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Los de Garitano hicieron un buen partido y merecieron mucha mejor suerte que la de salir derrotado
El Lega cayó ante el líder con todos los honores que se puede caer ante un equipo que tiene calidad por exceso y que se aprovechó de ella en dos momentos puntuales del partido para hacer los dos goles que a la postre resultaron definitivos para sumar tres puntos que le permiten meter 10 de diferencia con el ‘play-off’. Zona en la que los de Garitano deben agarrarse para superar la temporada.
Si antes de cumplirse el segundo 30 de partido tienes la desgracia que un tipo del equipo contrario, Darder, piensa en disparar desde el centro del campo porque el portero está adelantado y te hace gol… Tienes un problema. Pero si dos minutos después, un defensa (Didac) del equipo que te ha hecho gol hace una cesión lamentable a su portero y Arnáiz no es capaz de acertar en la suerte suprema… Tienes dos problemas.
Garitano, al menos en lo público, había dado por entregada la cuchara de la pelea por el ascenso directo. Si hay opción es evidente que lo peleará pero no es menos cierto que las opciones de que ocurra la vuelta a Primera por la vía directa son menos cada semana que pasa. Lo de las vueltas que da el equipo en sistema, en el once titular y demás, es algo que es difícilmente explicable.
Reconocerse
Hace años, y ahora, el técnico del Leganés no se ‘casaba’ con nadie. Pero de eso a no tener una base reconocible sobre la que moverse semana a semana hay un abismo. Y, a juicio de este humilde cronista, me da la sensación de que tiene algo que ver con la dificultad para reconocer a un conjunto pepinero con señas de identidad muy propias.
El Lega, con la camiseta de los héroes (preciosa, por cierto, por lo que significa y por el color), tenía por delante un partido que había empezado perdiendo. Mezclando que era la casa del líder y que la cosa se había puesto de espaldas nada más empezar, sonaba a cuestión de heroicidad lo de intentar darle la vuelta a la cita y sacar algo positivo del feudo perico.
Desde luego lo que no se le puede negar, desde el mismo momento en el que encajó el gol, fue las ganas que le fue poniendo después. Pero es que era de esas noches en la que si algo iba mal, podría apuntar a peor… O no. Y sucedió en el minuto 17. Un penalti indiscutible por una mano de Omerou acabó en un lanzamiento a lo Panenka de Raúl de Tomas, pero con mucha más fuerza, que terminó en el larguero de Riesgo. El exceso de celo de RDT y un poquito de suerte se pusieron a favor del Lega. De ir perdiendo en el 18 por una diferencia de dos tantos a seguir vivo, pues la lectura se puede hacer en positivo.
El Lega no se podía permitir entrar en estado de shock, porque aunque el Almería había perdido, no es momento de andarse con ese tipo de tonterías. Y la verdad es que no lo hizo. Levantó la cabeza y se puso a trabajar. No tenía otra. Lo intentó desde fuera, desde cerca… Pero es que hay noches que todos los intentos se convierten en vanos. La suerte, la defensa, el portero y todas esas cosas que tiene el fútbol. Los de Garitano se iban al descanso perdiendo pero con la sensación de que merecía mucho mejor premio.
Segunda parte
El segundo acto tuvo un arranque similar, afortunadamente no idéntico, al primero. El Espanyol intentó en un par de arreones dejar el partido lo más cerrado posible pero había vida, mucha vida, por parte de los pepineros. Los dos primeros no dejaron ko a los de la camiseta de los héroes. Y es ya roza la heroicidad que el VAR le conceda algo a favor al Lega. Sucedió.
A los seis minutos de la segunda mitad, Rober Ibáñez decidió salirse del fuera de juego saltando por encima de un balón que cayó en los pies de Miguel. De haberse interpretado que molestaba a la defensa no hubiese pasado lo que sucedió: el empate. El Lega, por fin, conseguía hacer bueno el trabajo que había llevado a cabo durante todo el partido. Y los méritos le permitían tener el partido empatado con 40 minutos por delante.
Los pepineros estaban en un nivel bastante alto y se metían en la última media hora con unas sensaciones muy buenas. Esas sensaciones que se hacían necesarias vista la ‘queja’ (o el lamento) popular de anteriores citas. Lo que tuviese que ocurrir era solo parte del guión oculto del partido pero el partido vivía muy abierto y con final incierto. Estaba claro que podía pasar cualquier cosa. La ida y vuelta empezaba a estar a la orden del día.
El tramo final
Los sustos también formaban parte del proceder del Espanyol. Embarba no tenía el más mínimo problema en ‘zumbarle’ desde donde pudiese. El partido pedía pausa y recuperación. Pero después de lo que había sido el primer gol, llegó el segundo de los pericos que es de esos que no se olvidan nunca. El canterano Nico Melamed dejó un tanto inolvidable. Los que entienden mucho de hasta donde se revisa una jugada jurarán y perjurarán que el gol debía haber estado anulado. Disculpen que mis conocimientos reglamentarios no den para tanto. Es posible que debía haberse anulado pero es posible que no. El VAR lo revisó y dijo que era legal. Pues eso.
Quince minutos por delante y, de nuevo, las urgencias. Al Lega se le había hecho de noche de manera injusta. Pero se le hacía de noche. El partido se había doblado por la calidad en los detalles y no por nada más. El líder, en pinceladas, había demostrado que era el líder. Garitano puso en el asador lo que entendía que le quedaba de carne para intentar, cuanto menos, igualar la cita. Y pudo hacerlo Juan Muñoz que le pegó a un palo en el minuto 85. Otra vez el Lega merecía más, pero “lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”.
LALIGA (Segunda división). Jornada 34ª
RCD ESPANYOL, 2; CD LEGANÉS, 1
RCD ESPANYOL: 13. Diego López; 17. Didac, 4. Cabrera, 15. David López (5. Calero, 62′), 3. Pedrosa; 9. Puado (33. Melamed, 46′), 20. K. Bare, 10. S. Darder (22. Vargas, 88′), 11. RDT (7. Wu Lei, 89′); 23. Embarba y 18. Dimata (8. Fran Mérida, 75′).
CD LEGANÉS: 13. Riesgo; 15. Rodri Tarín (16. Rosales, 81′), 6. Sergio G. 4. Omerou, 28. Javi Hernández; 18. Rober Ibáñez (22. K, Bua, 75′), 17. Eraso (7. Brandon, 84′), 21 Rubén Pérez, 8. Gaku; 29. Miguel (9. Sabin Merino, 75′) y 10. José Arnáiz (11. Juan Muñoz, 81′).
ÁRBITRO: Iglesias Villanueva (Colegio Gallego). Amonestó a los visitantes Omerou (24′), Eraso (81′) y Rubén Pérez (95′)
GOLES: 1-0 (30″) Darder desde el centro del campo con Riesgo adelantado. 1-1 (50′) Miguel, de disparo con la derecha en el área. 2-1 (73′) Melamed, desde el punto de penalti en posición acrobática.