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Los de Idiákez manejan el control del balón y los partidos pero, un año más, carecen de goleador efectivo
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Cuatro puntos de 21 ha logrado el Lega en el primer sexto del campeonato… ¿Se habrá terminado la calma?
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El Huesca se adelantó con un tanto en la prolongación de la primera parte
El Lega ya no tiene excusas. Ni para bien, ni para mal. El equipo ha dibujado ya su esencia siete jornadas y 21 puntos después (de los que ha sacado cuatro). Les puede sonar excesivo pero la competición ha consumido un sexto de lo que se tendrá que disputar. La lectura del once pepinero dibuja, casi con exactitud, lo que Idiákez tiene en la cabeza para esta temporada. Lo que pase, a partir de este momento, es lo que hay. Así se puso en marcha la cita de El Alcaraz.
El Lega se empeñó en hacer lo que hace bien: ensanchar el campo todo lo posible y tratar el balón lo mejor posible. El Huesca se enfrentaba mal a ese hecho. En algún momento los visitantes iban a tener alguna porque los oscenses se medían mal a la solución de lo planteado por los leganenses. Así llegó un pase al fondo izquierdo al que llegó bien José Arnáiz y su centro no fue aprovechado por Parzysvek. El reloj caía al 15 y los muy blancos y poco azules desaprovecharon una ocasión de esas que uno suele arrepentirse.
Cuarto comido
Los minutos corrían sorprendentemente rápido. Al Lega le asomaban por las costuras algunos indicios de nervios derivados de la presión que algunos de ellos deben estar empezando a sentir. Así se les fue un cuarto de partido cerrándolo con otra ocasión clara, en un remate de cabeza de Nyom que le faltó fuerza y dirección; y con otra amenaza de José Arnáiz. El Lega mandaba, sí, sin duda.
El partido estaba en modo acoso… ¿Y derribo? de la portería de Andrés Fernández. Cada minuto que se iba parecía acrecentar la sensación de que el gol de Leganés era una cuestión de tiempo. Lo que sí caían en las ocasiones. Otra vez Nyom, que se colaba como ‘pedro por su casa’ y su remate con la pierna derecha se fue al palo derecho del portero oscenso. Los visitantes vivían sus mejores momentos pero… sin gol.
Todo iba bien hasta que se cumplió una de esas máximas del fútbol. Con la prolongación de un minuto marcada, un saque de banda desde la diestra de su ataque, peinado hacia atrás por Carlos Kevin y Juan Carlos se colaba entre los defensas para mandarla hacia la red de Dani Jiménez. ¿Injusto? Posiblemente. ¿Incomprensible? Con total seguridad. Pero aquello de “si perdonas…”.
Segundo acto
Después del duro mazazo tocaba saber cómo iba a afrontar el CD Leganés la segunda parte. De entrada, la primera sensación fue que con lo mismo y los mismos. Debería haber valido en la primera parte y, ahora ya con la exigencia de ir perdiendo, debería ser útil en la segunda. El riesgo iba a ser mayor, pero la sensación es que los de Ziganda iba a arriesgar lo justito para no perder lo que habían conseguido.
José Arnáiz enseñó de nuevo que es uno de los tipos con más calidad de la categoría. Puso a prueba a Andrés Fernández con un disparo muy complicado que termino en saque de esquina. Para darle otro empujón a la moral parecía servir. No era poco, pero solo era eso.
Más rápido, más lejos
Los de Idiakez subieron la presión todo lo que les daba el fútbol asumiendo el riesgo que podría derivarse de algún desajuste que beneficiase a los locales. Ziganda reaccionó a la hora refrescando algo más el equipo con dos tipos que juntos sonaban a pareja de Djs electrónicos de los 90: Kento y Kante.
El reloj empezaba a ser una tortura para los leganenses que habían entrado en modo ‘martillo pilón’: lo bueno se hace una vez, y dos y tres.. Y así hasta que dé resultado. Y lo podría haber hecho en el minuto 63, tras una gran jugada de equipo, que se le fue ligeramente desviada a Dani Raba. De la presión a tensión de la tensión a la angustia… De la angustia al final quedaban 20 minutos.
Recta final
A todo el cóctel envenenado se sumó un remate a las maderas del equipo local. El Lega tocaba, tenía el balón, tocaba, buscaba el hueco… Tocaba, muy bonito de ver si no eres de los que lo único que te gusta es la victoria de tu equipo, que suele ser un porcentaje muy elevado de aficionados.
Solo faltaba que el Leganés hiciese un gol y se lo anularán para que todo fuese aún peor. Ocurrió. Parzyszek mandó a la portería local un testarazo de cabeza. La interpretación en la elevación es que se apoyó en el ‘cogote’ de Timor. Pues sí.. O no. El caso es que le anularon el tanto. Idiákez, visto lo que había y lo que quedaba, decidió alargar más el campo con Durmisi y buscar algo más con Juan Muñoz.
¿Qué era lo que buscaba? Pues no les puedo engañar, nos quedamos con las ganas. Cuatro puntos en el primer sexto del campeonato no son muchos, la verdad. La imagen y los detallitos arbitrales en siete partidos habrían dado para más, pues sí han dado para más, pero hay lo que hay. Cuatro de 21. ¿Se acabó la calma?
LA LIGA (Segunda división. Jornada 7ª)
SD HUESCA, 1; CD LEGANÉS, 0
SD HUESCA: 1. Andrés Fdez.; 15. Biasco, 14. J. Pulido, 4. Timor, 3. Florián Miguel; 8. Soko (7. Gerard Valentín,, 45′), 23. Sielva (19. Kante, 59′), 32. Tomeo (20. C. Salvador, 83′), 21. Mateu (6. Vilarrasa, 69′); 22. Juan Carlos y 29. Carlos Kevin (5. Kento Hashimoto, 59′).
CD LEGANÉS: 1. Dani Jiménez; 21. Miramón (7. Javi Avilés, 88′), 2. Nyom, 3. Jorge Sáenz, 5. Josema (22. Durmisi, 76′); 17. Dani Raba (11. Juan Muñoz, 76′), 18. Rubén Pardo, 20. Undabarrena (9. Qasmi, 91′), 14. Fede Vico (27. Naim, 88′); 24. Parzyszek y 10. José Arnáiz.
ÁRBITRO: López Toca (Colegio Cántabro). Amonestó a los locales 3. Florián Miguel (32′), 8. Soko (36′), 29. Kevin Carlos (38′) y a los visitantes Parzyszek (40′), Jorge Sáenz (79′)
INCIDENCIAS: El Alcaraz.
GOLES: 1-0 (45+1) Juan Carlos en el área pequeña.