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Consejos para mejorar el sueño infantil

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El descanso es fundamental para toda persona, y en el caso de los bebés y niños es especialmente importante. Pero conseguir que tengan un sueño de calidad, puede ser un desafío para los padres primerizos. La falta de sueño provoca un bajo rendimiento escolar, disminuye la concentración y altera algunas funciones básicas del organismo.

Para evitarlo, hay que tomar medidas que contribuirán a mejorar la calidad de sueño del pequeño y, en consecuencia, la de los padres. Aunque cada niño es diferente, se ha demostrado que es de utilidad aplicar algunos consejos que se explicarán a continuación.

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Lo que se debe saber sobre el sueño en los niños

Las necesidades de sueño varían de acuerdo a la edad. Según la Organización Mundial de la Salud, los niños en una edad comprendida entre los 6 y 12 años deben dormir de 10 a 12 horas al día. Sin embargo, el descanso en estas horas debe ser de calidad e ininterrumpido para completar las fases de sueño adecuadamente.

Y para conseguirlo, hay que asegurarse de que el lugar de descanso tenga las mejores condiciones. Debe ser cómodo, tener poca luz ambiental y una temperatura agradable. También es importante el colchón. Tiene que estar fabricado con materiales de alta calidad, tal como los modelos que se muestran aqui. Así proporcionarán el confort que el niño necesita.

Los expertos recomiendan seguir ciertas pautas que ayudarán a que el pequeño duerma bien durante toda la noche y así completar el ciclo de sueño, el cual se divide en varias etapas. La primera es el REM, que se caracteriza por los movimientos oculares rápidos, una alta actividad cerebral y es primordial para el desarrollo cognitivo.

La segunda etapa es la NREM. Es la más larga, pues representa el 75?l sueño total y consta de 4 fases, las cuales tienen una duración promedio de 15 minutos cada una. Durante estas fases, se regeneran los tejidos, se regulan las hormonas y el sistema inmunológico se fortalece.

Cómo mejorar el sueño del infante

Conseguir que un niño descanse bien durante toda la noche no es algo imposible. Simplemente se debe seguir una rutina específica y tener en cuenta algunos consejos.

Establecer un horario y una rutina

Se ha comprobado que para mejorar el sueño en niños, crear una rutina y cumplirla diariamente es un método muy efectivo. Durante el día, es recomendable realizar actividades que impliquen esfuerzo físico y mental, de manera que el pequeño esté cansado al llegar la noche.

Antes de ir a la cama, se debe establecer una rutina para relajar al niño y que sea consciente de que es momento de descansar. Tomar un baño caliente, lavarse los dientes, ponerse la pijama y leer un cuento suele ser una de las rutinas más efectivas.

Lo mejor es que la hora de dormir y la de despertarse sea la misma todos los días, incluso los fines de semana. Esto impide que el reloj biológico se desajuste y creará estabilidad.

Evitar la actividad física antes de dormir

Mientras que el día debería estar lleno de actividades estimulantes y divertidas, al llegar la noche es importante bajar el ritmo, al menos una hora antes de ir a la cama. Ese es el momento para realizar actividades que favorezcan un estado de relajación, como dibujar o leer un cuento.

Cuidado con los dispositivos electrónicos 

Algunos padres permiten que sus hijos utilicen dispositivos electrónicos antes de ir a la cama con el fin de “calmarlos”. Pero la luz emitida por estos aparatos muchas veces logra el efecto contrario. Múltiples estudios universitarios han demostrado que existe una relación entre la falta de sueño en infantes de 6 meses a 3 años, y el uso de tablets o smartphones.

Si van a ver televisión, los padres deben asegurarse que el contenido no asuste o inquiete al niño, lo que podría causarle pesadillas u otro tipo de problemas. Es importante prestar atención a lo que ven los pequeños.

La alimentación juega un papel importante

Otro factor que influye en el sueño infantil es la alimentación. Se debe tener cuidado con los alimentos llenos de azúcar, especialmente durante la cena, ya que contribuyen con problemas como la hiperactividad. Para cenar, lo más recomendable es preparar platos ligeros. Las comidas pesadas dificultan la digestión, lo que impide descansar bien.

Mantener un ambiente relajado

Si los padres están intranquilos, estresados o nerviosos, los niños lo notarán y posiblemente se contagiarán de ese estado de alteración. El resultado será que nadie en casa podrá dormir bien. Por eso, cada miembro de la familia debería esforzarse por mantener la calma y contribuir a crear un ambiente pacífico.

Con estos consejos, ya no tiene que ser una tarea imposible que los pequeños del hogar tengan una buena noche de descanso. Simplemente se requiere un poco de paciencia y perseverancia para conseguirlo.

 

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