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Racing Ferrol-CD Leganés (2-2): El fútbol hay ocasiones que escribe renglones torcidos

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  • Sendos penaltis en los tramos finales de ambas partes dejaron al Lega sin opción de subir en Ferrol

  • Los leganenses estuvieron durante gran parte de la tarde en Primera y llegaron a ser campeones

El fútbol hay ocasiones en las que escribe la mejor de las historias. Lo hizo en A Malata. El Club Deportivo Leganés hizo lo que debía, trabajado y de qué manera, y empezó a escuchar la radio para ver qué pasaba lejos. Y pasaba que la historia escribe la mejor de las historias de vez en cuando. Necesitaba ganar. Lo hizo durante un buen rato. Necesitaba que el Eibar no ganase. Y perdió. Y, para el remate, necesitaba que en Pucela pasasen cosas. Y pasaron. Demasiadas.

El equipo de un técnico abulense, que llegó como de perfil bajo, logra (durante mucho tiempo de partido) el segundo ascenso de su historia a Primera división. Y lo estaba haciendo 2.912 días después de aquella noche de junio de 2016 en Anduva. Y lo estaba haciendo 1.407 días después de aquella calurosa tarde de julio en la que se fueron a Segunda. Pero es que el fútbol hay ocasiones en las que escribe la mejor de las historias. Y este Leganés se merecía esa historia. La mejor de las historias. Pero no pudo ser. Y construirá el epílogo de este precioso libro en Butarque, en casa, como aquel junio del 93 y ante el mismo equipo que entonces.

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El planteamiento

Borja Jiménez jugó a ganador desde el momento que confeccionó el once inicial. Quiso dar el primer puñetazo en la mesa. El puñetazo del líder, el del primero que quiere cerrar cuanto antes su ascenso. No dudó en decirlo en la previa. Repasen el once inicial si tienen dudas. Otra cosa era la disposición que, en el primer arranque se convirtió en 1-4-1-4-1. Pero solo en el primer arranque. Y es que esta tarde se juega en muchos campos, especialmente en el Molinón y en Zorrilla. Esa primera sensación dejó puesta sobre la mesa que nada iba a ser fácil.

El Ferrol asumió, desde el comienzo, un riesgo habitual pero muy alto en un partido ante el Leganés. Subir la presión defensiva muchos metros, con la intención de hacerle el campo lo más corto posible a los pepineros. Pero eso, con los de Borja Jiménez es un arma de doble filo porque lo esperable es que el equipo leganense doble las bandas con veneno. La cobertura de espacios obligaba al Lega a correr más de lo habitual y a que Neyou trabajase mucho más de lo  habitual, y mira que es mucho.

De errores y cuentas

Mientras el partido cogía velocidad y todos iban ganado su sitio, el espacio en el que parecía que iban a moverse, se cayó sobre el césped la sensación de que el primero que cometiese un error podría salir mal parado. Lo intentó  Miguel y la cosa no fue a mayores, pero el picante estaba puesto. Llegado al cuarto de hora, en los otros campos no había pasado nada, por lo que nada pasaba que modificase ni la clasificación ni el ascenso. 

Y es que hay veces que es mejor callarse porque solo segundos después una combinación profunda de Sergio García hacia la izquierda, que Darko Brasanac dejó hacia atrás. Miguel de la Fuente hizo lo que mejor sabe hacer. Pensar rápido, acomodar el pie, colocar el balón y mandarlo a la portería del Valladolid. En ese momento, a las 18.47 de la tarde del domingo 26 de mayo de 2024, el Leganés era equipo de Primera división.

Las cosas que pasan

No se engañen,  a partir de este momento, todo lo que pudiese suceder, si es que no pasa nada que modifique la clasificación no importaba lo más mínimo. El partido daba igual.  Y es que en eso que llaman multifútbol solo el gol de Lega había cambiado cosas, había cambiado las cosas, había cambiado la historia. El cero-cero del resto de cosas valía para ascender. Caía el minuto 30 en los partidos y… ¡Lo de Miguel valía!

Bueno, el partido había que seguir mirándolo, porque el Lega estaba construyendo un muro. Siempre lo hemos dicho que este equipo defensivamente se parece mucho al Atlético de Madrid que fue campeón de Liga en 2014. Tiene automatismos parecidos y resultados idénticos. A los de enfrente, como te hagan un gol, les cuesta Dios y ayuda poder darle la vuelta. Siete de la tarde. El Lega era equipo de Primera. Nada cambiaba por arriba.

Últimos primeros tercios

El Lega andaba sobre el colchón de un fakir. No podía dormirse encima de los clavos porque había mucho riesgo y mucho futuro en el empeño y el Racing de Ferrol parecía que había subido un par de marchas intentando, especialmente por la derecha, poner balones en el área. Pero es que el Lega, además del colchón del fakir, es el equipo que mejor defiende del fútbol profesional. No solo en Segunda. Y en esa tabla de fakir apareció el VAR. Un penalti pitado en contra del CD Leganés por una mano de Sergio García. Pues… Al descanso con empate. Todos al punto de partida.

¿Y era penalti? Pues miren, viendo todas las repeticiones hay una en la que parece que primero le roza en una mano que no debería estar donde estaba. ¿Penalti? Pues reglamento en mano… Lo que usted quiera.  Al descanso todo como al principio. Ni Eibar, ni Valladolid habían movido ficha todavía.

Segundo acto

45 minutos por delante en los que en varios campos se iban a cruzar muchos objetivos. El primer mazazo al Racing de Ferrol se lo dio el Oviedo en su partido ante el colista. Un gol nada más empezar la segunda parte de los ovetenses dejaba, de cerrarse así, las pocas opciones matemáticas que le quedaban a los ferrolanos de estar en el play-off. El Lega sabía que era un golpe en la línea moral de los gallegos pero tampoco podía caer en la complacencia. El siguiente golpe externo fue el gol del Eldense que dejaba al Elche sin opciones para la última jornada. Rival de los pepineros en el cierre que para unos era una buena noticia, pero para otros es una fastidio inesperado.

La calculadora

No gustaba la sensación de que los blanquiazules empezaban a jugar con la calculadora del último partido. Pero, los diez minutos de la segunda parte era muy poco tiempo para sacar cualquier conclusión que los siguientes 35 se iba a llevar todo por delante. El partido tardaba en coger velocidad en la segunda parte. El Lega estaba muy previsor atrás. Y estar pendiente de todo lo que pasaba lejos de A Malata era una angustia.

Y caía el primero de los premios gordos. El Valladolid marcaba y agarraba el liderato. No le daba el ascenso porque el gol-average con el Eibar lo tenía perdido pero la cosa había cambiado. Pintaba de otro color pero nadie amarraba el pájaro. 25 minutos por delante. Sufrimiento sin límite. El Lega daba algún síntoma de estar un pelín fuera el partido. Las cosas estaban de tal manera que sin marcaba el Eibar, el Lega salía de los puestos de ascenso. Pastillas para no sufrir.

Tramos finales

Casi sin esperarlo, el Lega parecía despertar, pero el Racing de Ferrol, con un disparo de Oscar Pinchi hizo un Michel en el Mundial de México, pero botó en la misma raya. Aquello de pegarle desde fuera, larguero y línea de gol. Ufff.. Tortura y sufrimiento. Plomo en las piernas pero todo era una apariencia y, además, era más inteligente que lo era. El Eibar seguía vivo en El Molinón. Borja Jiménez quería frescura y piernas ligeras. Dani Raba y Undabarrena para dentro con 15 minutos más por delante.

Lejos de A Malata seguían pasando cosas. Marcaba el Villarreal y devolvía el liderato a los pepineros. Volvía a ampliarse el colchón de cara a la última jornada. Era como un pelotón ciclista preparando el sprint de los últimos 10 minutos en los que ya el fallo se podía pagar carísimo. Pero llegó, llegó, se hizo la luz, el milagro. Y el sprint final de la jornada habrá costado algún infarto, sin duda.

Gloria bendita

Juan Cruz hizo lo que mejor sabe. Picotear desde la derecha, acompañarse de compañeros, pisar el área, puntear, darle, mandar el balón a la gloria bendita de un ascenso. La suerte, el trabajo, el acierto... Llámelo como usted quiera. diga lo que le de la gana, pero… A las 20.11 minutos el Leganés era, otra vez, equipo de Primera división. 

Y el Sporting dio la puntilla a la gloria. Los gijoneses marcaban ante el Eibar a seis minutos del final y le ponían en bandeja el ascenso a los pepineros. Todo se había construido y estaba a punto de consumarse. Por si faltaba algo el Villarreal marcaba en Valladolid. (Un espejismo). La mejor historia se estaba escribiendo y recortaba minutos.

Todo no podía ser perfecto, pero casi. Empató el Valladolid en la prolongación y ganó y ascendió… Y al Lega le cayó en contra, otro penalti de esos que te dejan con muchas dudas.  Y Sabin Merino, un ex de la casa blanquiazul, aplazaba el ascenso (esperemos) para la semana que viene. Lo menos malo que podía pasar era llegar a casa con todas las opciones intactas. Pero eso es otra historia que esperemos, por el bien del Leganés, que esté menos torcida.

Segunda división (Jornada 41ª)

RACING DE FERROL, 2; CD LEGANÉS, 2

RACING FERROL: 25. Cantero; 18. Brais M., 4. Jon García; 5. E. Clemente, 24. Cubero, 3. Pinchi; 10. J. Señe, 22. Iker, 7. Heber (11. Nacho Sánchez, 63′), 6. Bernal; y 20. Alvaro

CD LEGANÉS: 13. Diego Conde; 21. Jorge Miramón, 6. Sergio González, 3. Jorge Sáenz, 15. Franquesa; 7. Portillo (20. Undabarrena, 74′), 14. Darko Brasanac (10, Raba, 74′), 17. Neyou, 32. Cissé; 9. Miguel (2. Nyom, 84′) y 19. Diego García (11. Juan Cruz, 64′).

ÁRBITRO: Fuentes Molina (Colegio Valenciano). Amonestó a los visitantes Darko (73′).

GOLES: 0-1 (16′) Miguel. 1-1 (45′) Alvaro, de penalti. 1-2 (80′) Juan Cruz. 2-2 (92′) Sabin Merino, de penalti.

INCIDENCIAS: Estadio A Malata.

 

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