UN REPORTAJE DE YAIZA COBO GALLEGO
El día 7 de febrero, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Internet Segura, Proyecto Hombre Madrid visibiliza la importancia de que jóvenes y adolescentes hagan un buen uso de internet y de las nuevas tecnologías. Durante los últimos 5 años este centro ha registrado un aumento considerable de la demanda de tratamiento por este mal uso de las pantallas, por tanto, ha decidido actuar a través de la creación de un servicio específico de asesoramiento, formación y tratamiento para las familias de los afectados.
Los padres adquirirán las competencias suficientes como para poder informar a sus hijos y poder identificar a tiempo estas conductas que normalmente suelen pasar desapercibidas debido a la gran brecha generacional que les separa.
Análisis
Para conocer más sobre este proyecto hemos entrevistado a Ana Gálvez, Psiquiatra de Infancia y Adolescencia en Proyecto Hombre Madrid.
¿Qué tipos de perfiles existen en cuanto a la adicción en pantallas?
Por una parte, estaría el perfil que además, ya está reconocido por la Organización Mundial de la Salud como diagnóstico, que sería el trastorno por uso de videojuegos y, por otra parte, tendríamos todo lo que no está reconocido todavía como trastorno como tal, pero que la Organización Mundial de la Salud denomina uso problemático de las nuevas tecnologías, que es todo lo que tiene que ver con internet y las redes sociales.
¿Puede suponer esta adicción un problema en los jóvenes a la hora de desarrollarse evolutivamente? Si es así, ¿en qué?
Eso es precisamente lo que se está investigando ahora mismo que, al margen de que las tecnologías tenga muchas ventajas y nos ayuden en muchos aspectos, lo que se está viendo es que por lo menos en el caso de internet y las plataformas parece ser que pueda tener que ver con problemas de ansiedad y depresión, no queda muy claro si por un uso excesivo o por un uso problemático, es decir, por todos los problemas que hay asociados al uso de las tecnologías como el cyberbullying o el grooming, que también estaría dentro de lo que es el uso problemático de las nuevas tecnologías.
¿Es la aparición de síntomas depresivos uno de los trastornos más frecuentes y preocupantes en adolescentes?
Sí, siempre, pero después de la pandemia ya se ha visto que se empieza a hablar mucho de salud mental en adolescentes y jóvenes porque ha empeorado muchísimo, han subido muchísimo la prevalencia de los trastornos y la depresión y la ansiedad han sido siempre de los trastornos más prevalentes en jóvenes, se calcula que están entre un 8 % y un 15% de prevalencia.
La pandemia
Entonces, ¿cree que durante la pandemia se produjo un incremento de casos al tener estos jóvenes las nuevas tecnologías cómo único medio para relacionarse?
Sí, desde luego. A raíz de la pandemia sí que ha habido un aumento de la demanda muy llamativo. Hay expertos que piensan que esto es debido a la pandemia y hay expertos que piensan que ya se venía gestando desde antes y esto ha sido un poco lo que ha hecho que suban todavía más las estadísticas, las prevalencias.
¿Eso explicaría que desde hace 5 años se hayan incrementado estos casos?
Sí, nosotros lo que hemos visto es que previo a la pandemia ya empezaba a haber problemas con el tema del uso de las tecnologías, se empezó a ver pacientes de los que demandaban los padres que hacían un uso excesivo. Y bueno, durante la pandemia las pantallas se utilizaron para muchos usos positivos, pero es verdad que todos abusábamos de las horas que pasábamos, ya que casi todo el entretenimiento o el ocio estaba ahí al igual que en la forma de comunicarse.
¿Considera que con la formación parental se puede disminuir de manera considerable estos casos o depende también de otros factores?
Sobre el por qué una persona tiene un trastorno influyen muchísimos factores, pero, evidentemente, yo creo que todo lo que sea que los padres se formen, que estén pendientes, que sepan qué están haciendo sus hijos, que puedan dialogar con ellos, que tengan un buen vínculo con ellos y que los chicos les puedan explicar lo que ven en las redes sociales… Todo eso siempre va a ser un factor protector y el hecho de que los padres estén implicados y estén supervisando lo que sus hijos hacen va colaborar en cualquier caso.
‘Alarmas’
Ana Gálvez recomienda qué pautas deben tener en cuenta los adultos a la hora de identificar si un adolescente está realizando un uso inadecuado de la red o las nuevas tecnologías:
Orientativo aunque no diagnóstico sería el que haga un uso excesivo, es decir, si el adolescente está muchísimas horas delante de una pantalla es algo a tener en cuenta. Yo creo que todos los padres o quien se haga cargo de los menores o de los jóvenes que están en casa tienen que supervisar un poco cuánto se utiliza internet, ya que no tiene que ser algo ilimitado.
Tenemos que ver si está dejando de hacer actividades que normalmente ha hecho, si antes hacía deporte y lo deja de hacer o si deja de quedar con los amigos. Si está más irritable, sobre todo cuando le decimos que deje el dispositivo electrónico en cuestión y se enfada. Si está muy ansioso, si no hace más que mirar el móvil, si se le ve que está alerta por ver si algún amigo le ha escrito. Si tiene insomnio tecnológico debido a que por las noches mete el móvil en la habitación y se mantiene despierto la mayor parte de la noche escribiendo mensajes o estando en plataformas. Si está triste o preocupado porque ya sabemos que los síntomas depresivos y ansiosos se asocian al tema de las tecnologías.
Rendimiento escolar
El rendimiento escolar es otro signo que puede ser importante, si le estaba yendo bien académicamente o más o menos aprobaba y de repente pega un bajón significativo porque pasa la mayor parte del tiempo en internet o jugando a videojuegos. En casos muy graves incluso hay un abandono del autocuidado, ya no sale de casa.