CRÓNICA: Juanma ÁLAMO / FOTOS: Jesús Troyano
Anunciaba el cartel un partido de los 90. Un clásico de la Segunda división que el destino ha querido que se vea en Primera. Pero no fue un partido de Segundo, lo fue de Primera y mucho. Qué lejos quedan aquellas frases del clásico de Segunda cuando “el balón bajaba con nieve”, de la cantidad de veces que lo mandaban para arriba.

Esto es otra cosa. A pesar de todos los pesares, el Leganés salvó primero la alineación; segundo, un partido complicadísimo; y tercero, un punto que estuvo más lejos de Butarque que dentro. Y todo ello jugando con 10 desde el minuto 27 por expulsión – justa y merecida – del guardamete Iago Herrerín. Le debió sentar algo mal en la comida porque tanto nervio no era normal. Y tanto fue el cántaro a la fuente que se acabó rompiendo.
Guerrero, a lo pillo
Por entonces el Leganés ya disfrutaba de una victoria, posiblemente merecida. El principio, tras la toma de posiciones, fue de apretar más. Los de Garitano encontraron algún lado por el que colarse. Además impusieron un ritmo muy alto en los primeros 20 minutos de encuentro. Y se toparon de bruces con la destreza pilla de Guerrero. Falla Luna en un pase a su portero y el ‘nueve’ del Lega se coló para hacer el 1-0. Un sueño, en el 23 el Lega ganando en casa.
Pero dos minutos después Herrerín tuvo que salir a defender la indisciplina de la defensa pepinera. Lo dijo Garitano en la rueda de prensa. Tenían instrucciones de no arriesgar entre centrales. Lo hicieron y le costó la roja al portero. El suplente era del filial y con su 31 a la espalda se plantó en el campo. El Lega con 10 y más de una hora por delante. Toda una incógnita.
Pertrecharse a lo numantino
El Lega llegó al descanso con orgullo y honor pero la segunda parte ya aparcó cualquier floritura. Pertrechados, casi de forma numantina; eso sí, con mucho orden. Los eibarreses apostaron por ‘encuevar’ al Leganés en su campo e intentar una y otra y otra. Hasta que llegó el primer susto en el 69, con gol anulado; el segundo, con un zapatazo tremendo de Bebe. Y a la tercera, la vencida: en el 75 el gol.
15 minutos por delante. Garitano no quería correr el más mínimo riesgo. “Si no puedes ganar, al menos suma un punto”. Dicho y hecho. Minuto tras minuto esperando que llegase al final con la duda de si un fuera de juego pitado a Luciano Neves en el minuto 90 lo era o no. No le he visto por la tele. Creo que no fue.
Punto y final en Butarque a un 2016 inolvidable que tuvo la correspondencia por parte de los aficionados que despidieron a los suyos con una gran ovación. Ahora toca rendir visita al Valencia en la Copa, fichar todo lo que hace falta, arreglar lo del campo de entrenamiento y quitarse para el 2017 la capa de equipito gracioso y pelear por el objetivo real: la salvación. Los chistes que los hagan los monologistas de la Jarota Producciones.