Por último se avisa del peligroso estado de la valla. De ella se indica que “es una valla de barrotes metálicos en ‘L’ y perfiles en ‘U’ sobre un murete de hormigón”. Murete que se encuentra “agrietado en diversas zonas, alguna incluso ha torsionado los barrotes al haberse producido el desplazamiento de los bordes de la grieta. En otras los anclajes de la valla metálica y las armaduras del murete están al descubierto”.

Muro tumbado al exterior

La cosa no termina ahí, puesto que “el lateral de la valla que da a la calle peatonal, que es por donde se accede al colegio en horario escolar, está tumbado hacia el exterior con una inclinación bastante apreciable a simple vista”. Mientras que “la pilastra de hormigón en la que se ancla la puerta de entrada de infantil presenta una importante pérdida de plomada hacia el exterior. Esta pilastra está arrastrando con ella una de las dos hojas de la puerta, lo que hace que ésta no cierre correctamente. E igualmente está arrastrando al resto del paño de la valla (unos 42 m) al que está unida”.

El contenido de este informe ha sido remitido a la DAT, pero (según puede verse en las imágenes adjuntas), dichas denuncias se trasladaron en noviembre de 2015 tanto al gabinete de alcaldía, como a Administración de Obras y a Administración de Educación.

Los padres están cansados de recibir siempre la misma respuesta: “no es necesario” o “no se puede” y han comenzado una serie  de reuniones con los partidos políticos. Por casualidad, la primera reunión fue con Unión por Leganés. Según la concejal de Mercedes Neira “las administraciones deben dialogar y llegar a acuerdos a la hora de acometer dichas obras a la mayor brevedad posible para evitar posibles accidentes”.

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