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Los pepineros lograron la victoria en el 94 tras convertir un penalti después de una larga revisión del VAR
Cuando todo el Leganés (jugadores, aficionados, directivos, técnicos…) estaban echando cuentas ya para ver que tenía que pasar en las últimas tres jornadas… Llegó el VAR. Hace tres temporadas, un penalti no pitado en el momento final, se sumó a una campaña poco acertada y condenó a Segunda división el Lega. Tres años después, una revisión tecnológica le dio a los ‘pepineros’ dos puntos que pueden ser los dos últimos necesarios para mantener la plaza en la Segunda división. En el pecado de un año tan extraño como el vivido está llevando la penitencia, casi hasta el mismo final.
El mejor capital que ha tenido, tiene y tendrá el CD Leganés es, con perdón, el ‘pepinerismo’. Una de las cosas que mejor han hecho siempre es la llamada al coranzocito que siempre, por cierto, ha encontrado respuesta. La dura caída a la realidad en la que lleva ya tres años está siendo acompañada de gente con mucha ilusión entregada a los suyos. Lo del partido con el Huesca se entiende solo desde ese prisma.
Poner todo en orden rápido
Rápido quiso poner en orden el marcador el quipo de Carlos Martínez. Antes de cumplirse los seis, Franquesa ya había puesto a prueba al portero oscense. Andrés Fernández parecía muy empeñado en no agarrarla. Segundos después, Karrikaburu le sacó todo el brillo posible a una extraña dejada del guardameta visitante. El Lega se había puesto por delante a los siete minutos. En ese momento sumaba 49 puntos. No estaba fuera, pero la respiración en el cogote se sentía mucho más lejos.
Como si de un toro bravo se tratase, el gol pareció hacer mella para bien en el equipo de Ziganda. Pareció tener todas las buenas intenciones de volcar el partido hacia el otro lado. Fue un espejismo. José Arnáiz, Qasmi, Sergio González, Jorge Sáenz, Karrikaburu y Jorge Miramon fueron sumando en poco tiempo intentonas para darse a si mismo un mayor margen de tranquilidad. Sin saber ni como ni porqué, el Huesca se metió de repente en el partido.
Y para ello, los oscenses se dieron de bruces con un gol que ni había sido muy buscado, ni el fútbol que habían generando hasta ese momento les daba argumentos a favor. Pero el fútbol es así. A cinco del descanso, le caía un balón a Juan Carlos Real que, sin mayor contemplación decidió reventar el balón dándole con toda la fuerza que le permitía la física. La revisión posterior, tras el primer error arbitral, le dio un reparador empate a los oscenses para irse al descanso.
Segundo acto
El Lega quiso mantener la línea de lo enseñado en la primera parte. El Huesca parecía que tenía más peso en las piernas que los locales. Lo cierto, y verdad, es que la puesta en escena que había preparado Carlos Martínez es digna de alabar. El segundo tiempo se fue entre el querer y no poder de los locales, y el no poder y no saber como querer de los visitantes hasta que…
Hasta que el partido llegó a lo que podían haber sido sus últimos cinco minutos que al final se convirtieron… ¡¡¡En casi 20!!! Y pasó de todo eso que pasa cuando alguien no amarra los nervios o todo le parece mal. Lo primero fue la señalización de un penalti en el 85.50 por mano de Blasco. De esas manos que uno no sabe si es o no penalti, por lo que no me pidan a mí opinión.
Reloj corriendo mientras revisaba el VAR para confirmar (o no) la decisión de Gorostegui Fernández-Ortega. A los 87.46 decide ir a ver la imagen en la pantalla de la que disponen. Revuelo, gente alrededor, tarjeta amarilla… 89.03 consigue comenzar la revisión, mientras alguien del banquillo del Lega hacía un ‘cholo simeone’.
Con el reloj en el 91.10 ratifica la decisión del penalti. 91.56 expulsa a un preparador físico del CD Leganés. Más de siete minutos después de haber señalizado el penalti (93.38) Qasmi lanza el penalti y da los dos puntos más importantes, por el peso específico, casi de toda la temporada. Todo el mundo blanquiazul sabía lo que significaba ese tanto. A esas alturas la prolongación tampoco se había hecho muy pública.
Lo que se venía encima era una absoluta angustia para los oscenses. Se habían ido del partido. Se habían enfriado las piernas, pero tenían tiempo por delante si enfriaban las emociones. A esas alturas se conoció que la prolongación iba a ser 10 minutos. El corazón de los pepineros comenzó a sufrir y sufrir y sufrir… En el 101.03 el árbitro expulsó a Ziganda, técnico visitante. Tensión por todos los sitios hasta el pitido final del 103.56 .Un pitido final que tenía más pinta de principio que otra cosa.
Segunda División (Jornada 39ª)
CD LEGANÉS, ; SD HUESCA
CD LEGANÉS: 1. Riesgo; 2. Nyom (17. Raba, 66′ (4. Omerou, 96′)), 6. Sergio García, 3. Jorge Sanz, 21. Jorge Miramón; 32. Cissé, 16. Neyou, 15. Franquesa, 10. José Arnaiz (5. Josema, 96′); 19. Karrikaburu (24. Parzyszek, 80′) y 9. Qasmi (20. Undabarrena, 96′).
SD HUESCA: 1. Andrés Fernández; 14. J. Pulido, 24. R. Pulido (15. Blasco, 45′), 3. Florián Miguel, 2. Andrei; 4. Timor, 21. Mateu, 20. C Salvador, 22. Juan Carlos; 19. Kante (9. Obeng, 45′) y 7. Gerard V. (17. Lombardo, 70′)
ÁRBITRO: Gorostegui Fernández-Ortega (Comité Vasco). Amonestó a los locales Qasmi, Cisse, Raba; y a los visitantes R. Pulido, Gerard V., C. Salvador, Lombardo, Blasco, Andri, Timor y expulsó con roja directa a Ziganda (102′).
GOLES: 1-0 (7′) Karrikaburu. 1-1 (40′) Juan Carlos. 2-1 (94′) Qasmi, de penalti.
INCIDENCIAS: Estadio Municipal de Butarque. 8.585 espectadores. El partido comenzó con retraso al detectar el trío arbitral que una de las redes tenía un desperfecto.
