Desde 1987 la Policía Nacional trabaja con investigadores en incendios que cuentan con la capacitación teórica y la experiencia necesaria para investigar este tipo de sucesos. Los incendios provocados son uno de los delitos más difíciles de aclarar debido a que en la mayoría de los casos sólo existen indicios circunstanciales, no suelen haber testigos y las pruebas se extinguen con el fuego.
Por otra parte, aunque muchas veces se observan acelerantes, estos están tan ligados a la actividad humana que el simple hecho de detectarlos es de un valor probatorio limitado, es por ello que el investigador de incendios mediante una inspección ocular detallada puede confirmar en la mayoría de los casos si un incendio ha sido provocado o ha sido de forma accidental.
Los especialistas en investigación de incendios con los que cuenta la Policía Nacional, están repartidos por todo el territorio nacional, y están coordinados por la Comisaría General de Policía Científica. Son los encargados de realizar el conjunto de comprobaciones y operaciones técnicas donde se ha producido un incendio o una explosión violenta o sospechosa de criminalidad para su investigación y esclarecimiento. Unidos a la Brigadas Provinciales y Locales de Policía Científica existentes en las grandes ciudades españolas, todos ellos, cuentan con la experiencia suficiente para averiguar este tipo de sucesos.
Investigación de cuatro siniestros al día
La continua labor especializada de los especialistas de la Policía Nacional fue necesaria en la investigación de 1.634 incendios que se produjeron el año pasado, emitiendo hasta 805 informes técnicos y lo que se resume en unos cuatro siniestros al día. Actualmente, se han investigado 907 hechos con la emisión de 354 informes.
Tras estas cifras se esconden siniestros de todo tipo, desde incendios de vehículos hasta grandes incendios en naves industriales o edificios, abarcando todas las fuentes posibles de origen del sucesos según se trate de incendios provocados, negligentes o accidentales.
Investigación multidisciplinar
La investigación de incendios se debe abordar desde un punto de vista multidisciplinar involucrando en la misma, además de los especialistas de Policía Científica, a distintas unidades de la Policía Nacional. También es esencial el trabajo de los agentes de Policía Judicial que, como instructores de las diligencias policiales, aportan valiosa información sobre las circunstancias e implicados en el suceso; así como los de Seguridad Ciudadana, al ser los primeros agentes en llegar al lugar y recabar información tanto de testigos como de los servicios de extinción de incendios.
Además hay que destacar la creciente utilización de las nuevas tecnologías en la investigación de incendios mediante el uso de cámaras 360º o térmicas que facilitan la correcta resolución de este tipo de investigaciones.
Trabajo de los Guías Caninos
El uso de perros en la investigación de incendios dedicados a la detección de acelerantes es relativamente reciente y sus inicios se remontan a los años ochenta, no obstante es en la década de los noventa cuando adquiere su desarrollo, principalmente en Estados Unidos y Canadá. En Europa, los países nórdicos (Noruega, Suecia, Dinamarca y Finlandia), Francia, Alemania y Gran Bretaña han desarrollado programas de entrenamiento de perros en éste área.
La labor de los Guías Caninos y sus perros DAF -Detectores Acelerantes Fuego-, también se trata de una investigación multidisciplinar, ya que es fundamental para determinar el foco donde se originó el incendio en el caso de se hubieran empleado algún tipo de acelerantes, así como el trabajo de la Unidad de Medios Aéreos, tanto con sus helicópteros como con sus drones, que permiten visualizar la extensión de un incendio de grandes dimensiones o cuando se ha producido el colapso de estructuras.
Los perros poseen una capacidad innata para detectar olores en muy bajas concentraciones. El sistema olfativo de los caninos se cree que es capaz de detectar líquidos inflamables en grandes concentraciones con una exactitud del 90%. El límite de detección, sin embargo, no es el único criterio, ni incluso el más importante para el técnico. Lo más determinante es la especificidad o capacidad para distinguir líquidos inflamables del resto de materiales del siniestro.
Últimas investigaciones
La labor fundamental de los agentes de la Policía Nacional que trabajan en investigaciones de incendios, es analizar las causas y los orígenes de fuegos y explosiones de gran relevancia. Recientemente, se ha llevado a cabo la investigación de diversos siniestros como el ocurrido en el madrileño barrio de Hortaleza donde un incendio calcinó las plantas superiores de un edificio de 20 alturas.
Igualmente intervinieron en dos incendios ocurridos en los últimos meses en la provincia de Málaga. En la localidad de Marbella se inspecciónó el siniestro ocurrido en un hotel que causó la muerte de una persona que estaba alojada en el establecimiento, además de varias personas afectadas por inhalación de humos. Así mismo, la inspección realizada en el siniestro que calcinó un centro comercial de Estepona permitió comprobar el origen del fuego y, de esta manera, detener a dos personas que, presuntamente, habían provocado un cortocircuito al engancharse ilegalmente a la red eléctrica.