-
“Es una pena por el Lega y por su afición. Espero que el Lega vuelva pronto a Primera. Soy un pepinero más”
-
“Es mi primer descenso, como jugador o entrenador. Es cruel, es duro. Mucha lágrima. Va a ser una noche larga”
El entrenador del CD Leganés, Javier Aguirre, ofreció su última rueda de prensa como entrenador pepinero. El técnico lanzó un mensaje de “agradecimiento a los aficionados. No han podido estar con nosotros estos 11 partidos pero se ha notado su cariño y su apoyo. Es una pena por el Lega y por su afición y espero que volvamos pronto a Primera. Soy un pepinero más“.
Al respecto de la jugada de las manos no pitada ha insistido en su defensa del VAR. “La herramienta me gusta mucho porque ve los centímetros de fuera de juego, las manos… De la persona que decide si hay que verla o no verla entra la cuestión humana. Si el árbitro que está arriba no ve punible esa mano pues es su decisión. La explicación que tengo es que dijo no vengas a verla que no es punible. Desgraciadamente la persona que tenía que traer al árbitro a ver la pantallita decidió que no. Ahí entra el factor humano. Era una jugada jodida de ver. El de arriba, lo ve, lo acepta, pero…”.
Análisis de un año difícil
El mejicano aseguró que él aprende mucho: “En 26 partidos hubo tres o cuatro que no estuvimos a la altura y eso nos ha hecho estar dependiendo de otros resultados. Dejar puntos que luego nos hicieron falta. En lo que a mí compete hubo dos primeros tiempos que el equipo no me gustó nada (Getafe y Levante). En todos los demás mi equipo dio la cara. Hay que añadir la temporada tan atípica que hemos tenido. El inicio tan complicado. El parón. La salida de dos jugadores claves…“.
Cuando fue consultado sobre si se veía capacitado para subir al equipo la próxima temporada fue claro: “Encontré gente entrañable que me hicieron sentir como uno más. Uno nunca sabe en el fútbol que es lo que viene. Es mi primer descenso, como jugador o entrenador. Es cruel, es duro. Mucha lágrima. Va a ser una noche larga. Cuando uno da lo que tiene… Vi a mis jugadores entregados, un colectivo muy involucrado. Esperaré cuál es el futuro mío. No me puedo pronunciar en este momento porque no tengo certeza de lo que va a suceder mañana”.
Deberse al club
“Nos debemos al club que nos paga y es lo que más nos importa. Respetando el trabajo de nuestros ustedes, aceptamos las críticas y las etiquetas y que en nuestro curriculum haya buenos y malos momentos”. Así respondió Aguirre cuando fue consultado sobre si se va a valorar la forma en la que había luchado el equipo en su curriculum.
Aguirre tuvo palabras muy cariñosas para “la gente del Lega, a los que mando un abrazo fraterno. Les agradezco profundamente el apoyo que me han brindado. Nos hacen sentir bien, dentro de lo mal del dolor interno. Nos da tranquilidad el saber que dimos lo que teníamos. Nos quedamos en la orilla, pero no fue por actitud. Eso es muy valioso”.
Momento más duro
No dudó en asegurar que “probablemente como entrenador sea el momento más duro de mi carrera”. Y recordó “las dos derrotas en los Mundiales, Japón y Corea y Sudáfrica, fueron muy duras porque representaba a un país y el país tenía mucha ilusión en ambos casos. Es una experiencia nueva, pero dolorosísima. Gente que confía en ti y no poder darles para lo que te ficharon, la permanencia. Soy pepinero para siempre. Ojalá vuelva el Leganés lo antes posible”.
Recordó que “hay una bonita base, buenas instalaciones, creo que puede haber buen presupuestos, hay buena dirección deportiva. Hay muy buena estructura para volver lo antes posible”.
La mano del penalti
El entrenador eludió justificar el descenso por el penalti: “Sería muy fácil hacerlo. Él que lo ve decide. Posiblemente la decisión hubiese cambiado si le dice al árbitro ‘vente a verla’. Si el árbitro la ve, como la han visto todos, la hubiese pitado. Si no hubiera habido escenas así en los últimos tiempos, nada que reprochar, pero las ha habido. Estoy dolido, pero que sirva para que la gente que está arriba se lo piense. No por esa decisión el equipo se fue a Segunda, es porque durante 38 partidos dejamos de hacer muchas cosas“.
No dudó en señalar que “acepté el trabajo, nadie me obligó a aceptarlo y asumo mis responsabilidades. No fui capaz de darle la vuelta a esto. Llegué, estábamos a seis puntos y no me alcanzó. Recorté cinco. Desde el confinamiento para acá fuimos el equipo número 11. Si hay que escoger ‘un día D’ fue la derrota en Balaídos”.
