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El Lega se ha dormido tras tener garantizada la salvación y suma una nueva derrota, ante el Athletic por 0-1

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  • Un golazo en En-Nesyri, pero en la portería de Cuéllar, dio la victoria a los leones en un partido poco soportable

  • Otra cita más, los pepineros demostraron una preocupante falta de ambición en mayores objetivos

Crónica de @juanma_alamo Fotos: Beatriz Fdez. de Agustín

El Lega parece haberse dormido tras conseguir la salvación (aún sin rubricar matemáticamente) y garantizarse, por cuarto año consecutivo, su presencia en la Primera división del fútbol español. Los de Pellegrino parecen ‘acomodados’ en esa tranquilidad saber qué el objetivo se ha debido cumplir. Una pena la falta de ambición porque tiempo para pensar en cosas más ambiciosas habían tenido, pero el fútbol es así.

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La afinidad entre Leganés y Athletic ha llegado a tal punto que aguacero como el que caía al comienzo del compromiso se recordaban pocos en Butarque. Más o menos en la misma fecha hace unas temporadas también jarreaba. No me hagan pensar la cita, pero puedo prometer que aquello pasó. Pepineros y leones han forjado una relación muy cordial durante todos estos años. El agua dejó las gradas como en aquellos partidos de hace no tantos años en Segunda B. Y a jugar.

Y entre colegas se puso en marcha la cita. El Lega tenía la obligación indudable de mejorar la cara de Villarreal. Vive tan tranquilo desde que ha llegado a los 40 puntos que parece que la posibilidad de alcanzar ‘más altura en la montaña’ (que diría Pellegrino) les da como un no sé qué. El Athletic llegaba a Butarque a cinco puntos del Leganés y buscando la mayor cantidad de puntos para pensar con esos picos de la montaña que decía antes.

Toma y daca

El primer tercio de partido (la primera media hora) fue un toma y daca. Lo cierto es que podría casi terminar de escribir lo que había sucedido en esa frase pero hay que ganarse con más dignidad el sueldo (y no digo los futbolistas). El Athletic parecía, a priori, poner algo más en el envite. Quiso más el balón, pero fue un amor fugaz. De llegar a la puerta de casa y no rematar (hablo de lo futbolístico).

Y como en la canción de Nat King Cole iban pasando los minutos, y ellos desesperados, y los de la grada contestando: “quizás, quizás, quizás”. Pero el baile se resumía en un par de tiros del local Kravets y un remate de cabeza del visitante Lekue. La verdad es que no era mucho, más bien poco, pero era lo que era y lo que había. No le gustaba a casi nadie.

El Athletic había subido la presión hasta donde le permitía la cita. El Lega vivía con una comodidad incómoda la cita. Y cuando buenamente podía ponía rumbo a la inmediaciones de Herrerín. Era un llegar, dar las buenas tardes y volverse. No daba ni para un café rápido.Y llegó eso que llega y no sabes como explicarlo.

El inexplicable gol

Aseguran que Dios escribe renglones torcidos, pues un delantero del Leganés, En-Nesyri marcó un golazo, de cabeza, a la salida de un córner, con un remate perfecto, con el giro de la testa… Todo había sido perfecto de no ser por un pequeño matiz: lo hizo en su propia portería.  La explicación debe darla el delantero. Lo demás van a ser explicaciones que, sin dudarlo, se convertirán en otras cosas. No tiene más vueltas. No se las den. Lo que piensan es producto de su imaginación.

Y es que los partidos del Leganés desde que cruzó el Rubicón de los 40 puntos ofrecen una versión menos Lega que en esos momentos en los que peleaba por alcanzar la cifra. En el descanso debió haber ‘pellegrina’. La cosa pareció cambiar durante el arranque de la segunda parte. Los locales dieron la sensación de tener algo más de ganas y algo más de pólvora.

Los minutos caían y de vez en cuando, de cuando en vez, aparecía En-Nesiry, ora por centros de Juanfran ora por dejada de cabeza de Carrillo. Era el picante que le ponían los pepiberos. El Athletic tenía suficiente con ir aguantando el tipo, porque en el tipo iban los tres puntos.

Otra vez Pellegrino miró al banquillo y comenzó a darle vueltas a lo que tenía y a buscar las soluciones de calidad: Braithwaite y El Zhar. Era lo mejor que tenía. El partido se iba y los porteros, por extraño que pueda parecer, no se habían manchado ni las manos. Ni Herrerín, ni Cuéllar. Ese dato revela lo que fue el compromiso.

Para el final quedó el apretón del vago. Un par de aproximaciones y disparos de El Zhar, un disparo desde fuera del área, que en esta ocasión agarró Gumbau, buen lanzador, pero que la tiró muy arriba.

LALIGA (Jornada 34ª)
CD LEGANÉS, 0; ATHLETIC CLUB, 1
CD LEGANÉS: 1. Cuéllar; 2. Juanfran, 15. R. Tarín  (10. El Zhar, 76′), 24. Omerou, 22. Siovas (3. Bustinza, 45′), 14. Kravets (25. Braithwaite); 6. Gumbau, 21. Rubén Pérez, 17. Eraso; 26. En-Nesyri y 9. Carrillo.
ATHLETIC: 13. Herrerín; 5. Yeray (24. Balenciaga, 77′), 3. Nuñez,  11. Córdoba, 15. Lekue, 4. I.Martínez, 12. Yuri,  6. San José,  9.Williams (18. De Marcos, 86′), 17. Rico y 20. Aduriz (2. Kenan Kodro, 80′).
ÁRBITRO: Iglesias Villanueva (Colegio Gallego). Amonestó a los locales Rodri Tarín (39′) y a los visitantes Córdoba (44′), Lekue (90′)
GOLES: 0-1 (42′). En-Nesiry en propia puerta de cabeza tras la salida de un córner.
INCIDENCIAS: Estadio Municipal de Butarque. 4.155 espectadores. El partido comenzó cinco minutos tarde por un problema de conexión del árbitro con la sala del VAR.

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