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Tercer compromiso consecutivo del nuevo Leganés de Asier Garitano y tercera victoria consecutiva de los pepineros
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Rubén Pardo, Rober Ibáñez y Sabin Merino hicieron los goles ante un equipo que dio poca sensación de peligro
CRÓNICA: Juanma Álamo
Todos los 14 de febrero son especiales en Butarque. No porque sea San Valentín, ni siquiera porque a pocos metros del estadio esté enterrado en un osario el actor que dio vida al santo en aquellas inolvidables películas del cine español. Es que un 14 de febrero se estrenó este feudo. El estadio municipal cumplió 23 años y celebró de la mejor posible.
Tercera aparición del ‘Legaritano 2.0’ y tercera victoria. Algo menos de tres semanas de entrenamientos en los que el técnico de Bergara no ha hecho otra cosa que alabar a los suyos. Siempre defendiendo la viaje teoría ‘aragonesina’ de que en público los suyos son los mejores… En privado, solo lo saben ellos. El caso es que sorprendía el once.
Garitano parece que va confeccionando su once personal y en esa puesta en escena hubo novedades importantes en la cita ante los manchegos. Kevin Bua se hizo con la titularidad después del doblete de la semana anterior. Miguel se hizo con la titularidad en la delantera en un movimiento de complicada lectura dado el buen estado de Sabin Merino, en el banco junto a Borja Bastón.
Pleno de aciertos
Asier cree en lo que cree y el tiempo le termina dando la razón. Y más en una casa en la que en el caso de que cometa un error, lo atenúa una trayectoria casi, casi inmaculada. En cualquier caso su once (y los once) acaba siendo algo que el paso de los minutos va demostrando si hay acierto o no. No tardó mucho en empezar a dar la sensación de que todo eran aciertos.
El lado derecho manchego parecía una concentración de ‘Madres de la Plaza de Mayo’. Y el Leganés lo vio rápido, muy rápido. Por allí llegó el primer centro a la cabeza de Perea que acabó deteniendo Nadal a los cinco minutos. Se habían destapado excesivamente rápido los defectos del equipo albaceteño.
El Lega ‘cargó la suerte’ por esa zona. Por allí llegó la falta al borde del área que dio origen al primer gol. Y por allí el centro que dio origen al segundo tanto. Por descubrir los fallos, por saber leer el partido o por lo que sea (la suerte también cuenta), los de Garitano habían conseguido poner el partido 2-0 a los 22 minutos de arrancar el mismo.
Dos goles en cinco minutos
Primero fue una falta magistralmente lanzada por Rubén Pardo desde pocos centímetros por delante de la línea del área grande. Si se me permite la osadía, el lanzamiento fue de esos que hay que poner en la escuelas de fútbol a los chavales para que aprendan todo. Desde cómo colocar el balón, como talonar, cuántos pasos hay que dar, cómo colocar la pierna de apoyo y cómo golpear el balón. Una falta de las que uno no se cansa de ver.
Segundo fue un gol de esos que el técnico visitante cogerá a sus jugadores para que le expliquen la sucesión de errores en la misma jugada. Errores de marca, de concentración, de posicionamiento. Errores en cadena que permitieron a Rober Ibáñez encontrarse con un balón en el área pequeña estando más solo que la luna. Le dio hasta tiempo a pensar donde se la ponía a Tomeu Nadal.
El ‘Legaritano’ había volcado el partido a su favor solo con un cuarto del mismo disputado. Le había levantado una montaña al Albacete que se antojaba difícil de subir. El fútbol tiene muchas sorpresas pero cuando lo que enseñas son defectos y no virtudes te condenas en exceso. Los blanquiazules se envolvieron en la inercia de una cómoda ventaja a esperar los movimientos que hacían los manchegos. No daba la sensación de que tuvieran muchos recursos para apretar a los locales.
Segundo acto
El arranque de la segunda parte fue con parámetros similares a los de la Primera. Los pepineros iban encima de un tren que tenía parada en la estación victoria por lo que echar más o menos carbón a la locomotora no era cosa suya. Lo suyo podía ser reaccionar a lo que hicieran los manchegos. Bueno y esperar a que el VAR decidiese no dar por gol legal un tanto de Javi Hernández a los cuatro minutos de la segunda mitad. Todo en orden. Bien no validado.
Alejandro Menéndez intentó remodelar a los manchegos. El técnico visitante realizó un triple cambio a los siete minutos de segunda parte. La sensación, el tiempo demostraría, era que lo que pretendía era oxígeno y fuerza en el mediocampo. Y a ello sumarle algo más de pólvora arriba. Quizás para justificarlo Ortuño enseñó los dientes a los pocos segundos de entrar al partido.
Garitano cambia su primera ficha. Lo hizo tras consumirse los primeros 15 minutos de la segunda parte y fue para no tocar nada en lo táctico. Un trabajado y trabajoso Miguel dejó el partido para dar entrada a Borja Bastón. Eso es lo que se vio. Lo que costó más verse fue como Garitano parecía haber dado orden a sus estiletes laterales de frenar las acometidas. La segunda lectura de que el que tenía que echar carbón era el Albacete y el Lega reservar todas las fuerzas que pudiera.
El Alba se metió
La única manera de que el partido tuviese algo de picante es que Albacete se metiese en el partido. Y se metió. Alvaro Jiménez diseñó un gol precioso. El manchego dibujó un gol adornado en el recorte, el regate y la ejecución. Lo hizo todo de manera preciosista. Como la cita tenía todavía 19 minutos por delante, los castellano-manchegos se encontraron que tenían vida y, por fin, despertaron.
La reacción de Garitano fue repentina. Buscó el equilibrio que aporta Gaku y el picante de Sabin Merino. La sensación es que estaba todo previsto y se ejecutó porque no parecía que tuviese mucho sentido meter en el campo a Merino salvo que fuese para darle descanso a Eraso y buscar algo más de pulmón en el tramo final.
La puntilla
Y llegó el puntillazo de la manera más inesperada. Cuando el Albacete parecía apretar en el tramo final, cuando quedaban diez, le cayó encima una camioneta de hielo. La frescura en las piernas de Sabin Merino, y el egoísmo porque no decirlo, le permitió salir de su campo con el balón y terminó con el balón en la red. Le acompañó en la jugada Bastón pero solo hizo eso, acompañarle.
Desde ahí hasta el final, algún cambio, comerse los minutos y mirar a la clasificación. El miércoles un Leganés-Almería luchando por entrar en ascenso y ponerse líder, respectivamente. ¡Quién me iba a decir!
LALIGA (Segunda división) – Jornada 25ª
CD LEGANÉS, 3; ALBACETE BP, 1
CD LEGANÉS: 1. Cuéllar; 2. S. Palencia (3. Bustinza, 83′), 20. I. Miquel, 4. Omerou, 28. Javi Hernández; 25. Rubén Pardo, 19. Luis Perea; 18. Rober Ibáñez (14. Javi Avilés, 84′), 17. Javi Eraso (6. Gaku, 72′), 22. K. Bua (9. Sabin Merino, 72′); 29. Miguel (24. Borja Bastón, 60′).
ALBACETE: 13. Tomeu Nadal; 2. A. Arroyo, 4. Nico Gorosito, 37. Boyomo, 3. Fran García (14. Diego Caballo, 84′); 11. Alvaro, 20. Silvestre, 24. Mvondo (5. Dani Torres, 52′), 12. Tana (27. Cedric, 52′); 8. Manu Fuster (19. Ortuño, 52′) y 10. Zozulia (29. Vargas, 84′).
ÁRBITRO: López Toca (Cántabro). Amonestó a los locales Borja Bastón (75′) ya los visitantes Fran García (48′). Silvestre (61′)
INCIDENCIAS: Estadio Municipal de Butarque.
GOLES: 1-0 (17′) Rubén Pardo de falta directa golpeada con la pierna derecha en el pico del área izquierda del área albaceteña. 2-0 (22′) Rober Ibáñez remata, solo, un balón en el área pequeña tras un fallo defensivo. 2-1 (71′) Alvaro, en jugada personal, tras dos quiebros y colocando el disparo. 3-1 (80′) Sabin Merino culmina un contraataque disparando a portería tras pisar el área.