La llegada de diciembre, último mes del año, trae aparejado en el calendario de muchas sociedad occidentales la Navidad. La aparición de la celebración de estas fechas promueve entre muchos emprendedores la necesidad de renovar sus proyectos. Para algunos un avance en el proyecto emprendido; para otros significará dar el salto al emprendimiento y pasar a convertirse, de repente, en el máximo responsable de su toma de decisiones.
El último dato del Ministerio de Economía y Hacienda (octubre 2018) reveló que en España había, en ese momento, algo más de millón y medio de autónomos (1.550.271) y algo más de 1,3 millones de pymes (1.315.990). De estas últimas, 1.138.689 son microempresas, con entre uno y nueve asalariados.
País de emprededores
Estos datos revelan, con poco margen para la duda, que en nuestro país el emprendimiento de pequeños y medianos empresarios es uno de los sustentos indudables de la solidez y, llegado el caso fortalecimiento, de nuestro sistema económico. Sin embargo, para que pueda existir dicha fortaleza debe existir una seguridad jurídica fuera de toda duda en la gestación de dichas empresas. Una de las ciudades de España con más desarrollo ha sido la Ciudad Condal y algunos de ellos han buscado la mejor asesoría jurídica en Barcelona.
El paso adelante del emprendedor solo puede venir acompañado de un asesoramiento específico, cualificado y reconocido. Aunque no existe el dato estadístico, la evidencia diaria demuestra que arrancar una pequeña o media empresa sin el pertinente asesoramiento legal es crearse problemas a uno mismo.
En el inicio del proyecto se hace necesaria la asistencia especializada de asesores expertos en pymes en las áreas de práctica legal y jurídica más necesarias en su día a día. Los nuevos emprendedores reclaman un enfoque preventivo y empresarial que, pese a ser reclamado por aquellos que ponen en marcha el proyecto, encuentran en algunas empresas como es es el caso de la consultoría jurídica GD Legal.
Confianza en expertos
La experiencia ha venido a demostrarle a muchos de esos más de 1,3 millones de pequeños y medianos empresarios, que depositar la confianza en los expertos ayudará a salvar determinadas contingencias propias de la actividad el día a día de nuestra pequeña y mediana empresa.
Los datos macroeconómicos de nuestro país revelan que el 99,9% de nuestras empresas son pymes. Sobre ellas se estima alrededor del 74% del empleo de nuestro país. Dato inequívoco del que se desprende la absoluta dependencia de la economía española de dichas pymes. A ellas se les atribuye también el 63% del valor añadido bruto. Indicadores más que relevantes para, en el caso de querer formar parte de dicho sector, los primeros pasos se den con garantías de solidez.
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