OPINIÓN

La firma (71): Tiempo de liderazgos fuertes

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VeladoresPor PEDRO ATIENZA (Actualmente es Técnico de Gestión en el Hospital Universitario José Germain, de Leganés. Fue Segundo Teniente de Alcalde, Concejal de Hacienda y Portavoz del Grupo Municipal Socialista durante el anterior mandato. Es Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración y Diplomado en Gestión y Administración Pública).

Hola, querido lector. Hacía tiempo que no escribía en estas páginas y, la verdad, no sabía muy bien sobre qué escribir. Seguro que muchos, cuando han visto mi nombre habrán pensado que hablaría sobre los Presupuestos Municipales que se han aprobado recientemente. Os equivocáis. Otros pensarán al leer el titular que escribiré un artículo desde el rencor al haber dejado de formar parte del “Club de los 27”. También se equivocarán.

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Durante este año de pandemia he estado reflexionando bastante sobre el por qué en la toma de decisiones de los políticos a distinto nivel y, la verdad, algunos me han defraudado bastante. Pocos son los que se han dado cuenta de que son tiempos de liderazgos fuertes, en los que la población espera que coja el timón fuertemente y dirija la nave hacia aguas más calmas, evitando cuanto antes la tormenta (Filomena aparte) o que apoye lealmente al Gobierno. Los he encontrado en distintos partidos políticos, pero para nuestra desgracia no ha sido la norma general.

“Pocos son los que se han dado cuenta de que son tiempos de liderazgos fuertes, en los que la población espera que coja el timón fuertemente”

Lo que nos hemos encontrado ha sido más bien al político “avestruz”, que ha preferido apartarse de la escena para que esta crisis sanitaria y económica no perjudicara su imagen personal (jueguen ustedes a poner nombres); al político “oportunista” que ha visto que este era buen momento para desgastar al rival, sin importarle el número de muertes que su actitud pudiera provocar y sin ser consciente de que las instituciones deberían permanecer al margen de la discusión política; o al político “arrojado” que comienza a tomar decisiones sin tener en cuenta lo que le rode, sin coordinación y, lo que es peor, sin una planificación o un rumbo determinado.

No es la primera vez que escribo negro sobre blanco la siguiente reflexión, pues a la conclusión que he llegado es que nos ha tocado vivir esta pandemia con bastantes inútiles al frente de determinadas instituciones.

Ahora bien, si el lector se abstrae del ruido mediático y observa de una manera objetiva lo acontecido, podrá seleccionar aquéllos líderes que han destacado por su coherencia, su decisión, su sangre fría y su saber estar en un momento tan complicado como el que nos ha tocado vivir. También podrá comprobar que la inutilidad es un mal que salpica a todos los partidos políticos, tanto “nuevos” como “viejos”.

“Si algo debería tener la política es vocación (…) y voluntariedad, por lo que cuando uno se equivoca debería saber apartarse”

Para ser justos, he de recordar que frente a una pandemia de este tamaño nadie tenía experiencia y todos han ido aprendiendo sobre la marcha. Pero esto no debe ser excusa para nadie. Si algo debería tener la política es vocación (otra cuestión es que actualmente la haya) y voluntariedad, por lo que cuando uno se equivoca debería saber apartarse para que otro ocupe su puesto.

Uno, frente al caos, debe tener un plan a seguir y ser consciente de que si su plan falla lo mejor es que sea otro quien dirija un plan diferente. Que nadie interprete esto como una crítica al presidente Pedro Sánchez, a la presidenta Isabel Díaz Ayuso o a al alcalde Santiago Llorente, sino como una reflexión en voz alta que os haga pensar y decidir según vuestro criterio. Aunque si queréis saber mi opinión personal: de los tres, me quedo con Pedro Sánchez.

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