Leer el diccionario de la Real Academia Española (RAE) es uno de esos ejercicios que deberían ser de exigido cumplimiento en el proceso educativo. De esa forma evitaríamos estar sufriendo de forma continua esos ‘chillidos de gato afónico’ que forman expresiones como ‘en plan’, ‘bro’ y simplificaciones semejantes que inician un proceso de involución del humano que empieza a acercarnos de nuevo al origen primate.
Entre echarle valor y hacer algo por necesidad está el umbral de la diferencia entre ser un suicida político o pensar en los demás
Esa lectura habría llevado a muchos a entender que la cuestión de confianza a la que el alcalde de Leganés, el popular Miguel Ángel Recuenco, sometió a los Presupuestos ante el Pleno no era una cuestión de ‘echarle huevos’ (en el sentido más vulgar y mal sonante de la expresión), sino una cuestión de uebos. Y aquí es donde aparece la bendita RAE.
La forma ‘uebos’ es un arcaísmo, según responde la propia RAE, hoy desaparecido (del latín ‘opus’), que significaba ‘cosa necesaria’ (‘uebos me es’ ‘necesito’). No es una grafía alternativa para “huevos”. La expresión coloquial malsonante actual es “por huevos” (‘a la fuerza, porque sí’).
Y entre echarle valor y hacer algo por necesidad está el umbral de la diferencia entre actuar pensando en las necesidades ajenas y propias o ser un suicida político. Decirle a un Pleno en el que tienes un gobierno en minoría que vas a someter tus Presupuestos a un mecanismo que si te dicen que no, les das la llave para que te monten una moción de censura (hasta el día 23 de abril tienen tiempo) y puedas recoger e irte a casa no es de ser un valiente o un loco, es de afrontar con responsabilidad el único camino que tienes para poder gobernar una ciudad con las cuentas que realmente entienden que necesitan para poder hacerlo.
La tercera negativa de la oposición y la cuenta atrás de una complicadísima moción de censura es una torpeza de ‘el club de los 15’
Por el mismo expediente, negarse por negarse, una vez, otra vez y una tercera vez – lo que han hecho los 15 concejales de la oposición de PSOE, VOX, Más Madrid y Podemos – más allá de un derecho absolutamente lícito es una torpeza política a la que no le han sacado el más mínimo rédito político lejos de sus menguados círculos concéntricos.
Parece lógico que la izquierda diga no a las cuentas que presentó el Gobierno PP-ULEG. ¿Alternativas? Ninguna. Humo y quejas, quejas y humo. Parece lógico que el conservador VOX quiera darle valor a los dos ediles que dan la mayoría absoluta. Todo, absolutamente todo, lo que se ha vivido en Leganés en los últimos tres meses por parte de ‘el club de los 15’ ha sido tacticismo político.
Lo que no ha sido tacticismo político es tener que hacer algo por uebos (por necesidad), porque Leganés tiene la necesidad de tener unas cuentas con las que poder mirar al futuro y las vigentes son del 22, un año antes de las últimas que aprobó Pedro Sánchez. Pero eso sí que es otro historiazo.