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De natación en Leganés a waterpolo con la Selección Española

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  • “Al final es alucinante hasta donde puedes llegar con un trabajo seguido de todos los días”

  • “No me gustaba nada. Iba a los partidos de mi hermana porque me obligaban mis padres”

La historia de María Matamala Román, una vecina de Leganés de tan solo 16 años, se resume en agua. María comenzó su andadura en el Club Natación Leganés hasta hace cinco años. Con 11 decidió embarcarse en el mundo del waterpolo, dejando atrás el club pepinero y teniendo que desplazarse al equipo del Ciudad de Alcorcón para su nueva aventura.

Su inicio fue incierto puesto que “no me gustaba nada“. “Iba a los partidos de mi hermana porque me obligaban mis padres porque no me podían dejar sola en casa. Iba obligada y me ponía con mi tablet o lo que fuese, me daba igual”. Fue a lo largo del año, tras ir a todos los partidos de su hermana cuando “le fui cogiendo algo más de cariño hasta que al final del año dije que si quería seguir nadando seguía pero en el otro equipo, uno en el que pudiese hacer waterpolo“.

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Ahí fue cuando tomó la decisión de su vida, con solo 11 años. Dejar la natación y enfrascarse en el waterpolo. Un deporte que le traería más de una ilusión a su temprana edad.

El inicio en el waterpolo

Empecé de jugadora y les dije a mis entrenadores que quería ser portera. Me dijeron que ya había y me tocó ser jugadora”, ha relatado la joven a LEGANEWS. Esto fue así hasta un día de Navidad. “En un torneo un entrenador de fuera me vio y dijo ‘esta chica va a tener buenos reflejos, probad a ponerla de portera’. Y justo me pusieron en la semana del torneo, llegando habiendo estado en portería nada de tiempo, menos de esa semana. Ahí fue donde me di cuenta que realmente quería ser portera, porque jugadora me gustaba pero no me emocionaba“.

Una vez conseguida la posición, la propia presión de María la hizo centrarse de lleno en los entrenamientos. “Si tenía que hacer un ejercicio lo hacía y lo repetía muchas veces más para mejorar la técnica, porque aunque fuese complicado siempre quería llegar a un nivel alto y no quedarme simplemente en una portera que podía ser primera o segunda en un partido“.

Durante este tiempo, cuando llegaba un partido era una sensación y una presión de “tengo que hacerlo perfecto para que no me saquen del agua y metan a la otra“. Una presión que poco a poco fue consiguiendo calmarla, diciéndose a sí misma “tengo que estar bien para poder jugar bien“. Una reflexión con la que ha conseguido jugar más suelta, más tranquila y “al 100%”.

Llegar a la Selección Española

Año 2020, quizá uno de los mejores años para María. “Empecé con la Selección Madrileña, desde ahí el entrenador de la Selección nos escogió“.

Era su segundo año en el waterpolo y “no tenía muy claro si echar para acceder al centro de Alto Rendimiento hasta que me dijeron que la echase porque es ahí es donde más te ven. Vienen entrenadores de Cataluña, que es donde está la mayor sede de waterpolo, entonces vienen y te ven y empiezan a seleccionar“.

Al final entró en el centro en 2020 sabiendo que era una buena oportunidad “pero yo no tenía muchas esperanzas en poder llegar a algo“. Hasta que llegó la primera convocatoria en diciembre. Su nombre aparecía en esa primera convocatoria, manteniéndose hasta la última que fue en el mes de junio.

El paso por la Selección

La primera semana fue muy dura. Los entrenamientos más duros“, ha indicado la deportista. Estaban en Hungría con la Selección Española, con nervios y un miedo, “miedo de que por el COVID no pudiésemos ir“. “Una vez allí nos dimos cuenta de que no era como un campeonato normal o un Campeonato de España, eso es otro nivel. La gente ya confía más en ti, representas a tu país“.

Un momento “que no te crees hasta que te das cuenta de que has estado, has jugado, has competido con la mejor gente de otros países. Al final es alucinante hasta donde puedes llegar con un trabajo seguido de todos los días“, ha afirmado María.

Pero eso no fue lo más alucinante. Cuando llegaron no sabían lo que iba a pasar al final del Europeo. Ese momento en el que consiguieron el tercer puesto en Hungría. “Habíamos perdido el día anterior contra Rusia y nuestro entrenador nos dijo ‘no podéis estar llorando todavía’ y claro, en el momento en el que vimos que todavía podíamos quedar entre los tres primeros puestos dijimos ‘no nos vamos a rendir ahora’ y llegamos todas con ganas“, quedando en ese ansiado tercer puesto con una sensación que “al principio no te lo crees y hasta que no pasa la adrenalina del momento no empiezas a razonar las cosas y decir ‘es que he ganado’“.

¿De vuelta con la Selección?

María ya ha vivido la experiencia que muchos querrían. Ir a la Selección Española y conseguir una medalla. Ahora es el momento de esperar. Una espera que, aunque pueda ser dura y angustiosa, puede llegar a buen puerto para esta portera.

Tras seguir entrenando, compaginándolo con los estudios, algo que la protagonista ha confesado que es costoso, ya que “me levanto todas las mañanas a las 05:45, salgo de clase a las 16:20, llego a casa a las 17.00, me tengo que poner rápido a estudiar porque a las 20:00 tengo que estar en el agua otra vez pero, si lo llevas al día, terminas acostumbrándote un poco“, María podría volver a jugar con la Selección en el próximo Campeonato del Mundo en Grecia.

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