CULTURA

Javier Bullido ‘Sonsione’, arte pepinero en murales por todo el mundo

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La decoración callejera siempre ha sido uno de los puntos de inflexión de los Ayuntamientos. En Leganés, contamos con uno de los artistas reconocido en el panorama nacional, e incluso internacional: Javier Bullido, “Sonsione”. Un joven ‘pepinero’ cuya dedicación principal es pintar murales. En la actualidad, realiza grafitis para empresas, instituciones y otras entidades que requieren sus servicios, yendo sus murales desde arte callejero en muros, hasta decorar las paredes de alguna habitación, pasando por la caracterización de fachadas de negocios (restaurantes, fruterías…).

Una de sus últimas obras, la ha realizado gracias a que su boceto ganó un concurso en la Semana del Medio Ambiente, plasmándolo en el exterior del Teatro Egaleo “en una de las paredes una niña tumbada en un árbol con las palabras “mejorar el mundo”, y en el otro lado de la pared unos niños como si estuvieran intentando arreglar el planeta”, según comenta el propio artista.

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Criado en San Nicasio

Pero ni no ha sido la única obra que ha realizado en la ciudad. Javier ha decorado desde gran parte del Barrio de San Nicasio (donde se ha criado), hasta una de las puertas de la Piscina El Carrascal, donde pintó hace años una caricatura de Rafael Nadal, transformándola posteriormente en un oso panda.

Según el propio artista, una vez te acostumbras a pintar, es ciertamente sencillo, sin embargo, “que se te ocurra una idea, por ejemplo del medio ambiente, es complicado, porque ya está muy visto. Que una idea sea original es muy complicado”.

Gracias su experiencia, Javier ha viajado a lo largo del territorio nacional e internacional, realizando grandes obras de arte, lamentándose cómo en Leganés e incluso gran parte de España, “cierran las puertas a realizar una obra artística”.

Trabajo internacional

Uno de los últimos viajes que realizó Javier fue a la ciudad portuguesa de Braga, donde a través de la Asociación Sinergia, le llamaron para pintar las paredes de la estación de autobuses, junto con un brasileño y siete portugueses. “En el interior, pinté el Arco de Portanova sujeto por un niño, para que no fuese todo muy parecido. Mientras que en el exterior, hicimos las letras de BRAGA en tipografía de grafiti, y luego pinté la cara de un jugador del equipo de fútbol de la ciudad”, recuerda.

Detalles del autor

A pesar de que siempre es especial pintar murales en tu lugar de origen, Javier rechaza en bastantes ocasiones pintar en Leganés pues “la gente cree que esto lo hago por diversión”, hecho que le lleva a salir de Leganés y buscar negocio fuera. Además, expresa que “es muy complicado pintar en Leganés. Ponen muchas trabas”. Lo del profeta en la tierra propia….

A lo largo de sus 27 años pintando murales, Javier lamenta que en el extranjero se valora más su actividad: “En mis visitas a Bélgica, Holanda, EE.UU., Francia… se ha valorado mucho más lo que hago”, poniendo además al país vecino como ejemplo: “aunque Portugal parezca que vaya 20 años más tarde, se valora el arte mucho más que en España”.

Javier comenzó pintando murales por diversión, hasta que llegó el momento en el que lo tomó como un trabajo. 27 años después, su principal actividad económica es recorrer el mundo pintando. A pesar de estar contento por ello, recomienda: “Si se animase a los chavales a pintar cosas grandes y bonitas, dejarían en muchos casos de pintar guarrerías”.

Su sello ya está en Braga

De su experiencia en Braga, Javier dice que es “algo inolvidable”, pues no solo fue el hecho de poder pintar en una ciudad emblemática, sino “que la gente valorase lo que hacíamos”. Tanto dentro, como fuera de la estación de autobuses, los murales realizados tuvieron una gran importancia, además de “llamar la atención, porque eran murales de unos seis metros de altura”. Para él, todo el proceso de pintura resultó ser “una experiencia ejemplar”.  ¡Enhorabuena!

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