Nafti dio alguna vueltecita interesante al once por distintas circunstancias. La primera, la explicó: quería ver a todos. La segunda, seguramente, por ajustar cosas más a su gusto y modo. Por eso los centrales Omerou y Sergio aparecieron en el once junto a Recio, que en su caso se estrenaba como titular esta campaña. El resto más o menos lo que cabría esperar.
La presencia de Recio en el doble pivote no era una cuestión menor. Muy al contrario se antojaba como la primera gran decisión, condicionada o no. 58 minutos jugados en toda la temporada y siete veces más convocado era su carta de presentación en esta campaña en la que, evidentemente, había contado muy poco para Asier Garitano. Junto al nipón Gaku tenía la obligación de poner orden en un poco ordenado Leganés.
El Lega dio en los primeros instantes del partido dos sensaciones: tener la calma contraria al pollo sin cabeza que pareció el día del Cartagena y posicionarse con un cierto orden que pudiese desbaratar las necesidades del Huesca. No parecía lo mejor, más allá de que las prisas no son buenas; pero también es importante recordar mucho en este equipo aquello de “sin prisa pero sin pausa”.
Minutos comidos
El partido entró en una fase de intenciones. El Lega parecía tener intención de hacerse con el dominio del mismo, pero el Huesca no tenía la más mínima intención de que eso sucediese. Y el balón, como no podía bostezar, se dejó ir entre patada y patada de un lado para otro tomando descanso de vez en cuando cuando le cambiaban por otro.
El primer tiempo se fue entre un lanzamiento del Huesca desde fuera del área que buscó un remate de cabeza que no encontró, y un disparo de volea José Arnáiz desde dentro del área que se fue desviado. No fue tan descarado y claro como lo que ocurrió en Almería pero dejó de nuevo el sabor de boca de un fallo, no tan clamoroso, pero fallo al fin y a la postre.
Lo más positivo del primer tiempo, en lo que a la primera parte se refiere, es que tuvo más posesión y presencia en el campo contrario. Fue una sensación, seguramente basada en números de esos que aportan las estadísticas, pero a la hora de escribir se hace con la primera sensación.
Segundo acto
La segunda parte llegó con un Leganés cuyo entrenador movió una pieza suficientemente táctica como para pretender algo más en el encuentro. Borja Garcés, otra vez, encontró la confianza del entrenador. Entró en el campo y las sensaciones ofensivas de los pepineros estaban obligadas a cambiar.
Y vaya si cambiaron. Pero no solo cambiaron arriba sino que empezó a fortalecer la sensación defensiva. Era cuestión de ver si lo que tenía que dar resultado lo daba o no. Lo dio. Y lo dio doble. lo dio con tiempo suficiente entre un gol y otro para ver qué armas defensivas tenía el Leganés.
Lo primero es explicar, con todos los detalles posibles, el primer gol del Lega. La elaboración de Fede Vico fue determinante porque con el pase dejó a Randelovic delante del portero. El trabajo era ver cómo conseguía desbordar a Andrés. Lo hizo picándole por encima. El balón se escoró muchísimo, se fue al palo derecho del portero y tras rebotar en el mismo entró a la jaula. Era el minuto 62. Noticia: el Lega ganaba.
¿Ser o no ser?
Esa era la cuestión. Ver como manejaban los pepineros una ventaja y casi 30 minutos por delante. Pues, a fuer de ser sincero, lo hicieron bien por méritos propios y deméritos ajenos. La imagen del Huesca no fue la mejor, pero en este mismo partido hace semanas el Lega podía haber tirado la ventaja, empatado e incluso perdido.
Muy al contrario, supo nadar y guardar la ropa hasta que el partido había entrado en los últimos 10 minutos. El Lega sorprendió, para bien, en ese tramo. Hasta que llegó el momento de firmar la sentencia. Curioso que el redimido Borja Garcés fuese el que sacase el instinto desconocida hasta ahora. Un balón profundo, centrado de primeras, y Garcés en el área pequeña la mandó hacía dentro.
La bombona de oxígeno había sido
LA LIGA (Segunda división, jornada 15ª)
SD HUESCA, 0; CD LEGANÉS, 2
SD HUESCA: 1. Andrés; 2. Andrei, 23. Ignasi Miquel (19. Bufafarini, 69′), 14 Pulido, 3. Miguel; 8. Nwakali, 6. Salvador (20. Seoane, 55′), 5. Mosquera (22. Juan Carlos, 80′), 17. Mikel Rico; 10. Escriche (18. Gaich, 55′) y 7. Ferreiro (9. Isidro Pita,80′).
CD LEGANÉS: 13. Riesgo; 2. Palencia, 6. Sergio, 4. Omerou, 20. Javi Hernández; 8. Gaku, 14. Recio (17. Eraso, 66′); 12. Randelovic (3. Bustinza, 89′), 21. Fede Vico, 10. Arnáiz; y 11. Juan Muñoz (28. Borja Garcés, 46′).
ÁRBITRO: López Toca (Cántabro). Amonestó a los locales Mosquera (2′), Salvador (7′), Mikel Rico (59′), Xisco (88′) y Buffarini (91′) y a los visitantes Omerou (56′), José Arnáiz (70′), Riesgo (78′).
INCIDENCIAS: Estadio El Acoraz.
GOLES: 0-1 (62′) Randelovic, tras un centro de Fede Vico; 0-2 (83′) Borja Garcés en el área pequeña tras un paso de Randelovic.
