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El Valladolid se adelantó en la primera parte en el momento en el que el Lega desplegaba su mejor juego
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Los blanquiazules siguen pagando un precio muy alto por la ausencia de un delantero ‘de los que te ayudan a ascender’
Jornada décima. Tarde de fútbol. Leganés. Municipal de Butarque. Condicionantes de reválida si el Lega quiere ser de los que pelee esta temporada por estar con los de arriba o de asumir que hay que disfrutar del partido a partido y ya veremos como termina esta historia. En el ideario colectivo ‘pepinero’ está costando mucho trabajo irse más allá de la temporada 15-16 y recordar que hace solo siete años y medio este club, el equipo y la afición eran de Segunda división B.
Es muy difícil asumir que las cosas han cambiado, que después de cuatro años de caviar, ahora toca conformarse con pescadito frito. La cosa se soluciona muy fácil: mirando hacia abajo. Todo lo demás es discutible. El sistema, la dirección técnica, la dirección deportiva, la afición (poca eso sí) que ha dejado de ir al campo… Hasta la calidad de los bocadillos de panceta, que antes o después volverán. Pero la vida deportiva es lo que es. Y cuanto antes se acepte el axioma incuestionable de que este equipo debe pelear por estar en la Liga de Fútbol Profesional, mejor irá para todos.
La puesta en escena de los ‘pepineros’ ante el Real Valladolid devolvió a Gaku al once. Una de las incomprensibles cosas que tienen los parones de selecciones es que en Segunda hay seleccionados que no pueden jugar y no pasa nada. La realidad es que la la brújula de la dúa del japonés y Rubén Pardo recuperó el mando. Lo de ir recuperando el norte era cuestión de ir pasando los minutos.
Primera ocasión local
La presencia del nipón, sumada a la confirmación de Arnáiz y Palencia, dieron forma al once que se supone más habitual de Garitano. El talaverano firmó la primera ocasión en la que se respiró peligro para el titular del campo. Un error defensivo que recogió para ’empeinar’ el balón con el ángulo necesario al palo largo del guardameta (para escribir sandeces no hace falta ser un pijo de la tecnología). Conclusión: el balón se fue a la izquierda del portero vallisoletano Roberto. Habían pasado 20 minutos.
Dos después, Rubén Pardo obligaba al guardameta pucelano a echarse al suelo. El Lega estaba echándole carbón a la máquina. Otro después ‘gambetearon’ en el área pequeña y desaprovecharon una ocasión muy clara , quizás por carecer de un delantero rematador puro (la gran ausencia de este año en el equipo). El carbón empezaba a quemarse.
La sorpresa
Con lo que no contaba nadie es que en el mejor momento del Leganés, el Valladolid dejase en evidencia otra vez la fortaleza defensiva de los pepineros. Si no tienes un delantero goleador (de verdad) y tu defensa se reblandece de cuando en vez como un bizcocho borracho pues tienes los dos peores problemas conjugados. Un centro desde la izquierda permitía rematar, prácticamente sin la más mínima oposición, a Sergio León de cabeza en el área pequeña. Inexplicablemente, los de Pacheta se pusieron por delante en el 25. Mal asunto.
No está el Leganés para muchas tensiones en el campo, porque enfrían mucho a la grada o la calienta más de lo que está. Y cuando en el mismo entorno cada uno empieza a mirar para sitios distintos el final de estas historias suele ser siempre idéntico. Los 20 minutos restantes, hasta el final del primer tiempo, trajeron añadida una sorprende desconexión (lo que algunos dicen un querer y no poder) que solo fue maquillado con un inocente cabezado de Omerou.
Segunda parte
El segundo acto insinúo, en el arranque, cosas muy similares a la primera parte. El Lega tenía la obligación de presionar mucho y muy arriba… Y lo intentó. Tenía la obligación, también, de dibujar una segunda parte con el mayor ritmo posible… Y lo tuvo más complicado. Además, tenía la obligación de crear la mayor cantidad posible de ocasiones para sacarle rentabilidad a alguna de ellas dada la carencia, insisto, de un nueve forjado, de los que te ayudan a ascender.
Pacheta refrescó a los suyos con un par de cambios camino del minuto 57. Garitano mantenía el tipo, la forma, el estilo y el once. La sensación no era pobre ni brillante… Era la de un equipo que da la sensación de estar para dar mucho más de si y que cuando se le hace de noche no sabe cómo salir de ahí (Más allá de la obviedad de que el rival también juega y el Valladolid le sacó partido a su forma de afrontar la cita).
Última media hora
Garitano intentó buscar soluciones (o alternativas) dándole entrada en el campo a Juan Muñoz y Bárcenas. Lo de cabrearse un tipo de este equipo cuando le sacan dice poco de él como compañero y miembro de un plantel. Todos los que estaban en el campo debían pedir a gritos soluciones. Se llama sumar.
Y en mitad de la zozobra, cuando el partido empezaba a entrar en los minutos de la desesperación Gaku despertó a todos con un tradicional disparo de los suyos desde fuera del área. El portero vallisoletano metió una mano, pero de verdad, a ras de suelo para sacar un complicadísimo remate. Faltaban 20 para el final, pero el despertar de los locales podía nacer en ese disparo. El Valladolid le tenía ‘hipnotizado’ en la nada. Fruto de esa hipnosis tuvo Weissman la ocasión de cerrar el partido pero lo quiso todo.
Los recursos de Garitano fueron tirar de lo que tira siempre o cuenta con ellos siempre. Nada que reprochar porque no hay más: Sabin Merino y Doukouré. La vida dice que haciendo lo de siempre, normalmente el resultado suele ser el de siempre. Y así volvió a pasar. Pero por si quedaba alguna duda, Weismann selló la derrota con un remate en el área pequeña. La prolongación de seis minutos, más que un empujón fue otra agonía. Van unas pocas. El Lega firmó su segunda derrota consecutiva, por primera vez en la temporada; y la segunda de este año en Butarque. La cosa pinta fea.
La Liga (Segunda división, 10ª jornada)
CD LEGANÉS, 0; REAL VALLADOLID, 2
CD LEGANÉS: 1. Iván Villar; 2. S. Palencia, 5. Bruno, 4. Omerou; 20. Javi Hernández; 8. Gaku (22. Doukoure, 77′), 18. Rubén Pardo; 21. Fede Vico (23. Yoel Bárcenas, 64′), 12. Randelovic (34. Naim, 81′), 10. José Arnáiz (11. Juan Muñoz, 64′); y 28. Borja Garcés (9. Sabin Merino, 77′).
REAL VALLADOLID: 13. Roberto; 2. L. Pérez, 22. Nacho, 4. K. Olivas; 15. J. El Yamiq; 16. Aguado (20. Fede S., 81′), 10. Oscar Plano (25. Anuar, 57′), 19. Toni Villa (8. Kike, 57′), 17. Roque Mesa (14. Alcaraz, 69′), 7. Sergio León (12. Gonzalo Plata, 82′) y 9. Weissman.
ÁRBITRO: Milla Alvéndiz (Comité Andaluz). Amonestó a los locales Fede Vico (55′), Gaku (70′), Palencia (77′) y a los visitantes Toni Villa (32′)
GOLES: 0-1 (25′). Sergio Léon de cabeza tras un centro desde la izquierda. 0-2 (87′) Weismann remata con el pie en el área pequeña tras un centro de Alcaraz.
INCIDENCIAS: Municipal de Butarque. Tarde agradable. 7.436 espectadores.