“La epidemia provocada por el dichoso coronavirus ha cambiado nuestra vida en muy pocos días. Nuestras casas, nuestras ciudades, nuestra Comunidad, nuestro país, nuestra forma de hacer, de vivir, de comprar, de saludar, de rezar, de trabajar, de querer, todo se ha alterado de forma repentina. No estamos, no debemos estar al menos, en ese momento de extrema crueldad de las críticas indiscriminadas, tiempo tendremos para ello. Estamos en manos de la palabra de la Ciencia, única referencia fiable, y en un tiempo en el que más que nunca la prudencia, el sentido común y la solidaridad han de presidir cada cosa que hagamos.
Y es que hay momentos en los que hay que enfrentarse a situaciones que nos hacen sentir impotentes y, sobre todo, humanos y, por extensión, vulnerables. Esta epidemia ha desterrado las etiquetas de supermanes de nuestras vidas. A muchos les está recluyendo en sus casas, con su familia, con los que un día decidieron compartir la vida, echando de menos a otros muchos que no están o que por seguridad están aislados en sus casas. Ese puñetero pellizco que nos está dando el corazón estos días nos debe hacer pensar.
Miramos el móvil buscando noticias, cuando en realidad lo que buscamos son salidas o soluciones a una crisis que está en manos de la Ciencia (y pidiendo la intercesión divina para los devotos, con oración a San Nicasio incluida).
Ética y responsabilidad
Las personas que cada día ponemos nuestro grano de arena informativo haciendo LEGANEWS hemos asumido, con la ética responsable que aprendimos en nuestra formación como profesionales y como personas, el papel social que desempeña un medio de comunicación. Sin alarmismos pero con la responsabilidad de contar la información que sea necesaria para el buen desarrollo de esta crisis que, todo apunta a que no va a ser precisamente breve.
Esa misma responsabilidad, desde este pequeño y humilde rincón informativo, es la que le pedimos (no somos nadie para exigirle) a nuestros políticos locales, regionales y nacionales. No es el momento. Ya llegará.
Este es el momento de poner la SALUD por delante de cualquier cosa. Llegará el día, porque seguro que llegará, en el que haya que pedirle explicaciones a todos y cada uno de nuestros políticos del porqué han hecho lo que han hecho. Sin embargo ahora estamos en el momento de inventar, esperemos que temporalmente, una nueva vida juntos. Y si el escenario cambia a más restrictivo, que no es descartable tampoco, la invención será mayor.
No somos nada ni nadie
Esta crisis está encerrando la arrogancia, puesto que nos está enseñando cada día que no somos nada ni nadie. Estamos a merced del destino. Nuestra gran ejercicio es el de intentar no caer enfermos en estas semanas. Y eso exige mucho de cariño y solidaridad.
Las escenas en los supermercados son tan absurdas como los reproches entre políticos. La mala leche, la mala baba, la mala condición no va a solucionar esta crisis, por mucho que haya voceros con masivos altavoces que se empeñen cada día en alterar la conciencia de aquellos que se dejan hacerlo.
Manda, primero, la prudencia en las afirmaciones y reflexiones; segundo, el sentido común en la toma de actuaciones; y tercero, por encima de todo, el criterio científico. Por ello es aconsejable que la política (y el periodismo político) guarde una prudente y deseable cuarentena. Este es uno de los momentos en los que el ser humano se está poniendo a prueba a si mismo para reanudar un camino con sentido común.