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El día que Leganés se convirtió a la Primera

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CD. MIRANDÉS: Raúl; Corral (Javi Cantero 52), Galán, Kijera, Alain Oyarzu; Provencio (Ariadne, 65), Eguaras, Ruper (Lázaro 82), Néstor; Alex García y Sangali.
CD. LEGANÉS: Serantes; Bustinza, Insua, Mantovani, Albizua; Timor, Sastre; Miramón (Alberto Martín 77), Gabriel, Alex Syzmanovski (César Soriano 92); y Rubén Peña (Asdrúbal 84).
GOLES: 0-1. Minuto 48. Pablo Insua remata un corner botado desde el lado izquiero del ataque pepinero.
ARBITRO: Ocón Arraiz (riojano). Amonestó al local Corral y a los visitantes Mantovani, Bustinza y Sastre.

UNA CRÓNICA DE JUAN MANUEL ÁLAMO

Yo soy, tú eres, él es, nosotros somos… De Primera

Pongan ustedes el calificativo que quieran, perdonen pero la euforia tira del que escribe. Esto es la leche, no me he visto en otra en 30 años de profesión. Estas crónicas son las que peor suelen salir, porque hay tanto juego uno no sabe ni por dónde empezar, ni por dónde terminar.

La verdad es que ni a ti, querido lector, ni a mí, nos importa un pepino cómo pasó, lo que realmente nos importa es qué paso: EL LEGA ES DE PRIMERA, EL LEGA ES DE PRIMERA, EL LEGA ES DE PRIMERA… Y así hasta que él que todavía no se lo crea, que se lo vaya creyendo.

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El Leganés se pusó en marcha con el conocimiento de que el tren arrancaba y solo tenía una parada: la Primera división. Las imágenes previas a la salida fueron de subir el vello en vertical y no dejar de hacerlo hasta que no diese por concluido el espectáculo el riojano. Garitano, que quería ser campeón después de querer ascender y después de querer salvarse, dispuso el habitual orden defensivo pero con diferentes caras en los lados: Bustinza y Albizua. El tren estaba en marcha. Destino el ascenso.

Los blanquiazules dieron al botón al ritmo de “aquí mando yo”.

Timor, Sastre y Gabriel dejaron al Mirandés en un triángulo de las Bermudas que les duró toda la primera parte. Rubén Peña recreándose y sin chutar. Rubén Peña se recrea, la tira arriba, luego la tiró contra un defensor, después fue Alex el que para darle hacia dentro hizo en un ensayo, una falta que Miramón (ante la mirada de Timor) no aprovechó, otro disparo de Rubén y todo Leganés conoció el nombre del portero del Mirandés (ya sé que no les importa, pero se llamaba Raúl)…

Y así hasta llegar a la pausa, tan necesaria como obligada. Tiempo para reflexior mínimamente lo que había sucedió. A esa hora de la noche el Leganés era equipo de Primera porque Alavés y Nastic empataban a cero.

Y la pausa dejó todo como estaba menos el acierto. A la salida de un corner en el minuto dos de la segunda mitad, desde el lado izquierdo del ataque. Balón al centro de la defensa, aparece Pablo Insua, ese central del Depor que el día que fue presentado hasta andado se veía que iba a ser futbolista, remató sin oposición. Su gol levantó a una ciudad que empujaba a la misma vez. El Lega, a esa hora, seguía siendo de Primera, seguiría siendo de Primera.

Un equipo de Primera
Un equipo de Primera

Por si a la fiesta le faltaba algo a la noche inolvidable, marcó Molina para el Nastic. Los de Garitano no sólo estaban en Primera, eran los campeones de Segunda. Subían por la puerta grande haciendo lo que había dicho su gurú: ¡SER CAMPEONES! Alcalde no le ponga una calle a Garitano, como mínimo una avenida, una plaza, un bulevar… O lo que le pida.

Para terminar conjuguen conmigo el titular de esta crónica: yo soy de Primera, tú eres de Primera, él es de Primera, nosotros somos de Primera… Y así todo el año que viene, por lo menos. Enhorabuena. Especialmente a dos que desde hoy descansan más en paz: Juanjo Polo y Don Teodoro.

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