La noticia desvelada el sábado por LEGANEWS sobre el ‘asalto’ a tres viviendas unifamiliares de la calle Casiopea del barrio de Poza del Agua en la madrugada del sábado ha destapado una historia aún peor ocurrida 48 horas antes en una calle cercana. La forma de actuar fue muy similar y la calle muy cercana: Osa menor.
Los hechos ocurrieron entre las tres y cuatro minutos de la madrugada y las tres y once minutos. En ese intervalo de tiempo, tres individuos entraron en el interior de una vivienda y, en esta ocasión sí, se llevaron todo lo que pillaron a mano, centrándose en objetos electrónicos (teléfonos, tablets y ordenadores), además del bolso de la dueña de la casa y huyeron robando uno de los coches de los propietarios de la vivienda, al haberse llevado también las llaves. En las imágenes, mostradas en exclusiva por LEGANEWS, se observa a tres individuos entrando en el domicilio y saliendo del mismo siete minutos después con diferentes objetos.
Según el relato de miembros de la familia: “Estábamos en casa, me quedé dormido en el salón y a las tres de la mañana subí para la habituación. Al poco tiempo escuché un golpe. No me pareció normal y al asomarme me encontré abierta la puerta de acceso a la parcela y la de casa“. El propietario de la casa explica que cuando bajó de la planta de arriba observó que los ladrones tenían intención de entrar de nuevo en la casa: “Ya se habían llevado dos iphones, dos tablets, un ordenador, dos apple-watch…”.
‘Acceso limpio’
Todo ello sin realizar el más mínimo daño, ni en el acceso a la vivienda, ni en el acceso a la parcela. Tal y como se ven en las imágenes, el primero que accede salta por encima y abre la puerta para que entren los otros dos ‘compañeros de robo’. Dada la secuencia de robos repetidos en menos de 48 horas, los vecinos tienen la sospecha de que “nos están vigilando”.
Incluso tienen la sospecha de que el mismo sábado habrían podido estar merodeando por la zona. “El sábado vi a dos tipos con capucha por la zona” (misma indumentaria que los que entraron a robar) y “cuando les llamé para hablar con ellos echaron a correr”.
La preocupación entre los vecinos de la zona es muy alta después de lo ocurrido durante todos esos días. Este hecho viene a sumarse a lo relatado por este mismo periódico en lo ocurrido durante la madrugada del sábado en varias viviendas unifamiliares de una calle muy próxima.
