Lydia y Jesús, una pareja residente de Leganés, ha recuperado su inmueble ‘okupado’ tras tres largos años de esperas y sinsabores. A pesar de las trabas judiciales y los largos procesos de espera, han liberado la vivienda gracias a la acción de una empresa privada ‘Línea 12 Proyectos Inmobiliarios’, una inmobiliaria del municipio.
En 2021 la pareja alquiló su vivienda en la plaza de Extremadura y meses más tarde, la inquilina les dejó de pagar. Ellos decidieron denunciar y han estado a la espera de juicio en varias ocasiones. Nos cuenta Emilio Vázquez, gerente de la inmobiliaria, que el proceso judicial se vio obstaculizado por constantes dilaciones y aplazamientos, debido a que la ocupante alegaba insolvencia y la presencia de menores en el hogar: “El lanzamiento judicial de desahucio nunca llegaba, siempre lo alargaban”.
Un largo calvario judicial
En línea 12 Proyectos inmobiliarios ya habían realizado acciones similares anteriormente. Por ello, y tras conocer el caso a través de las noticias, se pusieron en contacto con Lydia y Jesús.
El proceso que llevaron a cabo consistía en negociar con la persona que residía en el inmueble y pactar una fecha de salida, “nuestra forma habitual de trabajar es permitir que la persona siga viviendo en la casa. Así evitamos que la vuelvan a okupar durante el proceso de venta, siempre y cuando la persona que vive colabore con nosotros de cara a las visitas. En este caso fue igual”, aclara el gerente. Además, añade que desde el primer día la inquiokupa colaboró de forma positiva, permitiéndoles empezar con las visitas. De esta forma, rápidamente iniciaron el proceso de venta, haciendo fotos y publicando la vivienda en portales inmobiliarios con un precio de mercado razonable.
Empezaron con las visitas y la persona que vivía abría la puerta a estas. Pactaron un horario, de 17:00h a 19:30h. Con visitas cada 20 minutos, tenían a dos comerciales allí y los clientes salían y entraban en periodos de tiempo cortos. Esto les permitió venderla antes.
“Yo personalmente hablé con la inquiokupa y pactamos una fecha de salida. En un primer momento iba a ser para el puente de diciembre, pero los niños acababan el instituto el día 21 y ella propuso salir justo después”, explica Emilio. Finalmente salió para el día 21 y escrituró la vivienda el día 26 de diciembre.
El diálogo como arma
Emilio resalta la relevancia de la comunicación y la empatía en este tipo de casos, “mi consejo principal es que no se haga mucho caso a la justicia”, afirma, “porque no es normal que pasen tres años y no haya ningún avance. Entonces, como no es una solución, pues que se olviden un poco de esa alternativa y que busquen otras”.
El gerente sostiene que el secreto del éxito radicaba en comprender la situación de la inquilina y construir una relación fundamentada en el diálogo y la cooperación. “Nadie había intentado hablar con ella como nosotros”, explica Emilio. “Todo el mundo había llegado a modo amenaza y la prensa también para sacar un poco la noticia, pero nadie había intentado hablar con ella para ver cómo podían hacer para irse”.
De tres años a tres meses
En solo tres meses, la empresa logró lo que los tribunales no habían conseguido en tres años: recuperar la vivienda de Lydia y Jesús. La mediación se reveló como la clave para solucionar un conflicto que parecía interminable.