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Diego, Darko Brasanac y Sergio González, autores de los tres goles conseguidos por los pepineros
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La waterpolista María Matamala realizó el saque de honor tras su título de campeona del mundo
La puesta en escena de los dos equipos producía un escalofrío de placer. Era una cuestión de maravillosas sensaciones porque parecía un tablero de ajedrez repleto de piezas después de no sé cuantos movimientos. Lo de los avances tácticos del fútbol hace ver planteamientos muy diferenciados entre aquello de la defensa y el ataque. Luego había que jugar 90 minutos y enseñar cartas. Cartas y piezas que jugó mejor Borja Jiménez que resultó decisivo en los cambios.
Bueno es recordar, en este momento de la crónica, que cuando el Leganés ganó su único y, hasta hoy, último partido en Primera división, era verano, hacía calor y oscurecía cerca de las nueve de la noche. 62 días llevan los aficionados esperando ver una victoria porque lo que a los suyos cueste hacerle gol es algo que siguen demostrando.
El Lega arrancó moviéndose en dos caras. La ofensiva, enfocada en una presión intensa y lo más arriba posible; y la defensiva, en cuya espesura le costaba al Celta despegarse de ese pegamento amurallado. Los de Giráldez, cuando tenían el balón en los pies, o sufrían demasiado pasa salir de esa presión, o cuando salían se topaban con un cartel que decía: “No saber qué hacer”.
Ocasiones del Celta
Ni es la primera vez, ni seguramente sea la última, que antes esos síntomas, al Lega le cae un cubo de agua con hielo en cualquier momento del partido. Lo intentó Bamba; después, Iago Aspas. Blandito en ambos casos, acaban en las manos de Dimitrovic, pero… El Lega buscó caminos para, cuanto menos, equilibrar las ‘ocasioncitas’. Lo hizo y el partido llegó a la media hora con unas tablas tácticas con todas sus connotaciones.
No daba la sensación, ni aparecía sensación alguna, de que alguno de los dos iba a encontrar como llegar a la ‘jaula’ contraria. Iago Aspas intentó una de las suyas en el minuto 38. Cinco minutos después subió algo de repente a la garganta al apretar Bamba al potero local, caer el balón a Iago, otra vez, que tampoco acabó dentro. Visto lo visto y, vivido lo vivido, se imponía un refrigerio para ver si la partida de ajedrez se podía convertir de alguna manera en un partido de fútbol.
Vuelta al tajo
La segunda parte devolvió al capitán Sergio González al once tras los problemas físicos de Jorge Sanz. Pero trajo más cosas, algunas parecidas a las que se habían visto en el Metropolitano. Perdió el balón y empezó a correr detrás de él. (Y eso debe cansar). Y a eso se sumó que la defensa comenzó a bailar la ‘Bamba’.
Ocho minutos tardó el técnico local Borja Jiménez en buscar una solución. En realidad intentó buscar dos. La poca presencia de Cissé le costó dejar la plaza a Brasanac y, más de lo mismo, Haller dejó la suya a Miguel. El abulense, porque es él que sabe, hizo esa lectura ante el escepticismo de muchos. Los que están ahí asumen el riesgo de la decisión.
Y, en este caso, le salió de maravilla. Una recuperación de Dani Raba puso rumbo vertical al fondo del campo en los pies de Miguel. La estampida se cerró con un pase quirúrgico de Dani Raba y una resolución sin complicaciones de Diego. La primera parte del examen estaba resuelta y el técnico decidió premiarle con un descanso más que merecido para dar entrada a Munir. Tenían 30 minutos por delante para…
Pues entre otras cosas para lamentar una inesperado lesión de Dani Raba que le sacó del campo. De los tres de la estampida del gol blanquiazul, dos habían salido del campo pocos minutos después. En el consumo de minutos al Celta se le estaban consumiendo las opciones y cada vez quedaban menos. Era como si no se enterase de que le estaban comiendo la tostada. Y mira que Giráldez había buscado pólvora con menos cansancio.
Zona Leganés… Con golazo
El partido había llegado al último cuarto de hora con ventaja pepinera. Es decir, había entrado en ‘zona Leganés’. En ese tiempo y ese momento en el que para ganar a los de Borja hay que ser mucho mejor que ellos. Y si encima se marcan el golazo que se marcaron entre Miguel y Brasanac es de los de verlo mucho porque fue MA-RA-VI-LLO-SO.
Maravillosa la recuperación de Darko. Maravillosa la conducción de Miguel de la Fuente. Maravilloso el arrastre de defensas que hace el nueve. Maravilloso como fijó a todos. Maravilloso como se coló Darko. Maravillosa la ‘ruleta’ que se marcó. Y maravillosa la ejecución. Los dos que habían entrado juntos en el 53′, 22 minutos después habían dibujado una obra maestra.
Sin tiempo para espabilarse del ‘derechazo’ anterior, la defensa ‘celeste’ (ayer de un color que parecía naranja) se come un centro de Juan Cruz desde la derecha que aprovecha Sergio González para meter la cabeza y darle pasaporte al partido.
LaLiga (Primera división, jornada 11ª)
CD Leganés, ; RC Celta de Vigo
CD LEGANÉS: 13. Dimitrovic; 2. Alti, 3. Jorge Sanz (6. Sergio González, 45′), 22. Nastasic,1 5. Franquesa; 8. Cisse (14. Brasanac, 53′), 5. Tapia, 17. Neyou; 10. Raba (11. Juan Cruz, 89′), 18. Haller (9. Miguel de la Fuente, 53′) y 19. Diego (23. Munir, 65′).
RC CELTA DE VIGO: 13. Guaita; 22. Manquillo (32. Javi Rodríguez, 80′), 2. Starfelt, 20. Marcos Alonso; 3. Oscar Mingueza, 6. Illaix Moriba (25. Damián, 63′), 33. Hugo Sotelo (12. Alfon, 80′) 30. Hugo Álvarez; 10. Iago Aspas, 7. Borja Iglesias (9.Doukivas, 63′) y 17. Bamba (19. Williot, 63′). Entrenador: Claudio Giráldez.
ÁRBITRO: Melero López (Colegio Andaluz). Amonestó al local Tapia (70′), Neyou (74′) y a los visitantes Starfelt (62′), Oscar Mingueza (84′).
GOLES: 1-0 (58′) Diego tras un centro de Miguel de la Fuente. 2-0 (77′) Brasanac, tras pase de Miguel. 3-0 (82′) Sergio González, tras un centro de Juan Cruz.
INCIDENCIAS: Municipal de Butarque. 11.358 espectadores. La waterpolista local María Matamala hizo el saque de honor tras haberse proclamado campeona del mundo sub18 el pasado mes de septiembre.