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Derrota de las leganenses por 59-62 en un partido que fuero ganando 39 minutos y 10 segundos
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El desacierto en el lanzamiento de tiros libres y perder potencia en la zona, claves de la derrota
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A las 10:00 de la mañana del sábaádo se jugarán la clasificación frente a Sant Adriá
ENVIADOS ESPECIALES A LEÓN: Juanma Álamo (Crónica) – Jesús Troyano (Fotos)
Faltaban solo 50 segundos para terminar el encuentro. En ese momento Cortegada, por primera vez, igualaba el encuentro (58-58). Cincuenta segundos que jugar con inteligencia para un equipo que había ido de más a menos (Ynsadiet Leganés); y para otro que había sido lo contrario (Kemegal Cortegada).
No es fácil ni de explicar, ni de contar que un partido que tuvieron encarrilado y con muchas opciones de ganar se fue por deméritos propios y, por lógica, algún mérito ajeno. Pero pesó mucho más lo primero que lo segundo.
Buen arranque

Ynsadiet Baloncesto Leganés tuvo un espectacular arranque que a punto estuvo de dejar KO a las gallegas a las primeras de cambio con un 22-10 en el primer cuarto que auguraba un partido mucho más sencillo de lo que fue. A partir de aquí todo se puso en contra.
El muro que tuvieron que levantar las rivales de las leganenses era de los serios, pero las de Rubén Domínguez se pusieron manos a la obra. El camino había que empezarlo y Salome García fue la que decidió tomar el mando.
Desacierto progresivo
Nacho García, entrenador leganense, intentó encontrar opciones al progresivo desacierto en el que se estaba metiendo el equipo. Con más o menos suerte, mantenían la diferencia aunque empezaba a evidenciar síntomas de que algo pasaba. Se firma al descanso un 35-24 favorable a las leganenses, pero con un parcial de 13-14. Primera evidencia de que Cortegada estaba resucitando poco a poco.
Descanso, pausa y búsqueda de soluciones. Ynsadiet las encuentra. Recupera la imagen, el acierto, la intensidad y la diferencia. Consigue durante los primero cinco minutos del tercer cuarto poner la máxima ventaja de 16 puntos (45-29). En ese momento se hacía difícil pensar que hasta el final solo iban a poder convertir 14 puntos mientras que las gallegas firmaban la friolera de 32. Pero eso tiene una explicación.
Atasco monumental en el tiro
Ynsadiet se atascó, se le hizo completamente de noche en plena tarde leonesa. Fueron viendo como poco a poco las gallegas crecían en el acierto y dejaban su diferencia en -4 a base de triples. Algo para lo que las leganenses habían perdido la fórmula y solo fueron capaces de anotar uno en todo el tercer cuarto. La diferencia, a estas alturas de encuentro se había reducido a ocho (50-42). Y cualquier que entienda muy poco de baloncesto sabe que con menos de 10 puntos con un cuarto por delante, las opciones están intactas. Y lo estaban.
Leganés tenía la moral, el acierto y las soluciones por los suelos. Solo una jugadora había alcanzado los 10 putos (Marta Pérez) y amenazaba con salir más pronto que tarde de la cancha Ashlei Nneka, muy cargada de personales. Mal panorama para un último cuarto triturante (con perdón).
Más intensidad gallega
Cortegada siguió creyendo en un baloncesto más intenso, con más captura reboteadora (43-38). En esa cifra está gran parte de la explicación del final del encuentro. La diferencia se fue recortando hasta los tres, los dos (a 3’28”) y a partir de aquí como dicen los clásicos: ¡Partido nuevo
El desastre en los lanzamientos de tiro libre (9/19) iba encontrando un escalón más hacia el sótano en el que es más complicado encontrar las soluciones. Allí se dejaron opciones María Villar y Marinacci en los últimos 90 segundos. Fue precisamente a 50 para el final cuando Cortegada igualó por primera vez (58-58). Leganés quiso tener la última posesión y Marinacci se jugó un lanzamiento de mala elección cuando aún restaban 12 segundos de posesión. Lo pagó muy caro el equipo de Nacho Díaz.
14″73 segundos para ver muchas veces
Vandell (la mejor jugadora del partido a tenor de valoración) decidió demostrar el porqué. Con 15 segundos arriesga, gana el lanzamiento y el tiro libre adicional que permite a las gallegas ponerse tres arriba con 14”73. Difícil, casi imposible. Y más para un equipo que había perdido recursos ofensivos y defensivos por el camino del bajón moral. Dispuso de dos tiros, pero como puede imaginar falló uno. Y, para mal de males, dio la opción a Cortegada de hacer un punto más con el reloj a cero.
Mañana será otro día. Esperemos que el gran día que diez años después ha venido buscando a León Ynsadiet.