“El tacto suave de vuestras manos, la mirada tierna que traspasa la distancia, el olor perfumado de bondad de vuestros cabellos y la infinita enseñanza que nos habéis dado”
Emoción en el recuerdo. Lágrimas en la memoria. Hasta el cielo se sumó con su llanto enfurecido al acto ‘Homenaje a nuestros mayores’ convocado en el día de ayer por los familiares de los residencias de Vitalia Leganés. El acto se celebró en la Plaza del Juego de Leganés Norte, el lugar más cercano posible a donde fallecieron más de un centenar de residentes.
Familiares y vecinos se dieron cita en un emotivo homenaje que ni siquiera el agua caída durante la tormenta pudo empañarlo. Un corazón hecho de velas con la leyenda ‘107 nunca os olvidaremos’ sintetiza la emoción vivida y el dolor de las familias de los que han perdida la vida durante la primera oleada de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
Recuerdo emocionado
Un árbol con cintas blancas con sus nombres, una pieza musical repleta de emoción y unas palabras cargadas de recuerdo. “Para homenajear a todos y cada uno de nuestros mayores. A los que se fueron en soledad durante la epidemia mundial y también a los que siguen superando la pandemia”. En el texto leído no se quiso obviar a “los que han superado las dificultades del encierro al que han estado sometidos”.
“Vosotros nos dais el empuje que aviva nuestro compromiso para que vuestros derechos en la residencia sean cumplidos”. Además se indicó que “las distancias son solo físicas porque se afianza en nuestro interior un vínculo afectivo inquebrantable. Esta tarde queremos traer a nuestra memoria a esas personas mayores que fallecieron durante la pandemia. Como las llamas de estas velas que encendemos en su nombre, su llama se vierte en nuestros corazones y seguirán alumbrando el curso de la historia”.
La infinita enseñanza
Además se guardó durante el acto un respetuoso minuto de silencio por la memoria de los que han “alzado el vuelo hacia otro tiempo y espacio”. El texto leído acabo agradeciendo “el tacto suave de vuestras manos, la mirada tierna que traspasa la distancia, el olor perfumado de bondad de vuestros cabellos y la infinita enseñanza que nos habéis dado”.