Juan M. Álamo FOTOS: Jesús Troyano y JMA
El diccionario se ha quedado sin calificativos para definir lo que está haciendo el Club Deportivo Leganés en la presente temporada. El equipo que entrena Asier Garitano se ha convertido en líder de la Segunda división merced a un trabajo incansable en la conversión de un grupo de futbolistas primero en un equipo; después, en un equipo que estaba convencido; y ahora, en un equipo cuyo objetivo, por extraño que pueda parecerle a muchos, no es otro que lograr al ascenso a la Primera división del fútbol español.
Dicho objetivo podría haber sido calificado de “locura” por algún sector, sin embargo conseguir tan pronto la salvación, ha provocado que los de Asier Garitano ya solo piensen en la Primera división. A eso se viene a sumar los resultados conseguidos en las últimas jornadas que les han consolidado, no ya al frente de la clasificación, sino en puestos de ascenso de los que no saldrán, en el peor de los casos, perdiendo los tres próximos partidos, siempre que los demás rivales de arriba lo ganen todo.
En el club se trabaja con la cautela y la humildad como referente; pero como dijo el propio Garitano “sin falsas modestias”. Si están donde están ahora mismo, en lo más alto de la tabla, es porque el grupo de jugadores (titulares y suplentes) se han convertido en la ‘piña’ que siempre quiso su entrenador. Allá por el mes de septiembre aventuraba en estas páginas: “tenemos mejores nombres que el año pasado, ahora nos falta hacer un equipo. Si lo conseguimos ya veremos…”. Y estamos viendo.
La amabilidad del Restaurante Dorsett
El reportaje de MARCA se llevó a cabo en las instalaciones del Restaurante Dorsett (Calle Eduardo Torroja 7) y contó con la presencia de dos redactores, un fotógrafo, un reportero de MARCATV y marca.com y uno de RADIO MARCA. El restaurante, regentado por el cocinero Iñaki Zabaleta, ha dado un cambio reciente en el estilo de su cocina habiéndose convertido en un referente de la cocina vasca en Madrid.
Iñaki, cocinero de ‘allí arriba’ está en Leganés
Iñaki Zabaleta (Eibar) lleva 32 años dedicado a la cocina, desde el momento en el que, cuando no quiso estudiar, su padre le puso a trabajar en Bergara (ciudad natal de Garitano). Hace nueve años que ya estuvo en el mismo sitio (entonces Menoir) y explica que “es un restaurante vasco, aunque la propiedad es china. Lo hemos retomado hace dos meses”, y lo define como “cocina vasca pura y dura: bacalao al pil-pil, chuletones, tortilla de bacalao y mucha comida de mercado”.
Garitano e Iñaki tuvieron un momento para departir en la cocina y recordar espacios comunes en sus vidas. Cuando define su negocio lo explica con detalle: “la gente se va a encontrar una cocina de calidad, una típica parrilla vasca”. Zabaleta señala la razón por la que hay tantos buenos cocineros vascos: “porque ‘allí arriba’ desde pequeños tenemos nuestra cultura del comer, por eso tenemos nuestros chokos, nuestras sociedades”. Una vez que uno se sienta a comer las palabras de Iñaki Zabaleta se confirman una a una y al levantarse la pregunta es “¿Cuándo volvemos?”.
