La política en la que la demagogia y el trampantojo se usan como herramientas habituales de trabajo suele acabar destapando las vergüenzas de los que usan y abusan de determinadas artimañas cual vendedores de crecepelo medievales. De unos años para acá, en los que el mundo de la Política cada día ha ido haciendo más distinciones y separaciones, se ha ido presumiendo de estar en el ‘lado buena de la historia’, dando por hecha la existencia de uno malo.
Durante todos esos años de separaciones, diferencias y bandos, se ha construido el discurso desde determinados sectores de la izquierda del enfrentamiento entre lo mal llamado público y lo peor enfrentado privado. Los defensores a ultranza de papel del Estado en la vida de los ciudadanos enarbolan las banderas de ‘lo público’ como si no hubiese un mundo más allá. Los ultraliberales abogan por la mínima intervención de ‘Papá Estado’ (sea la administración que sea) en los administrados.
El servicio de piscinas lo ofrecerá el Ayto., el coste será parecido, pero se hará a través de una empresa
Y en la construcción de ese relato se ha dado por bueno un curioso reproche bidireccional: ni los gobiernos de izquierdas pueden privatizar servicios públicos, ni aquellos currelantes de la murga de Carlos Cano pueden ni ser ni votar a un partido de derechas. Ambas cosas son una construcción desviada de la sociedad actual. Hasta EE.UU., el país más acusado de carecer de sistema público sanitario (en el que conviven seis modos diferentes de recibir asistencia) ha dado una lección al mundo entero en lo relativo a la vacunación. Nada es incompatible con nada si la voluntad es que no lo sea.
LEGANEWS destapó hace unas semanas que el gobierno local (PSOE y MM Leganemos) preparaba un pliego para privatizar, entre otras cosas, el servicio de piscinas de verano. Algo que podía haber descubierto cualquier vecino (o político de la oposición) que hubiese leído el Presupuesto Municipal vigente. Una vez publicada dicha información se hizo el silencio en el gobierno y empezaron a sonar grillos. Dieron la sensación, por la preocupación que mostraron algunos, como si hubiesen cometido una tropelía incalificable. Y nada más lejos de la realidad.
Lo de llegar en fecha a la apertura de las piscinas en Leganés ya es harina de otro costal
Era muy sencillo de explicar y defender. El servicio lo seguirá ofreciendo el Ayuntamiento pero modifica la forma de pagarlo. Si el servicio no se resiente no pasará absolutamente nada… ¿O sí? Lo único que pasa es que cuando uno se llena la boca de ‘lo público y lo público y lo público’ puede explotarle (sin acepción bélica alguna) un pastel en la misma cara. Entonces el problema no es privatizar un servicio municipal, que ni es malo ni es reprochable, es decir que no lo vas a hacer y esconder, como si sintieras vergüenza que lo estás haciendo. Lo de llegar en fecha a la apertura de las piscinas es harina de otro costal y, seguramente, del editorial de junio.