-
Lorenzo Pérez,bombero de Leganés, logró tres nuevas medallas en los JJ. Mundiales de Policías y Bomberos
“Ha sido más jodido que otros Juegos, había mucho nivel y yo soy más mayor”, asegura este miembro del cuerpo de Bomberos de Leganés que ha sumado este año tres nuevas medallas (oro, plata y bronce) en los Juegos Mundiales para Policías y Bomberos celebrados en Los Ángeles. Los que le respetan y no le conocen le llaman “la leyenda”, los que le conocen y le respetan se refieren a él cariñosamente como “el abuelo”.
La lista de preseas es tan larga que hasta él mismo asegura, con humildad, “tres más”. Pero cuando se le pregunta si son los últimos Juegos duda: “No lo sé”. Peor rápidamente sale de la duda asegurando que “me estoy recuperando”. De las tres -oro, en press de banca; plata, en TCA individual; y el bronce, en TCA por equipos – destaca la última: “Las otras dos tuvieron un carácter muy emotivo para mí, pero deportivamente lograr esa medalla por equipos ante gente muy preparada”.
900 españoles
De los más de 14.000 participantes que ha habido en los Juegos, la delegación española (con más de 900) era la quinta más numerosa tras EE.UU., Brasil, Canadá y México; además de terminar segundos en el medallero. Reconoce que han sido unos Juegos muy especiales porque “iban a ser en Montreal y Los Ángeles ha montado unos Juegos extraordinarios en seis meses”.
Poco a poco ha ido recuperándose del jet-lag con el que volvió de EE.UU. para de nuevo, seguir al servicio de todos los vecinos de nuestra ciudad tras alargar el palmarés de una ‘leyenda viva del deporte’.
Juegos Mundiales cargados de emociones
Los homenajes a la memoria de su padre (en la medalla de oro) y a la de Raúl Palomo (recogió la de plata con la camiseta de su compañero fallecido en febrero) le emocionan al recordarlo.
Más allá de la competición, Lorenzo ha llegado a tener como adversarios a compañeros de profesión 28 años menores que él. Sin embargo aquellos le han reconocido sus éxitos continuos.
El campeón australiano del TCA, que le privó del medalla de oro, reconoció el palmarés y la historia del bombero leganense al bajarse del podio cuando le pidió hacerse una foto con él.
Tuvo que bajar 600 gramos antes de una prueba y primero fue corriendo en chandal y mallas largas por Malibú a… ¡42º! “La gente me miraba pensando que estaba loco”. Luego la sauna ayudó un poco.