Un gol de Guerrero en el 80′, revisado por el VAR, deja a los pepineros con opciones de salvación en la última jornada
La derrota del Celta y la victoria del Alavés salva a los vitorianos y deja a los vigueses con la necesidad de no perder en Cornellá
Crónica: juanma_alamo
El Leganés salió a San Mamés en su primer cara o cruz. A fuer de ser sincero, si hace meses le dicen a algún aficionado que a la penúltima jornada iba a llega con opciones la cosa hubiese sonado raro. Pero pasó. Había que jugar 90 minutos, que van a ser 180 por lo que ocurrió en San Mamés y en el resto de encuentros. Las cosas son como son.
Después de cuatro años inolvidables, el Leganés tendrá una última opción de seguir siendo equipo de Primera la próxima temporada 20-21 en la última jornada. Nadie quería cerrar en San Mamés un maravilloso círculo para la historia pepinera. Habrá que esperar al domingo. Llega con opciones. Lo logró merced a una victoria cocida a fuego lento en San Mamés.
Con los resultados que se han dado, solo cabe una: ganarle al Real Madrid y que el Celta no gane al Espanyol en Cornellá. Es así de difícil y de complicado.
Problemas a borbotones
Aguirre tuvo todos los problemas que puede tener un entrenador para hacer una alineación. Si algún problema tení.a la cita era precisamente esa. La cantidad de futbolistas que faltaban para poder confeccionar un once. Allá donde se mirara, salvo en la portería, había un problema. Pero si había que ‘morir’ (deportivamente hablando) había que hacerlo con toda la dignidad que la ocasión requiere.
La lista de Aguirre
El Leganés afrontó la cita sabedor de que el fallo se pagaba con lo más caro que hay. Y todo sin olvidar que sendas victorias de Alavés y Celta acababan con cualquier esperanza. Pese a ello, el Lega salió a dar la cara, algo de agradecer sabiendo todo lo que había en juego. El tiempo le daría o lo quitaría razones. Eraso, un ‘ex’ de Lezama, fue el primero en intentarlo con un disparo desviado en el minuto cinco. No era mucho, pero era algo. Como algo fue lo que le regaló a los diez minutos fue un gol del Levante. Oxígeno puro desde lejos.
El Athletic tardó algo más de 10 minutos en intentar tomar el control de la cita. Los blanquiazules se encontraron con un equipo que iba poco a poco ganándole sitio y haciéndole retroceder por momentos. Ni el segundo gol del Levante (12′) cambiaba el panorama en San Mamés. Los leones apretaban cada vez más y ofrecieron la primera sensación de peligro cuando el reloj caía cerca del minuto 15. Raúl García remataba con una blandura impropia del futbolista que acredita. Sin embargo el Lega empezaba a tener un problema, porque no valía para nada defender un empate. Al menos a priori.
Algo olía a favor: contra 10
La tarde tenía algo a favor de los pepineros. En el ecuador del primer tiempo se produjo el cambio se produjo el o cambio más sustancial del encuentro. Un balón de Rosales vertical hacia Bryan Gil obligó al portero local, Unai Simón, a salir más de la cuenta. La acción le costó la expulsión al guardameta local. Las cosas que tiene el fútbol, otro expepinero (muy querido por cierto), Iago Herrerín entró en el campo. El Athletic se quedó con 10 y, la primera sensación, ligeramente desordenado. El Lega tenía una buena noticia, jugaba contra diez; y una mala, el Mallorca ganaba y obligaba aún más a los pepineros.
Se había consumido la primera media hora de partido y el verbo consumir era el más adecuado para definir lo visto. Era muy poco tirando a nada. Al Lega no le debía valer y había que buscar alguna alternativa más y, sobre todo, alguna alternativa mejor. Era el camino lógico. Y había que esperar que en la pausa de hidratación fuese ese tiempo muerto del que Lega saliese bastante más vivo de lo que estaba. El equipo estaba virtualmente descendido a esa hora. Una victoria con esos resultados le daba vida. Un empate le mandaba a Segunda… a esa hora.
Sin prisas
Asegura un dicho que las prisas son para los ladrones y los malos toreros. El Lega debía saberlo porque en el tramo final del primer tiempo no mostró la prisa que parecía exigirle. Debía tener algún plan Aguirre que pasase más por comerse el partido lo más cocido posible. Lo más tierno. De momento había que cumplir una máxima: no encajar para poder ganar. Y para eso no parecían tener prisa. Algo que no fue óbice para que Amadou acercase la punta de una bota en un remate y Eraso lo volviese a intentar desde fuera.
El Celta acortaba distancias (1-2). El Lega se pegaba más al área de Herrerín. El Alavés, a esa hora, mantenía el empate a cero ante el Betis. El Athletic salía dislocado hacia el área pepinera y sacaba una falta en el borde del área de esas que huelen a gol desde antes de botarse. Solo el disparo de Unai López a la barrera zafó la ocasión en el ‘estertor’ del primer tiempo. Pero la cosa acabó en un saque de esquina que otro Athletic de hace años hubiese aprovechado de otra forma. Y cayeron seis de prolongación. Y cayó el empate del Granada en Mallorca del tipo que hizo el primer gol pepinero en Primera (Víctor Díaz). Más cosas de cara. Hasta que llegó e.l empate del Celta (2-2) antes del descanso
Aire, descanso y vuelta
El Lega salió vivo, en el partido, de la primera parte pero ‘muerto’ en la categoría. Todo iba de cara en el resto de campos menos su resultado. El descanso iba a traer aire y oxígeno. Y a los mismos 21 protagonistas que habían finalizado el primer tiempo. Lo de tener 45 minutos por delante sabiendo que “o ganabas o gabanas” era cuestión de ver cómo lo tenían de interiorizado unos y otros porque la noche se estaba poniendo fea para los locales y muy oscura para los visitantes.
En mitad de las reflexiones hay una que hay que hacer por si alguien la coge al vuelo de cara al futuro. Los partidos de fútbol se suelen ganar haciendo más goles que el rival. Para que eso suceda hace falta hacer goles. Para hacer goles hay que tener futbolistas que los hagan. Para tener futbolistas que los hagan hay que ir buscarlos, que quieran ir a tu equipo y que los hagan. Y todo junto pues no ha pasado en el Lega. El ejemplo palmario es que, según comentaban los compañeros de GOL TV, entre los once titulares del Lega habían sumado… ¡Un gol! en toda la temporada.
La dignidad por encima de todo
Volvamos a lo que pasó. El Levante se puso, otra vez, por delante en Balaídos (2-3). Pero llegaba el gol del Alavés ante el Betis (0-1). La noche empezaba a ponerse muy negra para el Lega. Y eso supuso que el Lega empezase a ponerle algo de picante al partido. Bryan Gil probaba desde fuera del área, mientras Roque Mesa y Guerrero esperaban en la banda para entrar. Rosales le pegaba desde fuera y acabó en la esquina. El Lega daba la sensación de querer morir matando, pero es que no estaba muerto. Ni siquiera de parranda. Estaba dando la cara con una entereza que habría sido deseable en muchas otras citas.
El único camino para agitar el avispero de la clasificación por abajo era un gol pepinero. Pero si en toda la temporada han sido tan poquitos… ¿Qué hubiese pasado si este equipo hubiese sido capaz de hacer algo? Pues lo mismo que podría haber pasado si un disparo de Roque Mesa se hubiese colado entre los palos de Herrerín. Lo de las Matemáticas empeoró con un gol del Granada. Perdía el Mallorca y, por extraño que parezca, con el empate del Lega le venía mejor (si todo acababa así).
Sin victoria, ni Matemáticas había que poner en el asador. Todo lo que se pudiese. Lo hizo Aguirre. Cambió el sistema. Dibujó forma ofensiva absoluta. Puso en el campo todo lo que tenía esperando a que cayese el gol que le agarrase a la esperanza del último partido de la temporada. No había otra camino. El Alavés se descolgaba de la batalla con un 0-2 que le dejaba en Primera y fuera de problemas. Con el Mallorca perdiendo solo cabía la victoria para llegar vivo y no virtualmente muerto al último partido. Y sucedió.
El gol de la vida
Y lo que no había pasado en todo el año (el gol de Guerrero) llegó. Llegó cuando más se esperaba. Llegó cuando más falta hacía. Llegó después de revisarlo el VAR. Llegó dándole una vida, una bombona de oxígeno. Valía para llegar con opciones a la última jornada y jugarse la última carta en el Municipal de Butarque. Puede ser aquello de nadar para morir en la orilla.. pero ¿Y si no?
El principal problema es que el Lega se lo jugará ante el líder y campeón (Real Madrid) y el Celta lo hará en el terreno del descendido y colista Espanyol. ¿Quién iba a decirlo? ¿Quién podría pensarlo? Cuéllar volvió a ser el tipo que deja una parada gloriosa en el momento final y evita el empate.
PD: Lo de salvarse con 36 puntos ocurre . Ocurrió hace cuatro años en su primera temporada en Primera. ¿Ocurrirá otra vez?
LALIGA (Jornada 37ª)
ATHLETIC CLUB, ; CD LEGANÉS
ATHLETIC: 1. Unai Simón; 18. De Marcos (21. Capa, 69′), 5. Yeray, 3. Núñez, 17. Yuri; 16. Vesga, 8. Unai López; 9. Williams (25. Villalibre, 69′), 34. Sancet (13. Herrerín, 22′), 10. Muniaim; y 22. Raúl García.
CD LEGANÉS: 1. Cuéllar; 19. Aitor Ruibal, 3. Bustinza, 22. Siovas, 15. Rodri Tarín, 16. Rosales (20. Assalé, 72) 16. Bryan Gil, 21. Rubén Pérez, 17. Eraso (6. Roque Mesa, 60′), 23. Amadou (33. Javier Avilés, 74′); y 39. Manu (9. Guerrero, 60′).
ÁRBITRO: Martínez Munuera (Colegio Valenciano). Amonestó a los locales Raúl García (52′), Muniaim (62′) y a los visitantes Eraso (43′), Bustinza (43′), Rubén Pérez (75′). Expulsó con roja directa a Unai Simón (22′).
GOLES: 0-1 (78′) Guerrero tras recibir un pase de Assalé. 0-2 (93′) Assalé tras una jugada personal de Avilés.