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Una jugada de tiralíneas, de principio a fin, permitió a los de Nafti igualar el partido
Algunos sentimos una debilidad especial por determinados horarios de fútbol. Todos aquellos que tengan que ver con las mañanas del domingo desde las 11:00 hasta las cuatro de la tarde. Por lo que el partido nacía en un buen territorio emocional. Lo de medirse ante el segundo de la clasificación que en sus últimas cinco salidas había ganado cinco y que el COVID tenga al centro del campo pepinero guardando cuarentena confeccionaba un diseño de mucha incertidumbre para los locales.
Nafti recompuso, como buenamente pudo, del centro del campo para adelante. Solo con echar un vistazo y ver como se confeccionó se podía hasta entender parte de lo que podía venirse encima. Y más cuando, después del tiempo que lleva en el cargo, tiene el entrenador tan definido el once titular del que faltaban cuatro: Javi Hernández, Recio, Randelovic y Rubén Pardo. Algo que en el primer ‘arreón’ del partido no se dejo notar en exceso puesto que Naim García probó suerte desde lejos y el Lega dispuso de una falta escorada en el lado izquierdo de su ataque.
Equilibrio y mando
A pesar de todos los pesares, en ningún momento del primer cuarto de partido, el Lega consintió que los leoneses se les subieran mínimamente a las barbas. Quizás que sabedores de la necesidad de seguir sumando era la manera de intentar desactivar los mecanismos de los bercianos. Una posesión cuanto más larga mejor y una presión lo más alta posible era la fórmula usada por los ‘pepineros‘. Los de ‘Bolo’ se contentaron con un par de meneos de Agus Medina.
La situación más complicada de la primera parte vino derivada de un mal despeje del portero de la Ponfe, Amir, que permitió a Naim disparar desde el centro del campo. Amir recuperó la posición con rapidez y, rodilla en tierra, desvió a córner con los puños solucionando el entuerto que él mismo había provocado. Fue lo más peligroso hasta el momento cuando el reloj buscaba el minuto 27. Dos después Naim sacó partido a la presión alta y Naim remató como pudo. Seguía sumando pólvora el Lega.
Porrazo
En mitad del dominio pepinero llegó una filigrana de la Ponferradina entre los de arriba. Orden, bisturí, toquecito, pase filtrado de Ojeda a Enrich que podía haber fusilado a Riesgo, pero miró a la derecha y comprobó que Yuri llegaba solo y en una condición de empujar el balón. Lo hizo. Era una gran complicación para el desgaste, físico y moral, que llevaba el Lega encima. Un buen test para saber cómo salían del paso jugadores y afición al unísono cuando empezaban, otra vez, a perder un partido en casa.
Segundo acto
El Lega tenía una losa importante en la segunda parte. Sin embargo tiene mimbres, moldes y artesanos para poder diseñar algo diferente a una derrota. Tardó solo siete minutos en igualar el partido. Gaku-Naim-Sergio González-Juan Muñoz-Palencia centro y gol de volea de Quintillá. ¡Qué jugada más bonita! La elaboración del segundo gol, con la colección de toques orientados del Leganés, sin un solo fallo, fue perfecta. Digna de ver repetido. Y más allá de la belleza, lo importante, es que el partido volvía al principio.
Por razones ajenas a su voluntad, por una segunda lesión de los suyos, debió cerrar todas las ventabas de cambios con casi media hora por delante. Mientras que Nafti aprovechó el momento para darle frescura a la parte de arriba quitando a dos ‘agotados’ Juan Muñoz y Borja Garcés. Tenía la obligación, exigencia casi me atrevería a decir, de hacer todo lo posible por sumar de tres en tres. El Lega no se podía permitir lo de no sumar victorias si mantiene alguna ilusión casi con calificación de milagro.
El partido entró en un momento de inesperado equilibrio. Cuando más cabía esperar que alguno de los dos: uno por arriba y otro por abajo, apretarán más en el momento final, no ocurrió. La cita entró en un ir y volver de intenciones, de control y de poco más. Incluso los dos cambios que hizo Nafti a cinco minutos del final dejaban alguna duda al respecto de las intenciones.
Y todo puso peor, si en los casi 20 segundos que estuvo el balón yendo y viniendo por el área de Asier Riesgo, los bercianos hubiesen acertado a dirigir entre los palos alguno de los disparos de los que dispusieron. Segundo partido consecutivo sin ganar de los ‘pepineros’. No se ve frenazo, pero hay freno porque el Lega no puede sumar un punto de cada seis.
LALIGA (Segunda división, jornada 20ª)
CD LEGANÉS, 1; SD PONFERRDINA,1
CD LEGANÉS: 13. Riesgo; 2. S. Palencia, 5. Bruno, 6, S. García, 16. Quitillá; 8. Gaku, 11. Juan Muñoz (12. Randelovic, 63′), 22. Doukuré (32. Cissé, 72′); 34. Naim García (7. Javier Avilés, 85′), 28. Borja Garcés (23. Bárcenas, 63′) y 10. José Arnáiz (33. Diego García, 85′).
SD PONFERRADINA: 1. Amir; 2. Iván R., 4. Pascanu, 5. Amo, 15. Castellano (11. Cristián Rodríguez, 62′); 18. Erik Morán (24. Zalazar, 58′), 23. Saúl Crespo (14. Ricard Pujol, 62′), 8. Agus Medina, 20. Naranjo (7. Dani Ojeda, 27′); 10. Yuri (6. Paul Antón, 58′)y 9. Sergi Enrich.
ÁRBITRO: González Francés (Colegio Canario). Amonestó a los locales Sergio G. (89′), Bruno (92′) y a los visitantes Erik Morán (9′), Pascanu (50′), Zalazar (87′), Amo (94′).
GOLES: 0-1 (32′) Yuri, tras pase de Enrich. 1-1 (52′) Quintillá de volea.
INCIDENCIAS: Estadio Municipal de Butarque. (14:00). Mañana muy agradable. 7.117 aficionados.
