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Así deberán actuar los centros educativos ante la aparición de casos de COVID-19

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Tras seis meses marcados por la pandemia y la crisis sanitaria causada por la COVID-19, inicia el curso 2020/21 en todos los niveles de enseñanza del país. Como se tenía previsto, todas las instituciones educativas se han visto en la obligación de adaptarse a las necesidades excepcionales que requiere la situación actual sanitaria. 

El COVID-19 afecta a todos por igual, pero es cierto que su transmisión es limitada en la población infantil y juvenil. Un estudio realizado en población representativa del conjunto de España encontró una prevalencia de anticuerpos frente al virus de un 5,0% en la población general, siendo del 3,4% en la población menor de 20 años.

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Centros educativos

Los centros educativos son espacios de convivencia donde es necesario establecer medidas de prevención, higiene y promoción de la salud. Las decisiones sobre medidas de control en estos centros deben ser consistentes con las medidas de salud pública adoptadas en la comunidad. según se indica en el protocolo.

“El cierre proactivo de los centros educativos como medida para controlar la transmisión ha demostrado ser poco efectiva de manera aislada y tener un impacto negativo a nivel de desarrollo y educación de la población en etapa de aprendizaje”. En el momento actual se han implementado diversas medidas para controlar la trasmisión del virus que permitan un inicio del curso escolar lo más seguro posible. En los centros educativos pueden aparecer casos debido a la movilidad y al contacto entre las personas, sin embargo hay medidas que se pueden adoptar para reducir la probabilidad de transmisión. 

Medidas y escenarios

Las medidas para la contención rápida de la infección incluyen la gestión adecuada en el centro educativo de las personas que inician síntomas, la identificación precoz de los casos, la identificación, cuarentena y seguimiento de los contactos estrechos y la identificación de posibles focos de transmisión en colectivos específicos. Estas acciones requieren que los centros mantengan una comunicación fluida y continuada con las autoridades de salud pública.

Ante los diferentes escenarios que puedan darse, se debe organizar una pronta respuesta que permita controlar un posible brote. Esto incluye la posibilidad de que se indique el cierre reactivo transitorio de una o varias aulas, junto con diferentes escalones de medidas que considere salud pública a través de la evaluación del riesgo.  

Manejo de los casos

Cualquier alumno o trabajador del centro que tenga síntomas compatibles con COVID-19 o que se encuentre en aislamiento por diagnóstico de COVID-19, no deberá acudir al centro educativo, así como tampoco lo harán aquellos que se encuentren en período de cuarentena domiciliaria por haber mantenido un contacto con alguna persona diagnosticada de COVID-19.

Ante una persona que desarrolle síntomas en el centro educativo, se seguirá el protocolo de actuación del centro previamente elaborado:  

  • Se le colocará una mascarilla quirúrgica, se le llevará a un espacio separado, y se contactará con la persona responsable del manejo del COVID-19 en el centro educativo y con los familiares o tutores legales.
  • La persona que acompañe al caso sospechoso deberá llevar el material de protección adecuado: mascarilla quirúrgica, mascarilla FFP2 sin válvula, una pantalla facial y una bata desechable.

Hay que recordar que el centro deberá disponer de un stock de este material de protección para las situaciones en las que se requiera para la atención de un caso sospechoso.

  • Un espacio (sala) donde los casos sospechosos esperen, será de uso individual, y contará con una ventilación adecuada y con una papelera de pedal con bolsa, donde tirar la mascarilla y los pañuelos desechables. La sala deberá ser ventilada, limpiada y desinfectada tras su utilización.
  • Los docentes u otro personal con condiciones de salud que les hagan vulnerables deberán informar a los equipos directivos que son trabajadores especialmente sensibles para COVID-19, y será valorado por el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales quien indicará si es necesario tomar medidas adicionales.

La persona designada como responsable en el manejo de COVID-19 en el centro contactará con la familia o tutores legales, en caso de que la persona afectada sea menor de edad, para que acudan al centro escolar para su recogida. Así mismo en el casod e que la persona afectada sea trabajadora del centro se pondrá en contacto con su Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, el centro de salud o con el teléfono de referencia de la comunidad autónoma, y se seguirán sus instrucciones. En ambos casos, si los síntomas que se presentan son de gravedad o dificultad respiratoria, se llamará al 112 o al 061.

La persona afectada se considera caso sospechoso y deberá permanecer aislado en su domicilio hasta disponer de los resultados de las pruebas diagnósticas. En el caso de ser positivo, no deberá acudir al centro y deberá permanecer en aislamiento hasta transcurridos 3 días del fin del cuadro clínico y un mínimo de 10 días desde el inicio de los síntomas.

Procedimiento de notificación

Los servicios de vigilancia epidemiológica de Salud Pública de las CCAA deben recibir la información sobre los casos cuando sean confirmados tanto en atención primaria como en hospitalaria del sistema público y privado así como de los servicios de prevención. Hasta la obtención del resultado, la actividad docente continuará de forma normal extremando las medidas de prevención e higiene.

Una vez obtenido un resultado positivo, los servicios de salud pública o quién la comunidad autónoma haya designado para este fin, contactarán con los centros educativos y las familias para realizar la investigación epidemiológica e informar de la situación. 

Manejo de contactos

Si un caso resulta positivo se realizará el estudio de contactos en el medio educativo y fuera de éste mediante la identificación, clasificación y seguimiento de los contactos siguiendo los protocolos que estén establecidos en cada comunidad autónoma. El periodo a considerar para la evaluación de los contactos estrechos será desde 2 días antes del inicio de síntomas del caso hasta el momento en el que el caso es aislado, y en los casos asintomáticos confirmados por PCR, los contactos se buscarán desde 2 días antes de la fecha de diagnóstico. 

En cuanto al proceso, se indicará cuarentena a los contactos durante los 14 días posteriores al último contacto con un caso confirmado; se realizará un seguimiento activo y estos deberán permanecer en su domicilio; se indicará la realización de una PCR a los contactos con el objetivo principal de detectar precozmente nuevos casos positivos (si el resultado de esta PCR es negativo se continuará la cuarentena hasta el día 14); el personal educativo podrá continuar con su actividad laboral si la obtención del resultado de PCR es negativo; se proveerá a las familias de la información adecuada para el cumplimiento de las medidas de cuarentena, por último, se indicará el cierre del aula si el caso pertenece a un Grupo Convivencia Estable (GCE), grupo formado por un máximo de 15 alumnos más el tutor, o se continuará de forma normal, extremando las medidas de precaución y realizando una vigilancia pasiva del centro, si los casos son negativos.

Manejo de brotes

Se considerará brote cualquier agrupación de 3 o más casos con infección activa. Los escenarios de aparición de los casos de COVID-19 en los centros escolares pueden ser muy variables, por eso el control de la transmisión en estos escenarios y las actuaciones necesarias para su control, dependerán de factores relativos a la organización propuesta por cada centro educativo. Algunos de estos elementos son la sectorización del centro escolar con una separación franca entre las distintas etapas educativas: infantil, primaria, ESO y bachillerato o la presencia de una o varias líneas escolares. 

Intercambio de información y comunicación del riesgo

Los centros educativos deberán contar con una figura de responsable en el manejo de COVID-19, entre cuyas funciones estará la comunicación y coordinación con los servicios sanitarios y los servicios de salud pública de su comunidad autónoma. Su objetivo será  facilitar la resolución de dudas en relación con las medidas de prevención, adaptación y protección necesarias, así como para coordinar las actuaciones sobre las personas trabajadoras docentes con problemas de salud.

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