En cualquier ‘saloon’ del Lejano Oeste que se preciase de ser bueno había un cartel visible para los clientes en los que decía: ‘Por favor, no disparen al pianista’. Lo que los dueños de los locales pretendían con aquella frase es que, en caso de riña tumultuaria (como se llamaría hoy en día), el músico no pagase el malhumor, la mala leche y el mal carácter de aquellos que de repente se liaban a tiros en su establecimiento. El pianista siempre acababa pagando los platos rotos aunque solo estaba allí.
El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Leganés es el pianista de la incomprensible historia de la deficiente, parcial e inexplicable apertura de la piscina del Carrascal de aquella manera. Sobre él ha caído la responsabilidad de tener que dar explicaciones, cuando a fuer de ser sinceros es algo que no le corresponde por muy concejal de Deportes de nuestro ayuntamiento que sea. Ni aunque la piscina esté catalogada como recinto deportivo.
El concejal de Deportes es el pianista en la problemática de la apertura de la piscina del Carrascal
Las razones son varias. Primero, el concejal de Deportes no contrata personal, lo hace Recursos Humanos; el concejal de Deportes no gestiona la contratación del pliego, como su propio nombre indica lo lleva el área de Contratación; y el concejal de Deportes no redacta es responsable del mantenimiento de la instalación, lo hace el área de Obras y Mantenimiento. Eso no quiere decir que no tenga parte de responsabilidad, que evidentemente la tiene.
Es responsable de no acelerar la puesta en marcha del pliego el día que supo que se movía una partida de 500 mil euros para la privatización del servicio de personal de esa piscina. Es responsable de no haber perseguido durante meses a los técnicos (funcionarios) responsables de haber hecho todo lo posible para que Leganés no tuviese por tercer año consecutivo problemas con la gestión de la piscina del Carrascal.
Anaxágoras: “Si me engañas una vez, la culpa es tuya; si me engañas dos veces, la culpa es mía”
Hay una fase atribuida al filósofo griego Anaxágoras (500-428 a.C.) que asegura que “si me engañas una vez la culpa es tuya; si me engañas dos, la culpa es mía”. No dice nada de si lo haces tres. Ni siquiera parece evidente que los tres años consecutivos de problemas con la piscina sean atribuibles al gobierno PSOE-MM Leganemos. Sobre todo porque la decisión oficial de no abrir el año pasado fue la pandemia.
Si esto fuese verdad, la gravedad de la situación de este año sería mucho mayor porque habrían tenido dos años para solucionarlo y no lo han hecho. Da que pensar, pero el argumento de que el Presupuesto se aprobó en febrero les permite excusar todo. Tanto que cuando un grupo político les pregunta si van a privatizar algo más, la respuesta del gobierno fue: “Está todo en el Presupuesto que hay en vigor”. Pues habrá que seguir leyendo en profundidad el Presupuesto. Algunos saben leerlo; otros no saben ni hacerlo.