- Junto con Novartis, el Hospital Severo Ochoa de Leganés organizó un taller de ejercicio físico para pacientes con cáncer de mama
- El evento estuvo liderado por la oncóloga María José Echarri, y se desarrolló en la terraza del Estadio Municipal Butarque
05/23/2024.-
“Hay que desmitificar la palabra cáncer”, decía la Dra. Echarri al ser consultada sobre las creencias populares de esta enfermedad. Bien conocen aquello las pacientes del Severo Ochoa, que ayer dieron cátedra de vida, y de cómo disfrutarla frente a la adversidad.
De un inmejorable humor, y absueltas de todo complejo, las pacientes se dieron cita en la terraza del Butarque a las 18:00. El ambiente, de color esperanza. Ninguna sonrisa forzada, ni pizca alguna de resignación.
Así arrancó la jornada, con palabras de la ya mencionada oncóloga de la unidad de cáncer de mama. Junto con ella, estuvieron la Dra. Soraya Casla, y Alex Barrera, expertos en ejercicio oncológico
Participación y elocuencia
Antes de la actividad principal, las pacientes fueron consultadas sobre su concepto de ejercicio físico. Ninguna cayó en lugares comunes ni respuestas obvias. Una de ellas dijo: “es una forma de autogenerar naturalmente las drogas químicas que nos venden las farmacias”.
Luego se animó a subir al estrado una paciente en estado metastásico; mujer enérgica y resuelta. Les recordó a todas que el cáncer de mama no impide el ejercicio físico, y que sólo se necesita una adaptación profesionalmente guiada, como la que estaban por recibir.
Los ejercicios
Soraya y Alex empezaron a dictar el taller. Todas las chicas hicieron el precalentamiento, seguido de sentadillas y distintos ejercicios de equilibrio. Siempre, bajo indicaciones diferenciadas para aquellas con alguna condición neurológica o en pleno tratamiento de hormonoterapia. Por ejemplo, la indicación de no saltar.
Los expertos recalcaron que el ejercicio oncológico nunca va a implicar el aguante de la respiración, y que el ritmo debe variar según el grado de afectación ósea que se tenga. Asimismo, se iban aclarando las razones del ejercicio realizado: mejorar el nivel articular y aumentar/potenciar los vasos sanguíneos.
“Más variación equivale a más beneficio”, aseguraba Soraya mientras arengaba la velada. “¡Me encanta el efecto Carrefour, y que estén aprovechando para hacer Networking!”, decía la experta cuando las pacientes tuvieron que hacer un recorrido dinámico en fila. Las sonrisas, por doquier.
Una parte más del tratamiento
Llegado el momento de estirar, se habló de una reciente investigación que habría comprobado que el estiramiento colabora particularmente en una evolución positiva de las pacientes con cáncer. Asimismo, se sugirió la realización de ejercicios que contengan picos de intensidad controlados. Deportes como la natación, por ejemplo, no serían tan recomendables, aunque sí pueden realizarse complementariamente.
En todo caso, el propósito de fondo era poder entregar las herramientas prácticas para que cada una mejorara su calidad de vida mediante la sanadora opción del ejercicio constante.
Terminada la actividad, las pacientes hicieron un par de consultas y comentarios. Una de ellas dejó el mensaje de la jornada: “debemos entender que el ejercicio físico es parte de nuestro tratamiento”.
Por último, las chicas le regalaron un reconocimiento colectivo a la Dra. Echarri, por su atento servicio. Ella respondió así, después de agradecer: “la oncología no es mi profesión, es mi forma de vida”