ACTUALIDAD DEPORTES FUTBOL LEGA

Leganés-Castellón (0-0): Los pepineros no encontraron la forma de sacarse la china del zapato

Banner Horizontal

Loading

  • Los castellonenses se llevaron un trabajado punto de Butarque en un partido ordenado defensivamente

  • Quinta vez en toda la temporada que el Lega está dos partidos seguidos sin ganar y la tercera que durante dos jornadas consecutivas no marca gol

  • Mala primera parte de los pepineros frente a un Castellón que desactivo las alternativas ofensivas de los locales

  • Garitano buscó cambiar el rumbo del partido tras al descanso dando entrada a Borja Bastón y Sabin Merino

Crónica: JUANMA ÁLAMO /  Fotos: TANIA DELGADO

El Lega tropezó con el Cartagena y tropezó con el Castellón. Con uno perdió lejos de Butarque; con el otro empató en casa. El fútbol tiene estas cosas pero depende en que momentos hacen más o menos daño. Los pepineros no encontraron, en ningún momento del partido, la manera de sacarse la china en el zapato que les planteó un meritorio conjunto visitante que fue capaz de llevarse un trabajado punto.

Advertisement

El partido arrancó con una sensación: al Lega le iba a costar realizar la circulación del balón desde su defensa hasta la portería visitante. El equipo castellonense, en esa misma sensación inicial, parecía hacer del orden el principal argumento para sostener las que pudiesen ser las primeras oleadas ofensivas de los pepineros.

Los de Garitano tenían como principal objetivo recuperar la senda de la victoria que se había torcido una semana antes. Y en la puesta en escena, el equipo local se dio prisa en tomar la iniciativa. El larguísimo plantel y la calidad del mismo le permite tener muchas, en ocasiones excesivas, alternativas para la composición del once. Y Asier lo hizo otra vez. Buscó la que entendió que era como mejor opción posible buscando, lógicamente, el mejor de los resultados. 

Un par de detalles

Y los suyos le dieron la razón  con cierta celeridad. El primero en apretar la defensa orellut fue José Arnáiz que aceleró las pulsaciones del partido a los diez minutos. La cosa no pasó a mayores pero quedó la primera muesca. La segunda fue Rober Ibáñez, cinco minutos después, que se coló por el centro y las ansias pudieron más que la reflexión final. Sendas ocasiones, no de las que no se olvidan, pero sí de las que marcan el camino.

A pesar de que la sensación con la que había arrancado el partido era otra, los minutos se fueron escapando entre las intenciones ofensivas del Leganés y las defensivas de los castellonenses. No daba con la tecla el equipo de Garitano que en el ir y venir intentaba ir vaciando la pila de los visitantes que, dicho sea de paso, bastante habían tenido con ir soportando como en esos mismos minutos ni tenían gran cosa de lo que quejarse ni gran cosa que celebrar.

El Lega no daba ni con la tecla de las bandas, ni con la tecla del centro, ni con la por donde realizar la transición defensa-ataque. Y en el ir y venir de un lado a otro, el partido se iba convirtiendo, poco a poco, en algo difícilmente digerible que por su pesadez se antojaba como una larguísima digestión de una copiosa comida. De vez en cuando un bostezo en mitad de la siesta, como el que provocó el Lega con el reloj circulando por el minuto 40, con la llegada de Eraso. O un disparo del visitante Bodiger un minuto después. Los blanquiazules estaban desactivados y sin opciones. La prudencia invitaba a pensar que el descanso era la mejor de las opciones.

El reposo más necesario

Y como había que buscar soluciones, pues Garitano lo intentó con diferentes alternativas de una misma tacada. Por un lado fortaleció la delantera dando entrada tras el descanso a una pareja atacante: Sabin Merino y Borja Bastón. Ese doble cambio llevaba añadido un aparente cambio en la disposición táctica del equipo.

Los dos interiores, Rober Ibáñez y José Arnáiz, se convertían en mucho más interiores. Había que cambiar algo y el técnico lo había  hecho. El resultado de dichos cambios lo tenían escondidos los minutos pero pasara lo que pasara, todas las decisiones que había tomado el de Bergara eran alabables. El Castellón tenía que ir ‘taponando’ todo lo nuevo porque lo que le había servido durante la primera parte no se sabía si iba a servir durante la segunda.

Y lo que enseñaron los de Juan Carlos Garrido en esos primeros minutos es que aceptaban, de nuevo, el reto de descomponer y desactivar cualquier alternativa que emprendieran los blanquiazules. La fórmula era la misma que en la primera parte: orden táctico y fuerza física. Esas dos cosas tan ‘sencillas’ e imprescindibles en cualquier deporte de equipo pero que tanto bien hacen en esto del fútbol.

Con todos esos cambios al Lega se le estaba yendo el primer cuarto de la segunda parte, y por extensión la primera hora de encuentro, sin casi haber probado al portero visitante. En esa larga siesta en la que se había convertido el partido se abrieron un poquito los ojos para ver un buen centro de Rubén Pardo que Borja Bastón no precisó.

Retoques

Al técnico local tampoco le acababa de convencer lo que estaba viendo y como el tiempo se estaba consumiendo con tan pocas sensaciones agradables. Visto que el Castellón había desactivado las bandas y que José Arnáiz había sido un ‘alma en pena’ pese a su esfuerzo, Garitano decidió refrescar. Tercer cambio: Javi Avilés por el talaverano, con media hora por delante. Era una opción más con frescura física.

Y faltaba el cambio que buscará fortaleza en el medio campo para el ratito que quedaba. Llegó cuando Garitano decidió sacar del campo a Rubén Pardo y meter al ‘mariscal’ Rubén Pérez. Solo quedaban 20 minutos pero es que el Lega no había encontrado, hasta ese momento, un solo resquicio por el que colarse en la madeja defensiva del Castellón. Ni siquiera con un balón profundo a Sabin Merino, a 19 del final, que cuando colocó el pase al centro del área no había llegado nadie con él.

El tramo final

Los de Garitano habían entrado en ‘modo urgencia’. Después de perder con el Cartagena no ganarle al ‘vicecolista’ podría provocar una relativa intranquilidad en un momento crucial de la temporada. Se dejó notar esa sensación en el tramo final del partido cuando los pepineros sumaron nervios a la necesidad. El Castellón se había currado el punto que se llevó de Butarque.

Esta es la quinta vez en toda la temporada que el Lega está dos partidos seguidos sin ganar y la tercera que durante dos jornadas consecutivas no marca gol. Datos, solo son datos. Lo peor no son los datos fueron las pocas opciones que tuvo el conjunto ‘pepinero’. Sin embargo tanto demérito tuvieron los de Garitano, como mérito los visitantes.

LALIGA (Segunda división, Jornada 28ª)

CD LEGANÉS, 0; CD CASTELLÓN, 0

CD LEGANÉS: 1. Cuéllar; 2. Palencia, 15. Rodri Tarín, 6. Sergio G.; 5. J. Silva; 25. Rubén Pardo (21. Rubén Pérez, 69′), 19. Luis Perea; 18. Rober Ibáñez (7. Brandom, 90′), 17. Eraso (9. Sabin Merino, 45′), 10. José Arnáiz (14. Javi Avilés, 59′); 29. Miguel (24. Borja Bastón, 45′).

CD CASTELLÓN: 13. Óscar; 18. Iago Indias, 3. Lapeña, 15. C. Delgado, 24. Javi Moyano; 4. Arturo (8. Carles Salvador, 77′), 19. J. Señe (16. Gálvez, 90′), 14. Bodiger, 23. M. Mateu; 21. Jorge Fernández (11. César Díaz,  84′), 10. Ruben D. (6. Marc Castels, 87′).

ÁRBITRO: Pulido Santana (Canario). Amonestó a los locales J. Silva (42′) y a los visitantes J. Moyano (68′), Jorge Fernández (69′), Señé (70′)

INCIDENCIAS: Estadio Municipal de Butarque. Los jugadores titulares del CD Leganés lucieron en su sus camisetas nombres en representación de las trabajadoras del club: VICTORIA (presidenta), ANA (directora fútbol femenino),  JARA (utillera),  CARMEN (mantenimiento), MAGDALENA (cocina), ROSA (limpieza), NATALIA (gestoría), NEREA (protocolo), MARIONA (internacional). YOLANDA (tienda) y  CRISTINA (prensa).

PUBLICIDAD

Secciones