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Los de Borja Jiménez son los únicos, junto al colista, que no han ganado un partido de los últimos cinco disputados pero…
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Salieron líderes de un estadio en el que no ha ganado ningún visitante en la presente temporada
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Sergio García protagonista de los dos goles: marcó el de los blanquiazules y le pitaron un penalti en contra en el del Sporting
El líder rendía visita al inexpugnable feudo gijonés con el reto de acercarse a la victoria casi 40 días después de la última conseguida. Tanta era la saca de rédito y el margen de fallos que hasta no ganando en tierras astures, los de Borja Jiménez siguen aspirando a ser campeones de invierno el próximo miércoles. Tiene guasa que la posibilidad de ese honorífico galardón sea ante el Tenerife de Asier Garitano.
Tenía una tarde rara el Lega. A la entidad del feudo, reforzada esta campaña, se le sumaba la histórica calificación del rival: el Sporting. Un eterno equipo de Primera que pasa demasiadas temporadas en Segunda. También salvo todas esas circunstancias un equipo que no podía contar con Miramón, Raba y Miguel De la Fuente.
Aunque la frase no es del que esto escribe, es cierto que hay veces que se gana más no ganado que ganando. Y, posiblemente, el partido de los ‘pepineros’ en El Molinón, con el punto incluido, es precisamente de esos. En el balance final de la temporada, pase lo que pase y como pase, quedará una cita en la que el Lega fue, otra vez, un equipo sólido y con chispa.
El gol pepinero
El partido no tuvo dueño durante la primera media hora, aunque a alguien le diese otra sensación. Y en ese ir y venir, en esas cosas en las que el Lega se ha ganado el respeto de los demás, el balón terminó en una saque de esquina, tras un despeje extraño de Izquierdoz.
Y, pese a la insistencia de Pascanu en ser el secante de Sergio, el central del Lega, desde el mismo suelo y de la manera menos ortodoxa posible, pero igual de válida, permitió que el Lega se pusiese por delante en el marcador. El equipo que no había perdido en toda la Liga en casa caía ante el líder. No debía formar parte de su patrón de partido porque en los últimos minutos del primer tiempo probaron, sin excesivo peligro, las manos del portero visitante. Además subieron el nivel de tensión.
Segundo acto
El técnico local debió ver algo que el resto no vimos. Ajustó la defensa con la entrada en el campo de Guille Rosas sacando del mismo a Pascanu. Parecía más una cuestión de orden y de órdenes que la consecuencia de algo que pudiese cambiar las cosas.
Los sportinguistas empezaron a poner más madera en la caldera para intentar arrimarse cuanto antes en el marcador. La cosa llegó pronto para sus intereses. Miren, en pocas palabras, el penalti que le pitaron en contra al Lega, que seguramente lo sea a tenor del reglamento, es de lo que está acabando con el fútbol…. Y con las ganas de escribir de este cronista. Otero ajustó mucho y bien. Diego Conde le adivinó las intenciones.
Bueno y del resto, de lo del penalti que tampoco era, que protestó el Sporting, de los remates de Cissé, Undabarrena; y de todo lo que intentó el Sporting durante media hora, ya si eso otro día, porque o los futbolistas le ponen remedio a este nivel de tonterías o sacaran a cualquiera que tenga un mínimo de luces de los estadios de fútbol.
Segunda división (Jornada 20ª)
REAL SPORTING, 1; CD LEGANÉS, 1
REAL SPORTING: 1. Yáñez; 25. Pascanu (2. Rosas, 45′), 24. Izquierdoz, 22. Rober Pier, 3. Cote; 21. Hassan (30. Lozano, 88′), 10. Nacho Méndez (15. Roque Mesa, 73′), 17. Rivera, 7. Gaspar (8. Villalba, 69′); 11. Campu (31. Esteban, 69′)y 19. Otero.
CD LEGANÉS: 13. Diego Conde; 2. Nyom, 6. Sergio G. 3. Jorge Sáenz, 15. Franquesa; 32. Cissé, 17. Neyou, 20. Undabarrena, 28. Ureña (27. Naim, 62′); 7. Portillo (24. Chicco, 71′) y 19. Diego García (22. Arambarri, 81′).
ÁRBITRO: González Esteban (Colegio Vasco). Amonestó a los locales Izquierdoz (45′), Coté (57′), Lozano (96′); y y a los visitantes Cissé (45′), Franquesa (82′) y Nyom (85′).
GOLES: 0-1 (37′) Sergio G; 1-1 Otero, de penalti. (51′)
INCIDENCIAS: 20.035 espectadores, 300 aficionados pepineros en las gradas de ‘El Molinón’, Enrique Castro Quini.