C.D. Leganés 0-2 Real Sociedad
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Garitano: “Primera vez que no hemos estado a la altura en un partido”
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Lamentable partido del Leganés que se vio superado en todo por una gran Real
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Solo Serantes, con una destacada actuación, se salvó de una noche para olvidar
CRÓNICA: Juanma Álamo / FOTOS: Jesús Troyano.
Hay crónicas que, sinceramente, uno no sabe como empezar. Y desde luego lo del partido del Leganés con la Real es uno de ellos. “Es la primera vez que no hemos estado a la altura en un partido” (así lo dijo Garitano y no habría mucho más que contar). El sagrado deber de contar lo que pasa obliga a una profunda reflexión.
Sin dudarlo fue el peor partido del Leganés en mucho tiempo. Me atrevería a decir que tanto tiempo como desde la primera jornada de Segunda división del año pasado cuando perdió 3-2 en Almería. El partido fue de echar de casa a los incondicionales, a los que te quieren. Y es que por mucho que quieras a alguien o algo (incluye el Lega), hay días que poner tierra de por medio es lo más sano.
El Leganés puso tierra de por medio frente a todo lo que había defendido durante 14 meses. Orden, trabajo, presión, compromiso y, sobre todo y por encima de todo, competitividad. Lo recordó su entrenador en la rueda de prensa. Si ese equipo no compite está condenado al fracaso. Y no compitió.
Fue un ir y venir de la nada a la más nada. Un viaje a ninguna parte, sin ninguna solución ni proposición. Sin orden, ni concierto. Sin méritos ni aciertos. Fue, desde luego, un absoluto despropósito en el que se engrandeció sobre manera la figura de un equipo que no encontraba la manera de ganar fuera, ante un equipo que sigue sin saber como hacerlo en casa.
¿Es para preocuparse? No. ¿Es para buscar soluciones? Sí. Puede parecer lo mismo, pero no lo es. Desde la preocupación no se encontrarán soluciones. Desde la responsabilidad de buscarlas, sí. El Leganés necesita pararse a pensar: arriba o abajo, pero pararse a pensar. El equipo se hizo tarde y carece, en este momento, de gol. No de soluciones ofensivas: de gol.
Tácticamente todo el mundo le reconoce el mérito (técnico, por cierto) pero nueve goles a favor y 19 en contra en 10 jornadas quiere decir algo. Ese algo hay gente que no necesita recordárselo. Aunque el fútbol sea una industria, los clubes no son un negocio, por mucha SAD que sean. Y menos los que tienen tanto apoyo institucional como el Leganés.
Por cierto, lección magistral del centro del campo de la Real. Desbordaron cuándo y cómo quisieron. Asier tuvo que corregir en el descanso la disposición y reforzar el lado izquierdo por que Carlos Martínez se hizo dueño y señor. Tanto que por allí llego el gol testarazo impecable de Willian José.
El Leganés tuvo tan pocas que casi no tuvo ni ocasión de errarlas. Serantes sacó casi todo lo que pudo. Solo no pudo dos. Por cierto el 0-2 tras un despeje soberbio del portero pepinero.
Toca jornada de reflexión para el Lega el día que España tendrá un nuevo presidente. ¡Qué Dios nos pille confesados! (También me refiero a la política).