SOCIEDAD SUCESOS

¡Tres meses de cárcel para la madre!

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Se le escapa su hijo autista en el Metro y la historia acaba en…

La interventora que no dejó picar el billete del niño que estaba sacado, alegó una lesión de cervicales y secuelas

El día 30 de julio del año 2012 comenzó un sorprendente “e injusto calvario” (según palabras de la protagonista) en el Metro de Almendrales cuando Raquel, una vecina de Leganés, venía con sus padres y su hijo (autista) de un funeral. Mientras, según el relato de la propia Raquel a LEGANEWS, “sacaba los billetes para mi padre, mi hijo y para mí; mi madre se acercó con su abono transporte a los tornos para pasar. El niño se asustó y salió corriendo hacia mi madre y pasó con ella”.

Y algo que podía haber terminado, pasando el billete del crío por el torno, no pudo producirse porque empezó a enredarse de tal manera una historia que tres años después, y con un juicio de por medio, le fue comunicada una sentencia de tres meses de cárcel y una indemnización cercana a los 3.000 euros por lesiones y secuelas a una interventora del Metro de Madrid.

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Raquel asegura hasta  la extenuación que el hecho por el que ha sido condenada, y que en este momento se encuentra pendiente de recurso en el juzgado de lo Penal 16 de la Audiencia Provincial de Madrid, es rotundamente falso.

Los relatos de la denunciante M.M.G.J. y la denunciada no coinciden en ningún extremo, pero lo que si es evidente, a tenor de la comprobación de los billetes de la página anexa es que Raquel había comprado los tres billetes y que uno no llegó a pasar por torno alguno. “No llegaron ni a dejarme que lo hiciera. La interventora del Metro, que se inventó las lesiones, porque llegó a decir que yo la arañé intentando quitarle el billete del abono de mi madre, algo de lo que no existe parte ninguno”.

Hay muchas cosas que sorprenden de la historia, pero el testimonio por el que fue condenada fue de una persona que no estaba presente. Según reza literal en el escrito de acusación “subió al vestíbulo ante los gritos que escuchaba”.

Raquel llegó a presentar ante Metro una reclamación por el comportamiento de la Interventora. “Nosotros nos negamos a pagar los 30 euros de multa porque el billete se había sacado y no nos dejó pasarlo, llegó a decirme que si no me daba verguenza enseñar a mis hijos a colarse”. Tal y como dice en la reclamación “el jefe de estación muy amable me dijo que pasase el billete por el torno pero la revisora se empeñó en que tenía que venir la Policía”.

Y por el camino, por arte de nadie sabe cómo ni porqué, la interventora de Metro alegó un empujón y un problema de cervicales. La justicia le dio la razón y la carrera de un niño autista asustado que pasó con su abuela al Metro, con un billete en la mano de su madre que no le dejaron pasar por los tornos, acabó, de moento, en una pena de tres años de cárcel por una lesión.

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Los billetes de la discordia

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Metro no dispone de las grabaciones de ese día

Una vez que Raquel tuvo conocimiento del proceso, su abogada (de oficio) solicitó las grabaciones de las cámaras de seguridad de Metro de Madrid. Para sorpresa, tanto de Raquel como de su letrada, la respuesta de la asesoría jurídica de la compañía metropolitana fue “nos indican nuestros departamentos correspondientes que no disponemos de las grabaciones en las que se hayan registrado las imágenes en las estación de Almendrales”.

Un calvario que está en la Audiencia

Raquel no pudo pasar el billete de su hijo por el torno, pese a tenerlo en la mano y haberlo sacado con los otros

No hay que ser familiar de primer grado de ningún investigador privado para darse cuenta de que los tres billetes que aportó Raquel como prueba y que, lógicamente, aún conserva están sacados de forma correlativa y tienen la misma hora 19:50, el primero y 19:51, los dos siguientes del famoso 30 de julio del año 2012, tal y como puede comprobarse en la esquina inferior derecha de los tres billetes cuyo anverso es blanco. El trayecto era de Almendrales hasta Villaverde Alto, donde tenían intención de coger el tren de Cercanías para llegar hasta Leganés.

Los dos billetes de la imagen central (superior e inferior) han sido convenientemente ‘picados’ a través del torno instantes después de haber sido comprados, puesto que la hora que tienen en la esquina superior derecha es la misma en ambos casos 19:51.

Por último, en la tercera imagen de la derecha, puede comprobarse como el billete del centro no fue pasado por los tornos, según la versión de Raquel, porque la interventora no le dejó hacerlo. Las preguntas son: ¿Que séntido tendría sacar ese billete de Almendrales a Villaverde para no pasarlo por el torno, después de haberse gastado el dinero en el mismo? ¿Tendría alguna lógica que la abuela colase al niño? ¿Lo normal no hubiese sido, con el billete en la mano, haber exigido al portador del mismo que lo ‘picase’?

niño autista

Sospechan que la lesión de la interventora es falsa

Ante la sospecha de que la supuesta lesión de cervicales, por la que fue condenada Raquel, fuese una excusa de la interventora del Metro, la defensa solicitó a la Mutua  las bajas de la denunciante por “cervicalgias”, “mareos” o “relativas a accidentes de tráfico o similares”; además de pedirle a su centro de salud de referencia las afecciones por similares problemas clínicos que pudiese haber tenido, al sospechar que era una invención.

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