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El exceso de realismo en el disfraz de Halloween puede enviar a la cárcel

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  • Determinados disfraces y actitudes podrían suponer delitos como el de desórdenes públicos

Con la llegada de Halloween niños y adultos deciden llevar un buen disfraz con el que dejar a todos boquiabiertos. A la hora de la elección hay que tener cuidado ya que, según qué disfraz se elija, se puede cometer un delito que acabe con la fiesta.

Los padres con hijos menores serán los responsables civiles en el caso de que el menor provoque algún daño. Por otro lado, los menores que tienen entre 14 y 18 años en el momento de cometer el delito no se libran de las consecuencias de sus actos, ya que sí tienen responsabilidad penal, y serán juzgados según la Ley del Menor.

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Sanciones por infundir miedo

De acuerdo con el Código Penal, son varias las penas y sanciones a las que se puede enfrentar una persona por culpa de un disfraz o una actitud desafortunada. Por un lado, sembrar el pánico en público puede ser constitutivo de delito, por ejemplo, atacar a alguien con una falsa sierra mecánica puede llevar a una pena de hasta un año de prisión y una multa, en caso de que se haya llamado a la policía o el Samur.

Querer provocar el caos o infundir miedo en la población, como es el caso de los payasos diabólicos que se veían el año pasado en las calles con la intención de aterrorizar, o amenazar a la gente por la calle con un disfraz de “la muerte” con una guadaña demasiado real y con una actitud muy agresiva, puede constituir un delito de amenazas. Este delito se castiga con una multa, cuando es leve, y con pena de prisión si va dirigida a los habitantes de una población, grupo étnico, cultural o religioso, de diferentes meses o varios años, según la gravedad de las amenazas y las circunstancias.

Cuidado con las armas y replicas de autoridades

Según el Reglamento de Armas hay que tener en cuenta que todo lo que pueda pasar por un arma real puede llevar a confusión y podrán requisarse. No hay problema si está claro que el arma es de juguete y forma parte de un disfraz, pero sí lo hay si la imitación es tan buena que parece un arma real.

Por otro lado, si el disfraz es una réplica exacta y la persona se hace pasar por una autoridad pública, podría ser delito de usurpación de funciones públicas y de intrusismo. Esto sería el caso, por ejemplo, de ir disfrazado de policía y actuar de tal forma que la gente se lo crea. La pena de prisión de este delito iría desde uno a tres años.

Esto no significa que los disfraces de Zombi, policía, atracador, payaso diabólico o villano maligno estén prohibidos. Es totalmente válido disfrazarse de lo que se quiera pero siendo responsable con los actos y no provocar perjuicios o situaciones de pánico entre la sociedad.

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