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Las obras de la Iglesia El Salvador ya dejaron al descubierto un panal de abejas sobre el retablo
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El informe arqueológico llevado a cabo en la iglesia de San Salvador ha aportado luz sobre el pasado del edificio
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Durante las obras se ha descubierto la necrópolis del antiguo templo hallando varios cadáveres, en su mayoría de exhumaciones infantiles
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Las investigaciones han detallado la posible existencia de un templo anterior situado en el emplazamiento donde está construida la iglesia
Las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en la iglesia de San Salvador, por las obras allí previstas, han dado lugar a una serie de descubrimientos. Por un lado, se ha podido conocer más a cerca del pasado de la ciudad y de la propia Iglesia, en la cual se ha descubierto la posibilidad de que estuviese construida en el emplazamiento de un antiguo templo. Por otro lado, se ha descubierto la necrópolis del antiguo templo, hallando una serie de cadáveres que habrían sido momificados de forma natural, por el paso del tiempo, según el informe redactado por Maria Del Pilar Oñate Baztan, fechado a 23 de febrero del presente año.
En primer lugar el informe arqueológico ha aportado luz sobre el pasado de la ciudad y de la elección del lugar ocupado por la actual Iglesia de San Salvador. “La ocupación de este municipio ha sido prácticamente constante desde la Prehistoria hasta nuestros días, teniendo en cuenta las magníficas características que presenta para favorecer dicha ocupación, como son la existencia de abundantes aportes hídricos, es decir arroyos estacionales que recorren este municipio entre los que cabe destacar, el arroyo Butarque o el Arroyo Culebro, que no sólo aportaron abundantes recursos naturales, sino que además constituían una excelente vía de comunicación que se vería complementada por la configuración de toda una red de caminos, cañadas y vías romanas que han venido a determinar la ocupación del territorio hasta la actualidad” ha señalado el informe.
Gracias al informe se ha podido fechar la construcción de la Iglesia, a través De Diego Messía de Obando, el cual inició el marquesado de Leganés que duraría hasta el siglo XIX, en 1626, recibiendo la condición de villa el 15 de marzo de 1627, y ya en el año 1660 se opera la construcción de la Iglesia de San Salvador.
“La Iglesia de San Salvador se sitúa en el casco antiguo de Leganés. Las primeras noticias referidas a la construcción de la iglesia señalaban que debió erigirse a principios del SXVI sustituyendo a un templo anterior cuya advocación era a la Santísima Trinidad, posiblemente un edificio de fábrica de ladrillo de escasa importancia” ha señalado el informe. Además se ha datado la parte más antigua del edificio actual, el ábside, el cual data de 1520, del gótico tardío, con fábrica de cantería, cerrada, con una pequeña ventana en arco de medio punto en el flanco sureste del mismo, cuya construcción se prolongó hasta al menos 1573.
En torno a esta fecha se comenzó a construir el cuerpo de la iglesia y las naves con Mater Sánchez como encargado de las obras. De 1584 se tiene noticias referentes al cierre de ventanas de la torre con yeso y ladrillo aderezado, lo que indica que la torre actual no se corresponde con esta.
Obras de ampliación debido al aumento de habitantes en Leganés
Asimismo, el informe ha indicado que en esas mismas fechas se conserva un documento en el que se señala que debido al crecimiento del pueblo, la iglesia se queda pequeña y que en informes de 1658 y 1662 se señala el estado ruinoso de la edificación existente y la necesidad de su ampliación y reforma por ser “inseguro por estar podridas las maderas y defectuoso el edificio y la torre por su antigüedad, con muchas quebraduras y peligro de hundirse” y se relata la forma y estado del templo “que es de tres naves, estando ejecutada la mayor y la del lado sur, junto con la capilla mayor, faltando por ejecutarse el lado norte que se hallaba conforme a la traza antigua de la iglesia”.
Las obras se retoman en 1662 siendo Juan Velos maestro de obras y aparejador mayor, y Tomás Román y Pedro lázaro como maestros de albañilería y alarifes, momento al que corresponden las trazas de las naves y la actual torre. Las obras finalizaron en 1676, tras la instalación de las campanas y los remates de plomo del chapitel en 1674.
Objetivo de la actuación arqueológica
El objeto de la actuación arqueológica propuesta era la identificación y documentación de los posibles restos histórico/arqueológicos que pudieran verse afectados por las obras de de la Iglesia parroquial de San Salvador en Leganés. Igualmente, en los años 70 del siglo pasado se realizó una obra de acondicionamiento de la iglesia instalando un sistema de calefacción por aire, con circuitos de distribución del aires enterrados bajo el suelo de las naves, por lo que se debió destruir buena parte del suelo original y parte de los enteramientos del interior de las naves.
Descubrimiento de la necrópolis del templo
En el espacio entre ambos muros de cimentación, correspondiente al tramo de la cata en la nave central se ha identificado la necrópolis del templo, a una cota de profundidad de unos 35-40 cm bajo el nivel de solado de tarima, por lo que no se ha excavado en su totalidad, sino únicamente los dos extremos de la cata con el fin de no afectar a los posibles enterramientos.
El objetivo de la identificación de la necrópolis en el interior del templo es conservarla, sin necesidad de intervenir sobre ella, se ha modificado el proyecto de instalación de calefacción por suelo radiante. Por último, una vez levantados todos los pavimentos y sus estratos de preparación, se ha procedido a rebajar todo el suelo del interior del templo unos 10-15 cm más, cota suficiente para acometer el proyecto de instalación previsto sin afectar a los enterramientos.
El informe ha indicado también que únicamente se han extraído dos de las sepulturas en ataúd: Una de ellas, la sepultura número 8 cuya cubierta fue alterada por el cazo de la máquina, y la sepultura número 14 cuya cabecera se encontraba a una cota superior a la de excavación y por lo tanto se decidió, para no alterarla, extraerla. El informe ha recogido también el descubrimiento del enterramiento de un bebé, en ataúd, en torno a una edad en torno a los 12 meses, ya que tenía los primeros dientes de leche, dispuesto sobre la caja en posición decúbito supino, con las manos cruzadas sobre el pecho, sujetando un ramito de flores de tela sobre el hombro derecho, vestido con un vestidito blanco, una diadema de hojas de tela en la cabeza, y zapatitos de cuero.
Por otro lado, el informe ha datado el descubrimiento de un enterramiento en ataúd que trata “de un individuo infantil, de corta edad, entre 1 y 5 años, dispuesto en posición decúbito supino, ligeramente desplazado hacia el sur, posiblemente por los movimientos realizado durante la deposición del ataúd. Como el caso anterior, se encontraba momificado, posiblemente por causas medioambientales. Ambos enterramientos, junto con los restos óseos descontextualizados localizados durante los trabajos de vaciado, se volvieron a enterrar en el interior de la nave” indica el informe.
“Una de estas posibles sepulturas de forma trapezoidal, la sepultura no 23 presenta una orientación diferente a las demás, es decir, la parte más ancha al este y la más estrecha al oeste, con lo que tendría la cabeza colocada al Este y los pies al oeste, en contra con la tradicional forma de enterramiento, con la cabeza al oeste y los pies al este, mirando al altar. Este tipo de orientaciones, no son excepcionales, se han identificado en otras muchas iglesias, y parecen corresponder a enterramientos de sacerdotes, tal como quedó constatado en la Iglesia-Catedral de Getafe” ha indicado María Del Pilar Oñate.
En la zona central del segundo tramo de la nave central, se han apreciado varias líneas paralelas, de cal, formando calles longitudinales a la nave central que parecen corresponder a las calles o líneas de los últimos enterramientos efectuados en el interior del templo. En el plano existente de la planta de la Iglesia de 1655 ya se aprecia la distribución de sepulturas que corresponde con las calles identificadas, por lo que estas líneas de cal podrían marcar las calles en las que se realizaron también los últimos enterramientos en el interior de la iglesia.
Control arqueológico y lectura de paramentos en capilla de baptisterio
Al inicio de los trabajos, la capilla del baptisterio se encontraba utilizada como sala de máquinas del antiguo sistema de calefacción, ocupada en su parte central por la caldera de producción de calor. Así mismo, en las esquinas de la pared oeste se había construido dos mochetas que albergaban los patinillos verticales que contenían los conductos de ida y retorno del aire impulsado a la red horizontal bajo el suelo de la nave, así como otra mocheta de menor tamaño junto a la esquina noroeste de la capilla.
Los trabajos realizados en el interior de la capilla han consistido en la demolición de la tres mochetas, que rompieron la bóveda, de la capilla, identificándose los paramentos originales, así como la eliminación del solado y la excavación del suelo hasta la cota de -0’40 m. Además la capilla presentaba un zócalo, mortero de arena con cal, de 1 m de altura, que a su vez se encontraba enlucido por una capa de pintura blanca que cubría todos los alzados de los paramentos de la capilla.
Posible existencia de un templo anterior al actual
Las referencias documentales indicaban la posible existencia de un templo anterior al actual, cuya fecha de construcción era principios del s. XVI, y su advocación era a la Santísima Trinidad, posiblemente un edificio de fábrica de ladrillo de escasa importancia. De esa primitiva iglesia no existen referencias documentales directas y se desconocía tanto su cronología, como su fisonomía.
“Resumiendo, por lo tanto, la planta de la iglesia estaría articulada en dos cuerpos principales bien diferenciados: la nave y el ábside, aunque no descartamos que tuviese construcciones adosadas, ya que el grado de alteración del subsuelo producido por la instalación del sistema de calefacción en los años 70, sin control, ni estudios arqueológicos, ha supuesto una pérdida enorme de información” ha concluido el informe.
La intervención realizada ha permitido constatar la necrópolis en el interior del templo
Las sepulturas se han identificado en planta y no ha sido necesario excavar la necrópolis al poder adaptar el proyecto al nivel de cota en el que se documentan las sepulturas. El mayor número de sepulturas localizadas se sitúan en la zona más próxima al altar, donde además se concentran la mayor parte de las sepulturas en ataúd localizadas, aunque también se han identificado enterramientos en fosa simple. “Llama la atención que la mayor parte de los enterramientos en ataúd identificados corresponden a inhumaciones infantiles” destaca el informe.
Únicamente se ha identificado una sepultura con orientación Oeste-Este, con lo que tendría la cabeza colocada al Este y los pies al Oeste, en contra con la tradicional forma de enterramiento. Este tipo de orientaciones, no son excepcionales, se han identificado en otras muchas iglesias. Todas las sepulturas identificadas corresponden los últimos enterramientos realizados en el interior del templo, que “debieron ser en torno al primer tercio del s. XIX. En 1784 Carlos III promulga una Real Orden por la que se establece la obligación de construir los cementerios fuera de las poblaciones en sitios ventilado y distantes de las casas de vecinos, aprovechando las ermitas existentes como capillas” ha recogido el informe.
“Sin embargo, en Leganés siguió enterrándose en la parroquia probablemente hasta mediados del siglo XIX, según testimonio de dos noticias aparecidas en los periódicos Miscelanea de Comercio, Política y Literatura y en el Diario Constitucional de Barcelona de 18205. Este plano proporciona una valiosísima información referente tanto a la organización de la necrópolis en el interior del templo, así como de la construcción y organización del mismo”.
Respecto a la necrópolis, se ha observado la disposición de las sepulturas, todas ellas del mismo tamaño, perfectamente alineadas por calles.Evidencias de la pervivencia de esta ordenación de los enterramientos por calles se han documentado por las alineaciones, paralelas, de cal, con orientación E-O identificadas en la zona central del templo actual.
Este plano coincide con los datos documentales que se tienen sobre el templo y que coincide con la descripción que se hace del edificio en informes que relata la forma y estado del templo “que es de tres naves, estando ejecutada la mayor y la del lado sur, junto con la capilla mayor, faltando por ejecutarse el lado norte que se hallaba conforme a la traza antigua de la iglesia” ha concluido el informe.