UN REPORTAJE DE JESÚS TROYANO
Nació el 5-11-96. Pepinero de cuna, críado y educado en la ciudad. Salta camino de la élite del atletismo mundial y tiene un sueño: los JJ.OO. de Tokio’20.
Las figuras deportistas a nivel nacional afloran en la ciudad de Leganés según avanzan los años. Taekwondo, fútbol, voleibol, badmiton, natación o balonmano son alguno de los deportes en los que ya triunfan leganenses. Sin embargo, ha llegado el momento de que una figura del atletismo de Leganés triunfe a nivel internacional, hecho por el que luchará Daniel Solís, saltador de longitud que cumplirá el sueño de realizar un salto vestido con los colores del combinado nacional.
Lo hará después de conseguir un quinto puesto en el XXXII Campeonato de España de la categoría Promesa, celebrado en Torrent el pasado 1 y 2 de julio, con un salto de 7,18 metros. Tras ser seleccionado, espera realizar una buena actuación en el Campeonato de Europa Sub 23, que se disputará del próximo 13 al 16 de julio en la localidad de Bydgoszcz (Polonia), confesando que se conformaría “con ser finalista, aunque ojalá pueda conseguir algo más”.
14 años de trabajo
Desde los 8 años, Daniel persigue el sueño de convertirse en atleta profesional, hecho para el que ha tenido que luchar, pasando por multitud de pruebas, para acabar centrándose en el salto de longitud, prueba para la que parece estar hecho, observando su musculada figura.
Pepinero de nacimiento, pasó por el Club Atletismo Zarzaquemada y en el Club Atletismo Leganés, donde “aprendí mucho, hasta que llegó un momento en el que yo quería un poco más y tuve que salir e irme al Centro de Alto Rendimiento de Madrid”.
A pesar del gran aprendizaje, lamenta que la situación de los atletas en Leganés sea ciertamente mejorable, pues apuesta porque “el deporte es algo continuo”, dándose unas condiciones básicas para el entrenamiento diario. Tras una dura temporada en la que Solís tuvo que esforzarse por no cumplir los requisitos para entrar al CAR, Daniel demostró con su buena actuación en el Campeonato de España el potencial y las ganas de llegar a cumplir sus objetivos, por lo que finalmente fue aceptado.
El sueño: estar en los JJOO Tokio’20
Una vez admitido en el Centro de Alto Rendimiento, Daniel admite que es “otro mundo: entrenamientos de mejor calidad, más intensidad y con compañeros más competitivos”.“Cuando llegué al CAR, comencé a despegar y ahora mismo estamos a nivel nacional muy bien. A nivel de marcas, estoy entre los tres primeros en el ranking absoluto y en mi categoría estoy el primero”, se sincera Daniel, pues desde que entró al CAR, hasta la actualidad, Daniel ha avanzado más de un metro (desde 6,62 metros, hasta su marca personal de 7,94 metros).
Tiene que ver también su evolución con el cambio de club, pues desde que entrena en el CAR, pertenece a la AD Marathon, uno de los clubes con más historia en el atletismo nacional, que puede dar oportunidades a las que clubes con menos recursos no pueden acceder.
Aunque ciertamente ambicioso, el atleta mantiene la calma con los objetivos a corto plazo, peleando en primer lugar por estar en el nacional absoluto y realizar una buena actuación.
Por último, evaluando el futuro próximo que le espera confirma que “me veo yendo a competiciones internacionales a nivel absoluto. Este año he estado muy cerca (10 centímetros). Dentro de unos años me veo en competiciones internacionales absolutas. Espero dentro de 3 años, pelear por ir a los Juegos de Tokyo 2020”, competición que valora como “lo más, el sueño de cualquier deportista”.
De todo hasta llegar al salto de longitud
A pesar de realizar crosses, carreras de 1.000 y 3.000 metros, lanzamientos, saltos, carreras de velocidad o vallas, Daniel Solís fue escogiendo poco a poco las pruebas de velocidad (60 y 100 metros, principalmente) junto con salto de longitud, modalidad que finalmente escogió tras su entrada en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, para dedicarse única y exclusivamente a correr, saltar y volar.
