El CD Leganés ha virado el rumbo y abierto de par en par las ilusiones de los pepineros en el momento más importante de la temporada. Tras un mal arranque de temporada, donde los resultados le costaron el cargo a Asier Garitano; y el cambio de Medhi Nafti que despertó una relativa ilusión, llegó una racha de cuatro partidos en los que solo sumó un punto, mientras que en las cuatro ultimas citas han sido 10 los puntos logrados sobre 12 posibles.
Esta última racha, con seis goles a favor y solo dos en contra, ha modificado las esperanzas de los ‘pepineros’ y sus sueños se abren ahora de par en par una posibilidad que hace solo unos meses era impensable hasta para cualquier casa de apuestas: soñar con el ascenso. Aunque la evidencia, la experiencia y la prudencia dicen que no es momento de volverse loco, no es menos cierto que vuelve al ser el momento de ilusionarse y apostar por el CD Leganés.
Pies en el suelo pero…
Todo el entorno de la entidad tiene los pies en el suelo y sabe que el camino se complicó durante la primera parte del campeonato, pero la citada racha de los últimos cuatro partidos ha hecho esperanzarse de nuevo a todo el entorno blanquiazul. No se puede olvidar que el pasillo de vestuarios del municipal de Butarque tiene grabado en su pared: ‘Donde los sueños se cumplen’. Posiblemente, en este momento, no sea la mejor apuesta la de creer en un posible ascenso, pero, sin duda alguna, es una apuesta que estará muy bien pagada, aunque solo sea por el cálculo de probabilidades.
Es bueno recordar también que en la pasada temporada, los pepineros anduvieron gran parte de la misma entre los puestos de ascenso y los puestos que daban opción a disputar ‘la fase de ascenso (el play-off)’. En la última jornada del campeonato, el Rayo Vallecano logró colarse cono cuarto en la clasificación final de Segunda tras las 42 hojas del calendario regular. Esa plaza le cruzó con el equipo blanquiazul que pagó un precio altísimo el desgasto de las últimas jornadas buscando la plaza de ascenso directo. Los rayistas sacaron provecho a su inercia y lograron, finalmente, el ascenso a Primera.
Soñar es una de las emociones más baratas en el mundo del fútbol y a la vez más reconfortante cuando se cumple y el Lega ha vuelto a entrar en el modo sueño tras salir de la pesadilla.
