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RAE: *uebos: 1. m. desus. Necesidad, cosas necesaria
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El CD Leganés llega con opciones matemáticas, algo impensable hace dos semanas, de salvación a la última jornada
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Los pepineros necesitan ganarle al Real Madrid y que el Celta no gane al Espanyol en Cornellá
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AGUIRRE: “Confío en el fútbol digno, en la esencia del fútbol, once contra once. En ese fútbol confío desde que me acuerdo”
Y llegó el momento decisivo. Leganés-Real Madrid (domingo 21:00, Municipal de Butarque). Ya no habrá más vidas extras (esta temporada). El domingo 19 de julio a las 23:00 el Leganés será equipo de Primera o de Segunda división la campaña 20/21. No hay más opciones. ¡Qué simpleza y qué agonía! ¡Qué mezcla de emociones y sentimientos! Al que más y al que menos le viene a la cabeza aquella calurosa tarde del 4 junio de 2016 en Anduva. A otros, ya superados los 50, nos viene aquella más calurosa tarde de junio de 1993 cuando el Lega llegó a Segunda por vez primera.
Contrasto con el 93 porque durante los últimos 27 años el club, en manos de unos y de otros, ha vivido momentos inolvidables. Felices uno y amargos otros. Ascensos (aquel del 93, el del 2014 y el del 2016) y descenso (solo uno, el 19 de junio de 2004). 16 años después puede producirse otro. También fue año bisiesto. La moneda solo tiene dos caras. Ya no hay más opciones. O se quedan en Primera o se van a Segunda.
Las cuentas
Las cuentas son sencillas: hay que ganar y esperar a que el Celta no gane. Solo son dos casos de nueve posibles. Solo es un 22,22% de posibilidades. El Celta tiene el otro 77,78%. Sin embargo los cuatro partidos precedentes han marcado un camino que encontrará el final mañana. Es muy complicado. Los vigueses rinden visita a un descendido (y criticado por su pésima imagen) Espanyol, al que el parón del COVID le cambió el rumbo. Los de Óscar García han sumado dos puntos de los últimos doce.
El Lega, por el contrario, se ‘reseteó’ tras perder ante el Sevilla. Está vivo. Todo el mundo le dábamos por muerto. Sin opciones. Con bajas, una lista infinita. Y sin embargo ha dado una lección de dignidad (algunos más que otros, dicho sea de paso). Aguirre, Bustinza y Rubén Pérez lideran ese ejercicio de ganar por ‘uebos’ (por necesidad). La solución en torno a las once de la noche en el Municipal de Butarque, dónde nadie pensábamos que podría resolverse. Si descienden lo harán en casa. Sin el calor de los suyos, pero con el alma de los suyos arropándoles.
La previa
Javier Aguirre, técnico de CD Leganés, aseguró en la previa del encuentro que las razones por las que llega el equipo con opciones de salvación a la última jornada son “humildad y trabajo”. El entrenador mexicano del CD Leganés, Javier Aguirre, preguntado al respecto de si confía en un milagro del Espanyol ante el Celta insistió: “Lo que está en nuestra manos, lo intentaremos. Ganar el partido que es lo único que nos vale. Y esperar. No puedes pedirle nada a nadie, porque si no has hecho tu lo tuyo no puedes pedir nada”.
Al respecto de si confía más en el Espanyol o en el miedo del Celta aseguró que “lamentablemente no dependemos de nosotros. Ese hándicap que venimos arrastrando desde toda la temporada hace que lleguemos al final confiando en nosotros, pero dependiendo de otros. Habla de que algo habremos hecho mal. Confío en el fútbol digno, en la esencia del fútbol, once contra once. En ese fútbol confío desde que me acuerdo”.
Temporada atípica
Al respecto de la presente temporada, el técnico aseguró que “ha sido una temporada excepcional porque nunca la habíamos parado a media Liga, nunca habíamos estado encerrados, era una situación anómala, nunca habíamos vuelto sin público, tantos partidos, tan seguidos. Nunca había vivido nada parecido derivado de las circunstancias excepcionales de una pandemia. Llegamos vivos al último partido que es lo que importa”.
Al respecto del equipo que espera enfrente tras ser campeón aseguró que “tienen un gen ganador, competitivo, tienen los retos que menciona la prensa y no se va a relajar. Ellos no terminan la temporada porque siguen con la Champions y me espero al mejor Madrid”.
El mensaje que le lanzará a los jugadores justo antes de saltar al campo: “De momento, no tengo nada pensado. Hablar desde el corazón es difícil prepararlo. Te fluye cuando lo ves los rostros”. Amén.
