CD LEGANÉS 2 -3 SEVILLA FC
Crónica: Juanma Álamo / Fotos: Jesús Troyano
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El Leganés dispuso de más ocasiones claras pero solo Luciano erró tres
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Los de Asier Garitano llegaron a empatar tras perder 0-2
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Un grandísimo tanto de Sanabria permitió al Sevilla romper su racha fuera
Butarque, ese estadio de estreno en Primera división, será recordado por el sevillismo por ser el campo en el que el Sevilla acabó con una racha casi eterna sin lograr una victoria fuera de casa. Butarque, ese estadio de estreno en Primera división, será recordado por los aficionados del Leganés porque tras ocho jornadas, el equipo de sus amores no ha ganado en casa. Pero por encima de todo, Butarque será ese estadio de Primera división en el que un hombre de pueblo, de su pueblo, Salustiano Toribio hizo el saque de honor con 102 años menos un día.
Era el gran protagonista de una fiesta en la que el Sevilla llegaba mirando de reojo buscando acabar con la mala racha. Los locales decidieron apretar y montar la que pudieran. Lo primero que montaron fue una contra, en el ocho.
Los errores de Luciano
Alex salió como el correcaminos del lazo izquierdo y en el generoso centro a Luciano Neves, éste demostró que no es un “nueve-nueve”. Vamos que la pifió. Cinco minutos (13′) después no atinó con un remante franco de cabeza en un maravilloso centro de Gabriel. Y tres después tampoco llegó la vencida, porque de nuevo pifia de Luciano. Se va entre los dos centrales, con Alex solo en el lado izquierdo (era la mejor opción).
Y en esta Garitano ya sé mosqueó. Puñetazo a su silla del banquillo y un careto de mal rollo de los que hacen época. Las tres eran claras, las tres las estropeó él mismo, por distintas razones. Fueron 10 minutos que pudieron marcar la suerte del encuentro a favor pepinera. El Leganés se parecía mucho al día del Barcelona, pero los de arriba del SFC no son la MSN y sus ocasiones entran en el terreno de lo probable; las del FCB lo posible es que hagan gol. Tanto que incluso en la duda del fuera de juego apuradísimo tenía razón el línea.
Los goles del Sevilla
Pregúntele a Vitolo o mejor al ‘Mudo’ Vázquez. En el 24 encontró el sitio en una encalmada local para rematar de cabeza y poner un sorprendente 0-1 en el marcador de Butarque. Asier cruzó las piernas de pie y se puso a mirar la forma de darle la vuelta.
Sin embargo el partido entró en clave sevillista de muy antaño. Eso de ‘se acabó lo que se daba’. Suelo, discusión, empujón, patada… Como hacía tiempo. Mala forma la elegida por Sampaoli. Incluso hasta llegar al extremo de una falta en el centro del campo que pudo (no tengo claro si debió, igual sí) dejar al Sevilla con uno menos por un empujón del ‘Mudo’ Vázquez a Rubén Pérez.
No hubo más, pero ese poco fue suficiente para ver una tangana. Y dos amarilllas para los que la montaron. El protagonista se fue de rositas. Ya tenía una amarilla. ¿Tendría algo que ver? Y así, al segundo acto.
Y como empezó. Ni un minuto había pasado. Juntos Omar y Alex y el argentino primer disparo a las manos de Rico. Segundos después duelo de ‘Ricos’ y parada del portero. El Leganés se puso en modo achuchar y achuchar y achuchar. El Sevilla, sorprendetemente, en modo ‘aquí me las de todas’. Conclusión: o era un día para buscar la primera victoria en meses o el estilo Sampaoli es mentira. Garitano estaba a lo suyo. No había llegado el partido al diez de la segunda y Koné al campo; Luciano, al banquillo (evidente, querido Asier).
Dos minutos inolvidables
Pero el destino estaba durmiendo para los locales (literalmente estaba de culo). El Sevilla montó una contra. Como balas, rápido. Escudero da una lección en aquello de llevarla de un sitio a otro. Se fue llevando jugadores encima para poner a Vieto y este a Nasri. Los que no se habían dormido del Lega se durmieron tras el remate que Serantes sacó de forma milagrosa. Pero con tres milagros te canonizan y no se dio ni el segundo. Gol sí, el del Sevilla.
Casi 30 por delante. Les resumo: cinco ocasiones del Leganés (cero goles), dos del Sevilla (dos goles). Rober Ibáñez (el suplente con menos minutos) entró en el campo en el mismo minuto que Timor metió al Lega en el partido desde fuera del área con un golazo. 24 por delante. ¿Tiempo? De sobra.
Tanto que menos de 120 segundos después Rubén Pérez coloca un balón muy largo y muy diagonal por el lado derecho. Syzmanovski con ¡la derecha! de chut ¡flojo! y preciso puso el empate a dos con 22 por delante. ¿Tiempo? Haberlo, lo había. Se le desmontó, de pronto, el chiringuito a Sampaoli. Garitano había enchufado a los suyos el día en el que le había fallado el mejor: Gabriel.
El gol del partido
La sensación era que el partido podía caer del lado del Leganés, una vez despertado el destino, el atino y el tino. Por si podía poner algo de rapidez, que el orden ya estaba recuperado, entró Machís. Subió la presión el Leganés y el Sevilla buscó otra vez el tablero. Cuenta atrás de minutos: diez. Entró el hombre que iba a hacer el gol del partido. Sarabia deja puesto lo que olía a sentencia. Además de ese tipo de goles que solo se puede mirar con cara de asombro.
