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Almería-Leganés (1-0): Hacer todo bien y perder… ¡Arnáiz de mi vida! ¿Qué hiciste?

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  • El talaverano falló un gol a puerta vacía que pudo suponer el empate de los leganenses

  • El conjunto almeriense se adelantó, cerca de la media hora, con un gol de Portillo tras sacar  bajo palos Palencia

El Lega volvió a aquel campo en el que empezó a escribirse la primera página de, posiblemente, una de las dos temporadas más gloriosas en la historia del club: 15-16 (la del ascenso a Primera). Allí empezó a hacerse enorme la figura de Asier Garitano en el CD Leganés. Allí empezó a ganarse el respeto absoluto e inquebrantable de todos los que consideramos el fútbol como un deporte. Ni como un negocio, ni como un divertimento, ni siquiera como un juego (porque eso querría decir que solo vale ganar). Y a ese estadio de los Juegos Mediterráneos iban los pepineros a jugarse ‘la cabeza’ del de Vergara. ¿Se la cortarán? No deberían, pero deciden los dueños; ni el sentido común, ni la lógica, ni la historia, ni el respeto a la msma.

Garitano dibujo un equipo, que más allá de la larguísima lista de lesionados, tenía pinta de una clara apuesta por ‘los suyos’. Si vale  de ejemplo un botón, allí apareció como titular Javi Eraso. Hay gente que no entiende lo que quiere decir eso de ‘uno de los nuestros’. Pero también hay gente que justifica en la sociedad lo injustificable y no se ponen ni colorados.

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Para aquellos ciegos que sigan sin querer verlo, Garitano tiene razón (aun equivocándose) cuando en la previa decía que el equipo no había hecho nada mal y no tenía que pedir perdón. ¿Ha tenido actitud? Sí y casi siempre. Pues se acabó la discusión. Lo demás son cosas del fútbol. Si no ganas porque no lo intentas has de pedir perdón. Si no, no tienes razón alguna a hacerlo.

Lo más duro en el peor momento

Garitano se enfrentaba a la prueba más dura de la temporada en el escenario más duro de todos por los que ha pasado el CD Leganés esta temporada. Un líder solido. Un líder que encaja pocos goles. Un líder que en casa ha sacado 13 puntos de 15 posibles. Y un líder que aventajaba en 15 puntos al Lega. Vamos, un partido para valientes pero muy  valientes.

Cuando el reloj marcaba el 13, la grada empezó con su primera protesta. Otra vez el VAR, otra vez el Leganés y otra vez Sadiq. Se quejó, al caerse al suelo, de un supuesto agarrón de Sergio G. La repetición no aclaró mucho. ¿Pitable? Sí. ¿No pitable? Pues también. Total, en este país cada día conocemos menos las reglas de este juego del que antes conocíamos las reglas todos desde pequeños.

El Almería, mejor

El Lega se encontraba a mitad de camino entre estar agazapado y, con perdón, ‘acojonado’. Hay equipos que no se conforman para pelear contra la presión, salvo que la presión sea para pelear por el ascenso. Posiblemente ese sea uno de los grandes problemas que tenga este año la plantilla: que no tenían ni la más repajolera idea del rumbo que iban a tener o estaban sobredimensionados en su propio ego. Currar, currar, currar y currar. Y volver a currar. Eso es el Lega. Pero la falta de identidad no es cosa ni de todos ni de ellos.

Los de Rubí tuvieron un arranque de partido en el que esperaron a ver como se movía el Lega. Visto el ‘acongoje’ decidieron tomar el mando del balón y del ‘tempo’. Hacían ir al Lega de un lado a otro, pero sin olvidar la calidad de los pepineros. Hasta el punto que en el 18 Eraso puso a prueba en un remate inverosímil al portero local Fernando. El balón acabó en la esquina. El Almería parecía mejor, pero el Lega no estaba ni dormido ni muerto.

El Lega, aguantando

Es más, el estar vivo, aunque con ciertos problemas para ir con descaro y prisa a la portería de Fernando; le permitía, por el contrario, ir soportando con estoicismo y, cierta, calma el paso de los minutos. Los locales pusieron en escena, a la hora de defender, una imagen perdida en los anales del fútbol de presión: echar la línea defensiva todo lo adelante posible y la del centro del campo todo lo atrás posible. Conclusión: todos en poco más de 30 metros.

Daba igual, parecía que el Lega soportaba hasta que Sadiq hizo de las suyas. El delantero del equipo almeriense pisó el área, desmarcado y su disparo lo sacó bajo los palos Palencia. El balón le cayó a Portillo, con toda la mala suerte del mundo para los visitantes, y tras armar la pierna fusiló a Iván Villar. A pesar de todos los pesares, de hacer las cosas otra vez bien… El Lega caía derrotado en el minuto 30.  No dobló, muy al contrario, la rodilla el equipo de Asier Garitano que le puso más calor y más carbón a lo que hacía.  Se apropió del balón, pisó el área con cierta frecuencia y demostró que de dignidad andaba sobrado.

Segundo acto

El Lega asumió que había que hacer algo más que méritos para intentar darle la vuelta a un partido que sonaba a sentencia, injusta pero sentencia al fina y al cabo. Había que probar a Fernando de la forma que fuese. El primero que lo intentó fue Randjelovic. No tuvo mucho que hacer el guardameta local salvo el académico gesto de doblar rodilla y juntar brazo. Algo es algo. Era menos que nada. Poco después, José Arnáiz hiló fino. La cosa no fue a más, pero ya era algo más algo, más que algo.

El Lega seguía siendo dueño de un partido en el que el líder estaba pasando por muchísimos más problemas de los que esperaba y a los 10 minutos de la segunda parte tenía al Almería viéndolas venir. Con el reloj martilleando en la ilusión de los pepineros, mantenían la posesión y al Almería en su campo. Campo abierto, búsqueda de espacios, pisar el área con cierta insistencia y ocasiones. ¿Goles? ¿Y tú me lo preguntas?

Los cambios

Poco a poco Garitano era plenamente consciente de lo que se podía venir encima. Miró al banquillo para buscarle un recambio a Fede Vico.  Le debieron dar ganas de llorar pero su confianza en Naim, desde que empezó la temporada, está fuera de toda duda. El joven pisó el césped con casi media hora por delante. Gaku le pegó desde tan fuera como lejos y el portero local tuvo que amarrarse bien para cogerla en el rebote. A 20 minutos del final era muy injusto que el Lega no hubiese empatado todavía.

A pesar de lo que pasaba no daba la sensación de angustia el Lega de otros partidos. Garitano sabía que las cosas se estaban haciendo bien. José Arnáiz tiró de chistera y remató con peligro. Despejó Fernando (frase del partido). Faltaba la guinda, pero con la suerte que viene teniendo este equipo no era descartable que ocurriese justo lo contrario.

El espíritu de Cardeñosa

Lo que no cabía esperar es que José Arnaíz, con el portero batido y con un compañero al lado, sin nadie debajo de los palos, la tiró al lado derecho de la portería almeriense. Inexplicable. Imposible de entender que un tipo con semejante repertorio de recursos fallase lo que falló. El partido se acabó entre la incomprensible de perder posiblemente el día que mejor jugó y una inexplicable expulsión de Sergio García. ¡Suerte míster!

PD: Si mi equipo durante toda la vida ha llevado una camiseta rojiblanca y me hacen lo que le han hecho a la del Almería este año no paso por la tienda del club hasta el verano del 22.

LALIGA (2ª DIVISIÓN, Jornada 13ª)

UD ALMERÍA, 1; CD LEGANÉS, 0

UD ALMERÍA: 13. Fernando C.; 12. Juanjo Nieto, 21. Chumi, 22. Babic, 15. Akieme; 6. De la Hoz, 30. Samu; 8. Portillo (31. Appiah, 77′), 26. Arnau (10. Curro, 67′), 16. Lazo (17. Pozo, 55′); 9. Sadiq (11. Dyego Sousa, 78′).

CD LEGANÉS: 1. Iván Villar; 2. S. Palencia, 5. Bruno, 6. Sergio G., 20. Javi Hdez.; 19. Luis Perea (32. Cissé, 73′), 8. Gaku; 12. Randjelovic, 17. Eraso (11. Juan Muñoz, 87′), 10. José Arnáiz (42. Mario Rivas, 86′); 21. Fede Vico (34. Naim García, 64′)

ÁRBITRO: Galech Apezteguía (Colegio Navarro). Amonestó al local Akieme (88′) y a los visitantes Randelovic (5′). Expulsó con roja directa a Sergio (91′).

INCIDENCIAS: Estadio de los Juegos Mediterráneos. S

GOLES: 1-0 (29′) Portillo, tras sacar Palencia bajo palos un tiro de Sadiq.

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