ACTUALIDAD SOCIEDAD

Ganar dinero con los ahorros: inversión a corto, medio y largo plazo

Banner Vertical Banner Vertical Banner Vertical

Loading

La cultura financiera en las familias españolas está creciendo a ritmos inéditos hasta ahora: cada vez menos personas se conforman con tener el dinero parado en el banco y buscan fórmulas de inversión que les permitan hacer frente a la inflación.

Los productos de renta fija o la compra de acciones en bolsa son conceptos que están cada vez más presentes en las conversaciones. De hecho, un porcentaje creciente de personas se anima, cada año, a iniciar su propia cartera de inversión con el objetivo de incrementar su patrimonio.

Advertisement

Esto supone un cambio de tendencia en España, en la que la fórmula tradicional de inversión ha sido la inmobiliaria. Esto es debido al alto riesgo de comprar una casa para alquilar, la necesidad de apalancarse con préstamos de grandes cantidades y la necesidad de gestionar la propiedad.

Trabajar con fondos de inversión, compra individual de acciones, ETF o indexarse a los principales índices económicos del mundo eliminan de un plumazo estas obligaciones y preocupaciones: la inversión se puede hacer desde la aplicación móvil del banco en apenas unos minutos.

La inversión financiera: ¿estrategia a corto, medio o largo plazo?

Lo primero que hay que pensar cuando se plantea iniciar una cartera de inversión con el patrimonio ahorrado es cuál es el perfil que tenemos como inversores.

Cada persona es un mundo, tiene unas posibilidades distintas, unos objetivos diferentes, un plazo estimado para ver resultados y, sobre todo, una capacidad psicológica para aguantar el riesgo.

Por eso no existe ni un método de inversión único ni un plazo mínimo o máximo que sirva para todos los inversores.

Cuando se hace esta reflexión sobre el perfil inversor, se suele obtener como respuesta tanto unos productos de inversión adecuados como un nivel de riesgo. Esto hace que se pueda plantear una estrategia a corto plazo, a medio plazo o a largo plazo.

¿Cuáles son esos plazos en el ámbito financiero?

  • Corto plazo: el corto plazo es muy flexible. Hay inversores que consideran que solo son operaciones que se cierran en un día o, a lo máximo, un par de semanas. Sin embargo, desde la banca se considera corto plazo operaciones que duran menos de dos años.
  • Medio plazo: aquí se incluyen productos que van a comprometer la inversión del cliente de 2 a 5 años.
  • Largo plazo: se trata de estrategias que se plantean a más de 5 años. Quienes invierten a largo plazo suelen proyectar a 10 o 20 años o incluso adquieren productos que quieren conservar de por vida.

Estrategia de inversión a corto plazo

En las estrategias a corto plazo se sitúan los usuarios más conservadores y los más arriesgados. Esto es porque un periodo corto de tiempo puede dar rendimientos reducidos y seguros o bien muy grandes, pero con un nivel de exposición a la pérdida alto.

En las entidades bancarias suelen apostar por productos seguros, para clientes conservadores que quieren obtener intereses por ceder su dinero de 1 a 24 meses.

Lo habitual es decantarse por productos de plazo fijo. Estos ofrecen una rentabilidad garantizada, sin posibilidad de perder el dinero invertido si el mercado es bajista.

Esto se puede complementar con meter el dinero en cuentas remuneradas, que es como una hucha que da un mínimo de interés, pero permite usar el dinero en cualquier momento.

También existe la posibilidad de apostar por las letras del tesoro, que es un préstamo que se hace al Estado, con un porcentaje de intereses en la devolución que se fija a la hora de ceder el dinero ahorrado.

Estrategia de inversión a medio plazo

Esta opción temporal permite un mayor número de estrategias, con un riesgo medio, aunque siempre se puede seguir recurriendo a los productos recomendados en el corto plazo.

De hecho, una de las modalidades más habituales es la apuesta 50/50, en el que la mitad del ahorro se dedica al plazo fijo y la otra mitad a renta variable.

Esto es así porque en un tiempo de 2 a 5 años se pueden batir los índices y la inflación, especialmente si se compran fondos bancarios o de autor.

En estos casos, se cede la gestión del dinero al banco, para que este lo invierta en distintas empresas tras analizarlas y concluir que van a crecer y a valer más al terminar el plazo.

Además de todo esto, en los últimos años se ha popularizado el uso de ETF, que son fondos de inversión cotizados en bolsa, pero que siguen una estrategia prefijada. Por ejemplo, hay ETF que replican el precio del oro.

Estrategia de inversión a largo plazo

La estrategia de inversión a largo plazo está pensada para quienes desean obtener una renta extra de por vida o incluso obtener la independencia financiera.

En estos casos, los usuarios, con ayuda de los asesores bancarios, suelen desarrollar un mayor conocimiento financiero y trabajar con renta variable a través de fondos y compra individual de acciones.

Esto, por supuesto, puede combinarse con una parte en bonos, letras del tesoro o productos de plazo fijo para asegurar una parte de rentabilidad segura sin que el dinero se vea afectado por la volatilidad.

Las recomendaciones para una inversión tranquila

Excepto tener el dinero en una cuenta remunerada o el uso de fondos y letras del tesoro, estrategias habituales en el corto plazo, el crecimiento del patrimonio no está 100 % garantizado en el resto de las fórmulas de inversión.

Por ello, es importante que las personas que quieran introducirse en el mundo de los productos financieros tengan en cuenta una serie de precauciones:

  • Tener un colchón de seguridad: se recomienda tener en una cuenta corriente, listo para su uso, una cantidad de dinero que permita vivir al menos unos meses si se acaba en el paro o sin trabajo. Ese dinero es intocable y no se debe utilizar para inversión.
  • Controlar las comisiones: los fondos, la compra de acciones, cualquier producto financiero de inversión está vinculado al pago de comisiones. Controlarlas para que sean lo más bajas posibles es asegurar un mayor rendimiento del dinero que se pone a trabajar.
  • Trabajar la psicología: el inversor debe confiar en sus decisiones, ser paciente y no perder los nervios ante caídas del mercado. Hay que pensar que la tendencia general del mercado a largo plazo es alcista.

Con estas posibilidades y consejos se puede lograr un alto rendimiento, superar la inflación e incluso batir a los índices para que el dinero ahorrado valga más con el paso del tiempo.

Banner Vertical

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

Secciones