(Por Amador Sánchez)
Profesor de Educación Secundaria y Maestro de Educación Primaria. Fue director del CEIP Víctor Pradera y del CEPA Rosalía de Castro en Leganés. También ha sido director general de Centros Docentes y de Calidad de los Servicios y Atención al Ciudadano; director de programas educativos de Menores Infractores y miembro del Consejo Asesor del Defensor del Menor. En la legislatura 15-19 fue viceconsejero de Educación de la Comunidad de Madrid.
Especialmente alarmantes en la redacción actual de la Ley Orgánica para la reforma de la Ley Orgánica de Educación impulsada por el gobierno de Pedro Sánchez (en adelante LOMLOE), por su repercusión sobre el conjunto del sistema educativo, son: la falta de cohesión nacional que supondrá no potenciar el uso de una lengua común por todos los españoles; la supresión de los centros de educación especial; y la modificación de los programas de estudio, la calificación y promoción sin criterios claros y homogéneos.
Según el Instituto Cervantes, ya en 2018, más de 577 millones de personas en 107 países hablaban español en el mundo, y 480 millones lo tienen como lengua materna ¿Puede alguien asegurar que el que cada comunidad autónoma elija la lengua vehicular de la educación representa hoy día más progreso, oportunidades de trabajo, cohesión y bienestar social? Personalmente considero que no.
La libertad de elección de centro no puede ser solo privilegio de las familias que dispongan de recursos para financiar el coste de centros privados, opción elegida por un considerable número de los que están impulsando cambios tan profundos en el sistema educativo.
Otra ocasión perdida para propiciar un Pacto Nacional por la Educación con la participación de todos… ¿Hasta cuándo “nuevo gobierno, nueva Ley”?
A día de hoy, el sistema educativo español es muy inclusivo. Está integrado en los centros docentes alumnado con trastornos generalizados del aprendizaje, con trastornos del espectro autista, con movilidad reducida, con altas capacidades, con problemas de aprendizaje y de rendimiento, con déficit de audición y lenguaje o de visión, y un largo etcétera. Pero los centros de educación especial, con ese o con otro nombre, siempre serán necesarios para garantizar la atención especializada de un número reducido de niños y niñas con necesidades superiores a las que pueden atenderse en todos los centros educativos actuales.
En cualquier caso, antes de proponer la supresión de cualquier elemento de la red de atención a la diversidad en la educación, debería evaluarse de forma rigurosa y objetiva la situación actual, y ello contando con las familias y con los profesionales. Lo contrario será simplemente una improvisación y un paso atrás.
El profesorado está llevando a cabo un trabajo de excelencia profesional y de compromiso social, superando con creces las atribuciones de su perfil profesional. Junto con el personal sanitario, están ya en la historia como los héroes de esta pandemia.
¿Se puede asegurar que si cada Comunidad elije la lengua vehicular de le educación se conseguirá más progreso, empleo, cohesión y bienestar social?
No estaría mal que las orientaciones ministeriales fueran encaminadas sobre todo a facilitar su tarea. Por el contrario, se les complica su trabajo: el alumnado podrá promocionar con varias asignaturas suspensas, y podrá estudiar diferentes contenidos básicos en cada centro o comunidad autónoma. En este coyuntura, ¿con qué criterios se van a realizar unas pruebas justas para el acceso a la universidad?
LOMLOE: ¡Otra ocasión perdida para propiciar un Pacto Nacional por la Educación con la participación de todos! ¿Hasta cuándo vamos a estar publicando una nueva ley de educación cada vez que cambie el gobierno?