-
Syzmanovski y Martín Mantovani, a centro del primero, dejaron el partido liquidado durante la primera parte
-
Unai López y Alberto Bueno redondearon el marcador durante la segunda mitad y cerraron un “gol-average” muy favorable
-
Once jornadas después, el Lega logró una nueva victoria y lo hizo de nuevo ante un rival directo en la pela por la salvación
CRÓNICA: Juanma Álamo (@juama_alamo) / FOTOS: Jesús Troyano (@jesustroyano110)
La inquebrantable confianza en un entrenador permite que el fútbol te regale tardes como la vivida entre el Leganés y el Deportivo. Es una historia que empezó hace muchos años y que tiene muchas claves. Es de esas historias que pueden hasta escribirse a forma de cuento breve con varios momentos desde las 10.30 de la noche del domingo pasado. Y es que la victoria ante el Depor tuvo sus primeros renglones aquella noche.
Prólogo. Esta semana conversaba con un dirigente del Leganés: Le decía, “Saberte el once de un equipo de memoria es señal de que ese equipo ha hecho algo grande”. ‘Cierto’, me decía. Ahí están los históricos casos de las seis Copas de Europa del Madrid, el de la Quinta del Buitre, el Barça del Dream Team o del Pep Team, el SuperDepor o el Atlético del Doblete. Equipos que quedan para la historia.
Capítulo I: Rueda de prensa de Asier Garitano. Preguntado por los fichajes, responde que serán importantes en los últimos ocho o diez partidos. Lo que confirma la vieja teoría de Luis Aragonés de los últimos 10 partidos. El Zapatones aseguraba que ahí era dónde te jugabas todo y que había que llegar colocado para ello.
Repetir once
Capítulo II: Ves el once del Leganés y piensas en el prólogo. Es raro ver tanta gente igual de un partido a otro. Vamos que Asier no repitió porque por obligación no pudo (solo se cayó Alberto Martín para entrar Rubén Pérez). Eran casi los once héroes del Camp Nou a los que les birlaron la victoria en el último minuto en un penalti que no era.
Capítulo III: El presidente argentino recibió el viernes por la noche a compatriotas deportistas en la embajada. Allí estuvieron Nereo Champagne y Martín Mantovani. Ha sido el protagonista de todos los medios durante estos días. Nunca hubo más banderas argentinas en Madrid que en este momento. En esa historia faltaba un argentino, aunque crecido en España: Alexander Syzmanovski.
A ritmo de tango
Capítulo IV: Llega la fiesta argentina en la primera parte del partido ante el Deportivo. El 11 del Leganés manda a la red toda la tensión acumulada por los pepineros durante semanas. Hacía más de dos meses que los aficionados pepineros no venían un gol de su equipo. Y mereció la pena esperar para ver el golazo de Alex. Caras más relajadas. Mucho más cuando el zurdo pone un balón a la cabeza de su colega Martín Mantovani y el capitán marca el segundo. Butarque no recordaba nada parecido desde el día de Osasuna.
Capítulo V: Garitano, Gaizka, vio las cosas chungas (con perdón, bastante jodidas). No le gustó lo que vio. La verdad es que a ningún deportivista. Sacó a Mosquera y a Kakutá del campo. Metió intención de orden y peligro: Luisinho y Andone. Garitano, Asier, debió ver las cosas como Sevilla Los del Río, “de un color especial”. Mejor podían ir, pero era complicado. Pero la trama empezó a ponerse seria cuando en una contra la manda Lux a la madera y al corner tras… ¡un disparo de Siovas! Has leído bien. Del central griego que acompañó la contra.
Más facilidades
Capítulo VI: Si te pones en la línea de tiro del árbitro y le das un codazo a un rival te expulsan sí o sí. Pues no se le ocurrió cosa mejor al deportivista Albentosa que hacerlo. Evidentemente dejó a su equipo con 10 con casi media hora por delante, perdiendo dos a cero, hecho un manojo de nervios y me da la sensación que metido en una profunda crisis de difícil solución. El Lega en ese momento de la historia le iba sirviendo con eso de nadar, secarse la rompa y tenerla planchadita. Metía a los coruñeses por detrás y les dejaba el gol-average triturado.
Capítulo VII: Y a 20 del final, la cabeza pepinera a Valencia. Refrescos para coger airea. El omnipresente Unai López mandó al banquillo al tarjeteado y nervioso Erik Morán. Nada que objetar, tampoco soy nadie para hacerlo. Jugaba el Lega con los tiempos y la angustia del Deportivo. Facilitaba las contras y por una de ellas llegó el punto y final de la historia. Combinación de Unai López con Tito y en el centro el goleador del Camp Nou repite. El cuento termina con un grito de la grada: “¡Es de Primera, el Lega es de Primera!”.
Epílogo: Que lo sea por muchos años.