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Un vecino de Leganés relata como vivió con su hijo de seis años los sucesos de La Vuelta: “Nos han fastidiado la tarde, papá”

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Los lamentables incidentes ocurridos el pasado domingo en Madrid que provocaron la suspensión de la última etapa de La Vuelta a España tienen otras cara. Las de las familias y niños que no pudieron disfrutar y por lo que estaban en la capital: el final de la carrera.

El siguiente relato es el de un padre de Leganés que acudió, como otros años, con su pequeño de seis años a disfrutar de un espectáculo ciclista. Pero se tuvo que dar la vuelta y no ver La Vuelta por las protestas violentas y descontroladas.

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El texto original está tocado mínimamente más por cuestiones semánticas o sintácticas pero nada más. Las fotos que acompañan son las que nos ha remitido a LEGANEWS el propio afectado por eso está pixelada la cara del pequeño.

“Yo tampoco quiero guerras pero que jodan una competición deportiva. Así no la verdad.

La verdad que era un domingo cualquiera. Un evento más al que llevar a mi hijo, a disfrutar de Madrid y de un deporte más (no solo fútbol) como cada año (solemos ir todos los años salvo lluvia). 

Ya al llegar a Atocha, sobre las 14:15 de la tarde (nos gusta ir con tiempo para echar el rato) se observa muchísima policía nacional incluso con las tanquetas (se puede apreciar en el primer vídeo) recuerdo comentarle a mi hijo (Es verdad que luego hay manifestación aquí ) y sin darle mucha importancia nos dirigimos a comprarnos unos bocadillos (en el museo del jamón).

Una vez allí nos dimos una vuelta , subiendo por el Paseo del Prado , hasta poder llegar a Cibeles después de dar un pequeño rodeo (al estar cortado ese tramo ) ” por seguridad imagino ” todos los años se puede pasar . Una vez en Cibeles , decidimos dar un paseo hacía el centro .

Llegando hasta Sol (y durante todo ese camino) se observa mucha presencia policial (con barricadas de la tanqueta y hamer de la policía nacional ) como se observa en la foto.

Todo muy raro

Una vez allí  decimos bajar por el Congreso de los Diputados y en ese camino seguimos viendo muchísima policía y colocados en puntos estratégicos (imagino) y le hago un comentario a mi hijo de 6 años “fíjate casi todos los policías incluso los policías municipales llevan un Mini botiquín en sus cinturones . El niño se empieza a fijar y dice ” es verdad papá ” otra observación es que casi todos los policías nacionales llevan ya los cascos.

Nos dirigimos a Neptuno, que es  donde siempre nos solemos poner a falta de 500 metros , entre los 2 hoteles de esa zona (siempre en subida desde Atocha). Una vez allí sacamos nuestras banderas y las colocamos sin ningún problema. A partir de aquí a esperar como es habitual en estos acontecimientos. Todo iba como un domingo más… Tuvimos la suerte de que al lado nuestro se nos puso un matrimonio que también venían con su bandera de España.

En algunos de los vídeos se observa como se empiezan a desplegar los antidisturbios (no es lo habitual , lo habitual es policía sin más). Por detrás nuestra empezaron a subir mareas y mareas de gente con banderas de palestina y con cánticos. Minutos más tarde empiezan a llegar las primeras motos de guardia civil (que encima los empiezan a silbar). A lo lejos se observa las primeras cargas o invasión de la carretera. Allí es cuando observamos que se empieza a retirar los antidisturbios hacia Atocha.

Allí nos damos cuenta , mi hijo y yo , y las demás personas que nos íbamos a quedar sin La Vuelta. Me pongo los cascos para escuchar la radio. Y allí nos enteramos que a falta de 200 metros de meta , que ya hay cargas. Y la radio sigue diciendo incidentes en Callao,  invasión en Atocha, a 500 metros, o sea los palos eran en el paso Neptuno y antes de Cibeles. Allí observo a lo lejos , que vienen los radicales destrozando todo el vallado a su paso y dejándolo en mitad de la carretera.

Allí sentimos rabia por no poder ver la vuelta. Así que me tocó dar una vuelta grandísima, para poder llegar a Atocha , sin pasar por el medio. Mi hijo de 6 años me dijo papá nos han fastidiado la tarde. Sentimos rabia e impotencia. Como decía al principio, yo tampoco quiero guerras pero fui a Madrid a que mi hijo viese el final de La Vuelta”

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