El 28 de abril de 2016, en una entrevista concedida al digital ‘El Salto’, el desaparecido político cordobés Julio Anguita dejó otra de las frases para la posteridad del periodismo y la política: “A mí las siglas me importan un pimiento”. El político que dignificó la actividad con su proceder y con su redundante frase de “Programa, programa y programa” viviría de una manera peculiar las experiencias recientes de la política española y con perplejidad lo que ocurre en Leganés con algún representante de la formación de la que un día fue coordinador: Izquierda Unida.
Leganés tiene querencia a ser una ciudad en la que suelen ocurrir cosas antes que en el resto de España o cosas que carecen del más mínimo sentido lógico. Su política local es un bodegón de aritméticos que mientras siguen pendientes del dedo de ver cuanto y cómo suman las cosas, se les va el tiempo olvidando la luna de sus administrados.
Leganés tiene querencia a ser una ciudad en la que ocurren cosas que carecen del más mínimo sentido lógico
Hay verdades que pasan de puntillas en este bodegón, ¿O sería más correcto vodevil o bodeguilla? Como aquélla de que los 27 concejales que forman la corporación tienen idéntica responsabilidad en lo que ocurre en el devenir diario de nuestra ciudad. La política local no consiste en crear trols en redes sociales con nombres más o menos ridículos para jalearse entre compañeros de partidos por cosas que ni a los compañeros de partidos les interesan.
El PSOE tiene cosas que explicar que nadie entiende si no es con la dictadura de la siglas, pero es que a este periódico, como a Julio Anguita, “las siglas nos importan un pimiento”. Todas las siglas. Algo que demuestran las miles de noticias, de páginas de periódico y los algo más de 25.000 seguidores que sumamos en nuestra redes sociales. Por lo tanto, cualquier Pantuflo de tres al cuarto puede seguir equivocando el tiro.
El PSOE tiene que explicar los cinco meses de polémica gratuita que han sostenido con EMSULE. La agitación callejera todavía no llega a nuestra ciudad porque, de momento, las cosas le van saliendo bien al gobierno local que suma, de momento, más aciertos que errores.
Los 27 ediles que forman el Salón de Plenos tienen su parte de responsabilidad en lo que ocurre en nuestra ciudad
El PSOE tiene que explicar, sabiendo cuál era la solución al marrón que dejaron en EMSULE, porqué han usado a los leganenses adjudicatarios en un sorteo para poner a hervir agua en un iglú. Ellos mejor que nadie sabían cuál era la solución. Aún no han dicho cómo pensaban arreglar el entuerto que dejaron.
No podía ser eterno por mucho que se escenifique en un Pleno no sé sabe qué diferencias. Entre los cerca de 140 adjudicatarios habrá de todas las ideologías pero la solución solo podía ser una. Algo que entendieron en Más Madrid, VOX y Podemos. En Izquierda Unida y PSOE les costó más. Si Julio Anguita levantara la cabeza…
